La noticia de que México obtuvo un saldo positivo en su balanza comercial en 2019 por 5 mil 820 millones de dólares (mdd) como resultado de que el valor de las exportaciones sumó 461 mil 116 mdd (2.3% mayor al del año anterior) por lo que superó al de las importaciones, que fue por 455 mil 295 mdd, monto menor en 1.9% al de 2018, lamentablemente no es favorable porque fue el reflejo de la ligera contracción de la actividad económica dentro del país, que estará divulgando hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las cifras de la balanza comercial de mercancías del año pasado tienen claroscuros que resulta importante destacar. Comencemos con los positivos. Las exportaciones totales crecieron gracias a que el incremento del 3.6% de las no petroleras a 435 mil 131 mdd compensó el desplome del 15.1% de las petroleras, a 25 mil 985 mdd.

Dentro de las no petroleras, se destaca que el valor de las exportaciones agropecuarias creció 9.7% a 18 mil 106 mdd, pero las manufactureras se desaceleraron y sólo crecieron 3.4% con un mejor desempeño de las automotrices (3.9%) que del resto del sector (3.1%). En 2018, las automotrices aumentaron 12.2% por lo que el menor crecimiento es una señal de alerta.

El punto crítico es que las exportaciones no petroleras se salvaron por el crecimiento de la economía de Estados Unidos (EU), cuyas datos preliminares también serán anunciados hoy por la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) y por los aranceles impuestos a China que beneficiaron a México.

El valor de las ventas al exterior no petroleras a EU, que representa 82% de éstas, creció 4.7% impulsado por el de la industria automotriz (5.5%) puesto que el de otras subió 4.2%. En contraste, el valor de las exportaciones no petroleras del resto del mundo que representan 18%, cayeron 1.1% debido a que el de la automotriz cayó 3.0% y el del resto no tuvo cambio, reflejando la desaceleración de la economía mundial.

Lo preocupante es que tanto las exportaciones automotrices como las del resto de las manufactureras presentan una tendencia a la baja a pesar del rebote que registraron las primeras a finales del año pasado, por lo que las perspectivas de las ventas al exterior no son alentadoras para este 2020 considerando el enorme peso que tienen las manufactureras, a pesar de que la economía de EU presentará un moderado crecimiento (2.0% en 2020 vs. 2.3% en 2019, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional).

Por lo que respecta a las importaciones totales, su descenso en 2019 se debió a la caída de 12.2% de las petroleras y a la baja de 0.6% de las no petroleras. Inquietante fue que los bienes de consumo no petroleros sólo crecieran 0.5% a pesar de la apreciación que tuvo el tipo de cambio lo que se explica por el bajo crecimiento del consumo privado. En ese mismo sentido las importaciones de bienes intermedios no petroleros apenas crecieron 0.4%, replicando la desaceleración de las exportaciones, pero también de la producción orientada al mercado interno.

Sin embargo, lo más preocupante fue la caída de 8.9% de las importaciones de bienes de capital (maquinaria y equipo) a 41 mil 787 md como resultado de la contracción de la inversión privada y de la desconfianza en las perspectivas económicas. En este sentido, el programa energético que próximamente presentará el gobierno de la 4T será relevante para observar un cambio de las expectativas del empresariado.

Cabe comentar que el valor de las importaciones totales es uno de los indicadores que reflejan la actividad económica del país, por lo que la tendencia negativa que lleva registrando desde finales de 2018 a pesar de la fortaleza del peso, ya comienza a ser un foco rojo si no logra revertirse en los próximos meses.

Por último, no quisiera dejar de llamar la atención sobre que en 2019 la balanza comercial no petrolera registró un déficit de 21 mil 222 md, que si bien mejoró relativamente respecto al saldo negativo de 23 mil 160 mdd de 2018, muestra la fuerte dependencia en gasolina y otros productos petrolíferos del exterior.

ADENDA

Los mercados financieros son extremadamente sensibles a las noticias. El jueves pasado las bolsas de valores repuntaron cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a entender que el coronavirus 2019-nCoV estaba bajo control; pero, el lunes al reconocer que se equivocó y que el problema era preocupante porque se podía contagiar por personas que no presentaban la sintomatología, las bolsas se desplomaron ante el temor de que afectará la actividad económica mundial y de manera destacada al turismo.

Sobre la absurda sanción en contra de Sergio Aguayo que le obliga a pagar 10 millones de pesos al exgobernador Humberto Moreira por supuesto daño moral de un artículo publicado el 20 de enero de 2016, queda la pregunta incómoda de ¿por qué pasa eso en México?

Maestro en Economía
Email: pabloail@yahoo.com.mx

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