Como pocas veces en la historia, la política, la diplomacia y el derecho se han conjuntado pa ra escribir una excelsa página de dignidad, respeto y autoridad moral de México. El presidente, Andrés Manuel López Obrador; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el Fiscal General de la República, doctor Alejandro Gertz Manero, son sus artífices al poner en juego esos valores y todo el poder del Estado, a favor del general Salvador Cienfuegos.
En apenas poco más de un mes, desde que el exsecretario de la Defensa Nacional fue detenido en Los Ángeles, el gobierno mexicano habría comenzado a trabajar intensa, inteligente y agresivamente en busca de que Estados Unidos le retirara cargos, como finalmente ocurrió al despuntar la semana.
En la concreción de ese logro, que debe ser aquilatado en todas sus dimensiones, estuvo de por medio la exigencia nacional de respeto a los acuerdos, tratados, leyes o consideraciones de cualquier otra naturaleza que Estados Unidos debió tener con México para actuar contra el ex funcionario y que pasó por alto.
La persona contra la que decidió proceder motu proprio, dada la investidura que tuvo durante seis años después de una carrera de medio siglo en las armas, no es una más; encarnó, y aún simboliza parte de los valores más estimados que puede haber para un país en una de sus instituciones fundamentales, como es el Ejército: soberanía, honor, lealtad, decoro...
Y eso, más allá de un hombre, es lo que defendieron con pudor y determinación, la triada López Obrador-Ebrard Casaubón-Gertz Manero, en una demostración magistral de política, diplomacia y derecho. Que se haya negociado el beneficio que obtuvo el divisionario, incluso con la advertencia de que México restringiría las operaciones de la DEA en nuestro territorio, como dice The Washington Post, estuvo más que justificado.
Lo que legalmente proceda contra Cienfuegos en México, está por verse; lo que ahora importa, es que su liberación, centralmente, deja en claro que, por decisión presidencial, no se lo abandonó a su suerte, pudiendo haberlo hecho bajo la justificación y la visión de que era un activo importante de la cruzada de la 4-T contra la corrupción.
Una cosa más que debe valorarse de este hecho, es que México, en la actuación del fiscal Gertz Manero y del canciller Ebrard, no tuvieron ninguna reserva para exponer clara e indubitablemente lo que su gobierno quería. Como sea que lo hayan ajustado, alcanzaron su objetivo y cumplieron su misión, lo cual refleja una nueva mentalidad en las relaciones y en el trato de México hacia Estados Unidos, lo cual debería exaltarse para abrazar el convencimiento colectivo de que los mexicanos vemos de frente porque somos y podemos.
Como reiteradamente lo hacen, además, Marcelo Ebrard y Alejandro Gertz Manero demostraron fehacientemente que, como baluartes de la política nacional, son dos de los pilares más sólidos en los que descansan las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su eficacia, fidelidad y capacidad, que despliegan con base en el conocimiento, la preparación y la experiencia, pueden asumirse como una garantía para su jefe… y una tranquilidad para el país.
Sotto Voce…
Enrique Peña Nieto pudo haber tomado un respiro por el giro que dio el Caso Cienfuegos; sin embargo, no significa que “ya la libró”, dados los muchos casos de enorme corrupción cometidos durante su gobierno, que están siendo investigados…De plácemes, EL UNIVERSAL y la reportera María de Jesús Peters por la obtención del galardón a la Mejor Fotografía de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. ¡Felicidades!… Se calienta al ambiente en MC por la candidatura al gobierno de Nuevo León. Se avecina una contienda muy cerrada entre Luis Donaldo Colosio Riojas o Samuel García.
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@mariobeteta