Fue el viernes 4 de junio cuando se dio la noticia del cambio a verde en el semáforo epidemiológico para la Ciudad de México debido a que habían disminuido, según informó la autoridad, los contagios y hospitalizaciones por Covid-19. Se reactivaron con ello varias actividades, se aumentó el aforo permitido en restaurantes y centros comerciales, se reanudaron los eventos deportivos con público y se anunció el regreso a clases.

Dos semanas solamente duró el privilegio del verde. A partir de ahora estamos nuevamente en amarillo. Sin embargo, esto no implicará cambios en las actividades económica que se habían reactivado recientemente. Las autoridades de esta ciudad aclararon que no habrá “ninguna restricción adicional” para aquellos que ampliaron aforos y horarios. Llama la atención que la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), reconoció que los casos de Covid, las hospitalizaciones y las muertes, están ahora en los mismos rangos que estaban el 3 de junio, cuando se decidió el cambio hacia el semáforo verde.

¿Por qué si estamos en los mismos rangos, ahora volvemos al amarillo? ¿No implica esto reconocer que el color del semáforo epidemiológico se mueve discrecionalmente?

Hay decisiones que generan suspicacia. Que la transición al verde se haya anunciado precisamente en el fin de semana de las elecciones no parece ser una casualidad. Tampoco parece serlo el que el ritmo de la vacunación haya disminuido una vez pasada la elección. Si revisamos las cifras de inmunización a partir del 20 de mayo, podemos notar que los días 2, 3 y 4 de junio hubo una cantidad récord de personas vacunadas. Alrededor de un millón de dosis se aplicaron diariamente. Ya luego de la cita con las urnas, disminuyó esa velocidad.

El propio presidente reconoció que se está vacunando a menos gente. Lo atribuyó a que han llegado menos vacunas al país. Sin embargo, según cifras oficiales, hay un remanente de más de 10 millones de vacunas. Además, el 6 de junio México recibió 3.4 millones de dosis y en la semana posterior 2.8 millones. Vacunas hay, pero curiosamente se redujo la prisa por aplicarlas.

A esto se suma que durante las campañas políticas hubo por parte de Morena un uso indebido de la vacunación. El Tribunal Electoral confirmó la sentencia de la Sala Regional Especializada en la que se determinó que ese partido incurrió en una infracción al atribuirse el programa de inmunización contra Covid. Tendrá que pagar una multa de 269 mil pesos por difundir entre los votantes que era gracias a Morena que podían acceder a la vacuna.

La pandemia que buscamos superar sigue generando retos enormes. Las nuevas cepas de Covid, más resistentes y contagiosas, aún son una amenaza para la población. Acelerar la vacunación es clave para disminuir el riesgo de un rebrote. Esperemos que, ya superada la jornada electoral, las vacunas dejen de contarse en votos y empiecen a contarse en vidas.

@PaolaRojas