Las cifras de empleo en las últimas dos semanas en México han tenido en general resultados positivos; sin embargo, no es para echar las campanas al vuelo cuando se observan algunos detalles. Hace poco, el IMSS dio las cifras de trabajadores asegurados de abril, a principios de la semana Inegi informó las de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre del año y hace dos días las de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) de marzo. Son datos duros que, si bien muestran una mejora respecto al año anterior, otros reflejan secuelas de la crisis sanitaria y económica.

Los trabajadores asegurados al IMSS reportados en abril fueron de 20 millones 70 mil 483, esto es 0.7% por arriba del mismo mes del año pasado. Por sector de actividad económica destaca la industria de la transformación, creciendo 3.5% a 5 millones 578 mil 17, y la construcción, con un aumento de 10.5% a un millón 547 mil 649; en contrapartida, hubo una caída de 4.1% de servicios para empresas, personas y el hogar a 4 millones 387 mil 388; una baja de 0.5% en el comercio, a 4 millones 47 mil 923, y de 0.2% en servicios sociales y comunales, registrándose 2 millones 229 mil 293. El repunte de los asegurados en la industria es impulsado por la manufactura orientada a la exportación; pero en actividades, que requieren contacto personal, no se ha logrado recobrar el nivel que tenían cuando comenzó la pandemia hace un año.

Si consideramos las cifras por entidad federativa el mayor incremento se observa en las que tienen un alto impacto de obra pública, como Tabasco, que sube en variación anual 9.7% a 188 mil 355 trabajadores asegurados, o con fuerte vocación turística y que se han visto beneficiadas de la reapertura de actividades, como Nayarit, con 8.8% a 155 mil 31, o con importantes vínculos con el exterior como Baja California, con un alza de 6.8%, a 955 mil 928, y Chihuahua, 4.8%, a 925 mil 796. En contraste, siguieron presentándose bajas en la Ciudad de México (-3.4%), con 3 millones 216 mil 137 personas registradas, Veracruz (-2.5%), a 726 mil 105; Campeche (-2.2%), a 128 mil 729, y Puebla (-1.9%), 592 mil 577, donde el confinamiento, la menor actividad petrolera o la inseguridad está afectando el desempeño económico.

Las cifras del IMSS son indicadores del empleo en el sector formal y se usan como referencia, porque son de las más oportunas. Por eso, en la encuesta de expectativas de especialistas del sector privado que levanta Banco de México cada mes se viene preguntando desde hace tiempo por la estimación de cierre anual. Sin embargo, no reflejan todo lo que pasa en el empleo e incluso cuando algún mandatario quiso publicitarlas como una muestra de que se iba mejor, la reacción en la popularidad en las encuestas no fue la deseada.

Las cifras de la ENOE del primer trimestre de 2021, respecto al mismo periodo del año pasado, que abarcan a todo el universo de la población económicamente activa del país, y que incluyen al sector formal e informal, nos muestran un cuadro diferente.

Es encomiable que Inegi haya sido receptivo a la sugerencia de expertos laborales y haya comenzado a incorporar en sus reportes la tasa de subutilización de la fuerza de trabajo, es decir, el porcentaje de la fuerza de trabajo ampliada (población económicamente activa más población no económicamente activa disponible para trabajar), que representan los desocupados, subocupados y no económicamente activos disponibles para laborar. En el primer trimestre de 2021 se ubicó en 28.4%; para los hombres fue de 24.8% y para las mujeres de 33.5%. Un año antes, fueron respectivamente de 19.6%, 16.4% y 23.9%. Esto es, en las bajas tasas de desempleo abierto se ocultan no sólo bajos niveles salariales, sino también un elevado subempleo y el abandono del mercado laboral por la imposibilidad de encontrar un trabajo.

Al considerar esa variable por ciudades, las de mayor tasa de subutilización de la fuerza de trabajo fueron Ciudad del Carmen, con 42.6%; Ciudad de México, con 42.3%, y Coatzacoalcos, con 39.1%, que coincide con sitios donde el confinamiento fue más severo o que fueron afectados por la crisis petrolera; por su parte, Saltillo, con 13.1%; Aguascalientes, con 16.4%, y Ciudad Juárez, con 17.6%, reportaron las tasas más bajas, que es donde se ha dado un fuerte impulso a las manufacturas orientadas a la exportación.

Las mujeres han sido más afectadas por la pandemia, ya que en el primer trimestre de 2021 hubo 32.7 millones de hombres ocupados, 604 mil menos con respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que la cifra de mujeres fue de 20.3 millones, 1.5 millones menos en el mismo periodo.

Entre los principales resultados del primer trimestre de 2021 respecto al de 2020, se destacó que las personas ocupadas en actividades terciarias descendieron 1.9 millones, siendo el impacto mayor en el sector comercio, con una reducción de 712 mil, y en el sector de restaurantes y servicios de alojamiento, con 656 mil; y que las ocupadas en micronegocios disminuyeron en 924 mil, particularmente los que cuentan con establecimiento para operar, con 537 mil personas menos.

Incluso la población de ocupación informal, que comprende tanto a los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, como aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, se redujo en 1.6 millones de personas al año, llegando a 29.2 millones en el primer trimestre de 2021.

Sin embargo, los indicadores de empleo del sector manufacturero de marzo, reportados por la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), arrojan resultados más favorables con cifras desestacionalizadas, por lo que en comparación al mismo mes de 2020 crecen el personal ocupado, las horas trabajadas y las remuneraciones medias, 0.3%, 1.9% y 3.3%, respectivamente. Sin embargo, cuando observamos las variaciones por subsectores vemos en el personal ocupado contrastes, entre los que presentan fuertes caídas y otros con importantes alzas.

En conclusión, pareciera ser que la economía mexicana está teniendo una recuperación desigual o en forma de K, lo que se observa en sectores y regiones vinculados al sector externo con un fuerte repunte; mientras que los que están más ligados al mercado interno o que están mayormente afectados por la violencia y la inseguridad siguen reportando una contracción económica.

Catedrático de la EST-IPN
pabloail@yahoo.com.mx

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