La política en México ha perdido toda su esencia y su trascendencia. En términos teóricos y prácticos, se ha extraviado su significado. Su espíritu ha sido abandonado. Se han pervertido sus fines. Ha dejado de ser un instrumento para la procuración del bien colectivo . Es una herramienta utilizada para generar deliberadamente una amplia gama de males y perjuicios sociales . Hace tres años, con su voto, millones de ciudadanos alentaron la esperanza de que se produciría un verdadero cambio . Hoy, el desengaño y la desilusión, mezclados con la rabia y la impotencia, son innegables.

El ejemplo subordinado del poder presidencial más obsceno y grotesco del empeño por desnaturalizar la política, lo encarna el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell , quien no sólo se ha apartado vergonzosamente de las funciones que tiene de prevenir y promover la salud, sino que ha actuado impúdicamente en contra de esa obligación.

Cuando empezó la pandemia de coronavirus , por ejemplo, se desentendió de las múltiples recomendaciones que se hacían en todo el mundo para usar cubrebocas . Sin el menor rubor, dijo que no servían para nada, tratando de sembrar abyectamente la postura y el ejemplo del presidente de la República.

El saldo trágico que derivó de esa incongruencia , enmarcada en la ausencia de toda ética profesional y política, es exponencialmente mayor al que hubiera resultado si, como era su obligación, hubiese instado a la población a usar todo tipo de dispositivos y a observar cualquier medida que evitara la propagación, el contagio y los miles de decesos por Covid-19.

Derivado de eso, Hugo López-Gatell ha sido apodado el “Doctor Muerte” por un sinnúmero de analistas y estudiosos que, con argumentos, reprueban su deplorable actuación. Su prepotencia y cinismo, su “sí” sistemático y su apoyo incondicional e irracional a su jefe directo, más allá del titular de Salud, le han asegurado por el momento su permanencia en el puesto. Su falta de compromiso lo ha llevado a cambiarlo por un lugar en lo peor de la Historia política y sanitaria.

En línea con su actitud de desprecio a la vida humana, imperturbable ha seguido honrando su alias de “ Doctor Muerte ” –que no podría venirle mejor–, en su “respuesta” a los padres con hijos enfermos de cáncer , quienes desde hace más de dos años viven un verdadero viacrucis para conseguir medicamentos.

Para descalificarlos, recién llegó a decir en un programa de televisión del Canal 22, convertido en bocina del gobierno, que las movilizaciones de quienes claman por una dosis de alivio para sus niños tienen propósitos golpistas . Sin el menor conocimiento de lo que es un Golpe de Estado, pero con el ánimo encendido para desacreditar un movimiento absolutamente legítimo, aseguró que las acciones en busca de soluciones se inscriben y se envuelven en todo lo que supone el asalto al poder político por medio de la fuerza.

¿Es concebible que un grupo de papás, desesperados por encontrar una cura o un paliativo para el sufrimiento de sus vástagos, los utilicen para motivar la caída del gobierno?

La vesania y la infamia de López-Gatell, que puede tener implicaciones de orden moral, civil y hasta penal, deben alejarlo de su soberbia y su ceguera, pues el cargo y respaldo que actualmente tiene, no son para siempre.

SOTTO VOCE…

Florencia Serranía

deja la dirección del Metro después de 26 muertos. ¿Se le eximirá de una investigación por sus relaciones políticas y de negocios?... La soledad y la debilidad en que se vio a Silvano Aureoles el martes, en que infructuosa y ridículamente pedía audiencia en Palacio Nacional, es apenas un adelanto de lo que le espera… Francisco Domínguez está a menos de 100 días de dejar el gobierno de Querétaro. Saldrá muy bien calificado. Uno de sus últimos aciertos es dejar el estado sin deudas. Su juventud, preparación, sensibilidad y honradez han sido la clave en el éxito de su gestión.