Este año estuvo marcado por fuertes turbulencias provocadas por la implementación de aranceles advertidos desde finales del año pasado por Donald Trump (EU), presidente electo de Estados Unidos (EU), que antes de asumir el cargo ya tenía el poder. El año se puede resumir en tres momentos: Del anuncio de sanciones al decreto de las mismas (febrero a abril); la pausa para negociar por separado con el resto de los países (abril a agosto), y la implementación de lo acordado, (agosto a noviembre), junto con la tregua comercial pactada con China en agosto.

Lo anterior implicó, una fuerte incertidumbre y freno en los planes de inversión en todo el mundo ocasionado por la falta de certezas para desarrollar proyectos. La inflación fue menor de lo que se esperaba a nivel mundial, porque las medidas proteccionistas se retrasaron, los aranceles fueron menos elevados de lo que se había informado en principio y en otros casos, la anticipación a su aplicación implicó un crecimiento muy significativo de las importaciones de EU, para acumular existencias y amortiguar el incremento de los costos que representaría la entrada en vigor de estos para los productores.

La pérdida de confianza en la economía de EU estuvo reflejada en la fuerte depreciación del dólar frente al resto de las divisas a lo largo del año, explicada en buena medida por el fuerte incremento de las reservas en oro por parte de los bancos centrales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) registraba que ya alcanzaban 20% en septiembre pasado. Se anticipaba el fin de una época de libre comercio, como una fórmula de crecimiento global y entrábamos de lleno a una economía global fragmentada, donde la geopolítica se vuelve el factor determinante para pertenecer a un acuerdo de libre comercio regional. La relocalización está condicionada por este aspecto,

La volatilidad en los mercados accionarios fue algo inusitado, luego del desplome registrado en abril cuando se vaticinaba una recesión global ocasionada por el peligro de una guerra comercial generalizada, los mercados con altibajos recuperaron su tendencia ascendente para registrar récords históricos a finales de octubre, para luego mostrar un fuerte ajuste en noviembre ante la creciente interrogante sobre la posibilidad de una burbuja especulativa en torno a las fuertes inversiones en inteligencia artificial y crecientes dudas sobre la rentabilidad esperada.

Los planes de captura de la Reserva Federal (Fed) para que reduzca más agresivamente las tasas de interés por parte de DT han contado con el decidido respaldo de los grupos financieros. Desde las amenazas de destitución de Jerome Powell y su anuncio anticipado de no ratificación, pasando por los procesos legales en contra de miembros de la Junta y renuncias anticipadas para nombrar a incondicionales, venciendo las resistencias.

Otro signo claro de autócratas sin contrapesos, es construir la realidad con las estadísticas oficiales. La destitución de la Directora de Estadísticas Laborales de EU acusada de manipular las cifras al reflejar un deterioro del mercado laboral por alguien de confianza, aunque no tenga competencia para el cargo, se sumó al cierre parcial de las oficinas de gobierno, que interrumpieron la divulgación de datos para la toma de decisiones. Sobre los menores números de inflación al consumidor de noviembre, pesa la sospecha de que, por la información incompleta, las encuestas no reflejan realmente la evolución de los precios, que sí se muestran en otras fuentes como las encuestas de confianza del consumidor o reportes como los del Institute for Supply Management (IMS). Hasta la llegada de DT, las oficinas de estadísticas oficiales eran órganos técnicos, profesionales y apartidistas, con la falsa acusación de que son prodemócratas, se quiere imponer a funcionarios a modo del mandatario.

México no ha estado exento de afectaciones: 50% de aranceles al hierro y acero, 25% a la industria automotriz que no cumpla las reglas de origen, 17% al tomate, así como prohibición a la exportación del ganado causadas por el gusano barrenador, provocado por las medidas de austeridad del gobierno anterior, que generaron descuidos en la protección sanitaria. Sin embargo, como ha sido de los países menos dañados por los aranceles impuestos por EU, y al ser beneficiado por las agresivas medidas proteccionistas a China, las exportaciones totales han seguido subiendo, aunque con menor intensidad.

Desde el anuncio del Plan México a principios de año, el gobierno mexicano se alineó con la política proteccionista de DT, al proponer un arancel regional contra países con los que no se tiene acuerdos de libre comercio, léase China. Los aranceles decretados por el Congreso y que se aprobaron hace dos semanas, van en esa dirección, aunque se pretenda disfrazar la medida como una forma de proteger a la industria nacional de la competencia desleal, aunque no son motivos excluyentes. Algunos analistas han pretendido minimizar el impacto al alza de las 1,463 fracciones arancelarias, en realidad afectan a una mayor variedad de productos que caen en las mismas.

Comparado con las perspectivas de la economía mexicana para 2025, anunciadas el 2 de enero en estas páginas, fueron bastante acertadas salvo el tipo de cambio donde me equivoqué rotundamente. El escenario de debilitamiento del dólar frente a todas las divisas y que México fue de las naciones menos perjudicadas por las medidas proteccionistas de EU, influyeron para que la reducción de la brecha de tasas de interés no afectara la paridad cambiaria. El año pasado, el tipo de cambio FIX cerró en 20.7862 y el interbancario en 20.8829; este año terminará alrededor de 18 pesos. Tampoco es un mérito del gobierno en turno, como sus partidarios lo quieren presumir.

La próxima semana escribiré sobre las perspectivas económicas para 2026, como ya lo había anticipado. Mientras tanto, descanse y disfrute la vida. Reitero mis felicitaciones por las fiestas de fin de año, deseándoles un feliz 2026.

Adenda

1. La menor inflación en la primera quincena de diciembre, no implica que la tendencia a la baja está definida claramente.

2. El crecimiento del PIB de EU de 4.3% en el tercer trimestre, por encima de las previsiones de 3.2% fortaleció al dólar e incrementó los rendimientos de los bonos del Tesoro dándole un impulso optimista a los mercados accionarios

3. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 1.6% en octubre en tasa anual, superando ampliamente la estimación de 0.5% aportada por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) la semana pasada. La economía se repone de la contracción registrada en el tercer trimestre.

Analista económico, catedrático de la EST-IPN y de la Universidad de la Libertad

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