El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los primeros resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 (CPV), que es sin duda el proyecto más importante de estadísticas del país, puesto que no sólo proporciona información relevante para el diseño de la política pública, sino por las implicaciones legales que conlleva en todos los ámbitos, desde cómo se distribuirán los distritos electorales en 2024, hasta cómo se reparten las participaciones federales a los estados y municipios, entre una gran variedad de cuestiones. No está de más hacer hincapié en que los objetivos del CPV son:

*Producir información sobre la dimensión, estructura y distribución espacial de la población, así como de sus principales características socioeconómicas y culturales.

*Obtener la cuenta de viviendas y algunas de sus características.

Se estableció que había 126 millones 14 mil 24 personas que residen en México al 15 de marzo de 2020, (51.2% mujeres y 48.8% hombres). La cifra resultó un poco por debajo de la que se esperaba, si consideramos que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para ese mes proyectaba una población de 126 millones 756 mil 307, es decir una diferencia de 742 mil 283 personas (-0.6%), que en realidad es bastante pequeña.

No faltaron los líderes de opinión que comenzaron a cuestionar la diferencia diciendo que se había estimado un “millón menos de personas”, sembrando la desconfianza sobre el trabajo de Inegi en un afán de notoriedad. El “fuego amigo” viene a veces de quien menos te lo esperas, y sobre todo considerando que hace diez años la discrepancia fue de 4 millones: la población residente fue de 112.3 millones, y la estimación de 108 millones. Fue tan elevada, que obligó al Consejo Nacional de Población (Conapo) a revisar la forma en que se hacían las proyecciones.

Inmediatamente comenzaron las conjeturas que afirmaban a priori que el Censo había fallado porque por la pandemia no se pudo levantar adecuadamente. Falso: la emergencia sanitaria se decretó hasta el lunes 30 de marzo por la tarde, cuando el levantamiento ya había terminado (entre el 2 y el 27 de marzo). Si bien se reconoce que en la última semana hubo un incremento de la no respuesta y agresiones aisladas ante el temor de contagio de los entrevistadores, y que en la primera quincena de abril no se pudo completar la verificación, este proceso se pospuso para los meses de junio a agosto, cuando las disposiciones sanitarias lo permitieron.

De hecho, Inegi destaca que de 100% de las viviendas identificadas como habitadas, en 96% se obtuvo la entrevista, y en el resto hubo medios alternativos para estimar al menos el número y el tipo de personas que las habitaban, principalmente con la ayuda de vecinos.

Sólo comento algunos resultados del cuestionario básico (38 preguntas). Adicionalmente, los derivados del ampliado (encuesta a profundidad) se darán a conocer el 16 de marzo, donde se estima el dato de autoadscripción indígena.

Hay un ligero envejecimiento de la población, ya que la mediana de la edad en 2000, 2010 y 2020 fue respectivamente de 22, 26 y 29 años. Esto quiere decir que todavía se cuenta con la ventaja del bono demográfico. Sin embargo, hay variaciones importantes entre Chiapas (24) y la Ciudad de México (35).

La razón de dependencia (proporción de población de cero a 14 años, más la de 60 y más años, respecto a la de 15 a 59 años) en todo el país es de 50.2%; en la Ciudad de México es de 40.9% y en Chiapas de 62.3%. A su vez, cabe comentar que la capital del país es donde el envejecimiento es más marcado, por lo que las políticas públicas hacia las personas mayores (60 años y más) son mucho más necesarias que en el resto de los estados.

Respecto al total de la población por entidad federativa, se destaca que el Estado de México casi llegó a 17 millones (m) de habitantes (tasa de crecimiento 2010-2020 de 1.2%), seguido por la Ciudad de México con 9.2 m (0.4%), Jalisco con 8.3 m (1.3%), que ya superó a Veracruz, con 8.1 m (0.5%). Entre los municipios más poblados destacan Tijuana, con 1.9 m, seguido por Iztapalapa, 1.8 m; León, 1.7 m; Puebla, 1.7, y Ecatepec, 1.6 m. Dentro de los estados, también hubo sorpresas: Zapopan ya rebasó a Guadalajara (1.5 m y 1.4 m).

Estos cambios tienen que ver en gran parte con la migración. Se destaca que el saldo neto migratorio (2015-2020), que considera a quienes inmigran y emigran, es muy distinto por estados. En el extremo alto destacan Quintana Roo, Baja California Sur y Querétaro con 6.8%, 6.2% y 6.2%, respectivamente.

Nótese que los dos primeros tienen vocación turística, y podrían modificarse con la pandemia del Covid-19. En el extremo opuesto están la CDMX, Veracruz, Tabasco y Guerrero, con -2.8%, -2.9, -3.4% y -4.2%. En estos últimos tres casos, tengo la hipótesis de que la violencia es la principal razón; en la CDMX, pudiera estar asociado a los efectos del temblor de 2017 y a la carestía de la vivienda.

Con algunas de las novedades en comparación con el CPV 2010 se da cumplimiento a recomendaciones internacionales. Se pregunta por primera vez en un censo si las personas se autorreconocen como afromexicanas o afrodescendientes. Fue el caso de 2% de la población total (2 millones 576 mil 213), siendo más elevado el porcentaje que en la Encuesta Intercensal de 2015 (1.4%).

“Hay 20 millones 838 mil 108 personas con alguna limitación, discapacidad o problema o condición mental, mismas que representan 16.5% de la población. De estas, 13 millones 934 mil 448 (11.1%) son personas con alguna limitación, 6 millones 179 mil 890 (4.9%) son personas con discapacidad y un millón 590 mil 583 (1.3%) tienen algún problema o condición mental”. Esto es, el universo es más amplio que en 2010 (personas con discapacidad).

Quiero concluir con una reflexión. El Censo nos dio la fotografía de cómo estaba el país antes de la pandemia. Es evidente que ésta ya se modificó dramáticamente, pero no deja de ser un punto de referencia del antes y después.

ADENDA

Joe Biden se vacunó contra el Covid-19 el 21 de diciembre y el 11 de enero se puso la segunda dosis, no sólo por ser una persona mayor (78 años), sino por ser el presidente electo de Estados Unidos.¿Por qué su homólogo mexicano (67 años) no hizo lo mismo?

El FMI acaba de dar las actualizaciones de sus perspectivas económicas. Para México, estima que el PIB cayó 8.5% en 2020, y en un mes sabremos la cifra oficial, cuando Inegi presente el dato revisado que, como lo comenté a principios de diciembre, será de -8.3%. Para este año el organismo espera un alza de 4.3%, básicamente por un rebote técnico. Yo soy más pesimista (1.0%). Ojalá me equivoque.

Catedrático de la EST-IPN
Email: pabloail@yahoo.com.mx

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