La obligada estancia en casa para evitar los contagios del COVID-19 ha aumentado los casos de violencia Intrafamiliar, siendo las principales víctimas niñas, niños, mujeres, personas adultas mayores y con discapacidad. El encierro, el hacinamiento, el temor a contraer el coronavirus, los problemas económicos y, en general, la incertidumbre provoca y aumenta la ansiedad y la depresión, lo que desafortunadamente está derivando en actos violentos contra las personas más vulnerables; sin embargo, es importante reconocer que la pandemia no es la causa sino el detonante de algo que ya venía ocurriendo y que al igual que el coronavirus, desafortunadamente se ha incrementado.

Las conductas violentas son cada día más recurrentes, entre otros factores, debido a que durante décadas no se previó y atendió oportunamente la salud psicoemocional de las personas en sus diferentes etapas de vida, se invisibilizó la realidad y quedaron impunes muchos delitos dando paso a una cultura de abuso, agresión y discriminación; se omitió el impulso de programas para que las personas trabajaran sobre las múltiples violencias de las que han sido objeto y evitar su posterior reproducción en sus diferentes manifestaciones en las diversas esferas sociales.

De acuerdo con la OMS “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, en nuestro país uno de cada cuatro mexicanos entre 18 y 65 años de edad ha padecido algún trastorno mental y sólo uno de cada cuatro pide ayuda.

Conforme a datos del INEGI, uno de cada cinco mexicanos presenta problemas de salud mental, causados por las dinámicas de estrés a las que de manera cotidiana están sometidos, por los cortos periodos de descanso y las pocas horas de sueño. La depresión es la principal causa de pérdida de productividad, ausencia laboral y retiro prematuro, provoca una mayor propensión a malestares físicos, adicciones, enojo, acciones violentas, a otros trastornos psicológicos y tendencia al suicidio.

En junio de 2019 a través de un boletín la UNAM informó que en México el 15% de los habitantes, sufrían depresión y que esta cifra podía aumentar, ya que algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven más de una década sin saber que la padecen, precisa además que no se trata de una enfermedad exclusiva de gente adulta, pues casi seis millones de niños y adolescentes la sufren, por lo que respecta a la ansiedad esta afección presenta también una prevalencia del 15%, y cada vez son más las y los menores de edad con este trastorno.

Es de precisar que, la estadística de noviembre de 2019 del INEGI refiere que el 43.9% de las mujeres ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación; estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil con 5.4 millones de casos por año, de conformidad con un estudio del Consejo Ciudadano de la CDMX, los principales agresores sexuales de los niños son familiares y según el índice de los derechos de la niñez mexicana de UNICEF, en nuestro país se incumplen de manera generalizada sus derechos. Una realidad similar, viven las personas adultas mayores y con discapacidad quienes son violentadas con mayor frecuencia en el hogar, como lo revelan diversos estudios.

El gobierno de la Ciudad de México señaló que de acuerdo a datos del 2019 la violencia intrafamiliar fue el delito más denunciado por las mujeres, de ahí que a principios de marzo de este año anunció el inicio de una estrategia casa por casa para detectar casos de violencia intrafamiliar en la esta capital, denominada "Mujeres SOS", cuya meta es visitar 2 millones 700 mil hogares de mil 815 colonias de la ciudad, con la ayuda de 4 mil funcionarios.

El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México registró un aumento de 24.5% en los reportes de violencia familiar durante las primeras dos semanas de la jornada “quédate en casa”, así mismo la Red Nacional de Refugios señaló que aumentaron el número de llamadas de mujeres en las que advierten riesgo a su integridad.

Ante esta realidad, resulta indispensable instrumentar e incrementar medidas urgentes para brindar ayuda inmediata y resguardo a las víctimas de violencia Intrafamiliar, así como a quienes estén en riesgo latente de serlo, las cuales consideren la necesidad de quedarse en casa (fase 2), como afortunadamente ya está sucediendo en diversas entidades federativas, por ejemplo, en la CDMX donde la titular de la Fiscalía General de Justicia, presentó el Sistema de Denuncia Digital y, recientemente la implementación de mensajes de texto para solicitar ayuda ante estos hechos de violencia; los juzgados familiares de proceso escrito en turno recibirán demandas o solicitudes en casos donde se argumente violencia contra mujeres, adolescentes, niñas y niños, así como comparecencias en materia de alimentos, en la actual contingencia sanitaria por Covid-19; y el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX también ofrece asesoría psicológica por teléfono para atender la ansiedad, el miedo y la angustia provocados por la pandemia.

En este momento establecer mecanismos y protocolos preventivos y de atención es tan importante como todos los demás que se han activado para el Covid-19, los servicios telefónicos y en línea, las redes sociales, los medios de comunicación masivos y la solidaridad de la familia, de los amigos y de la comunidad deben convertirse en pilares de apoyo para disminuir el estrés y brindar contención emocional, a efecto de evitar que la violencia intrafamiliar sea más devastadora que la pandemia.

Durante el aislamiento los hogares mexicanos deben ser lugares seguros y de convivencia armónica y no un cautiverio para permanecer a merced de los victimarios, unamos esfuerzos #EnCasaLibreDeViolencia. Nuestra fortaleza está en la “solidaridad y la fraternidad de nuestras familias”.

Paola Félix Díaz
Titular del Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX;
activista social y exdiputada federal.

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