La semana pasada, Netflix anunció que había alcanzado un acuerdo que le permitiría adquirir Warner Bros. Discovery (WBD). El valor de la operación fue estimado en 82.700 millones de dólares.

El anuncio generó un fuerte impacto en la industria del cine y la televisión, anticipando consecuencias inmediatas para el ecosistema global del entretenimiento.

La magnitud de la operación no solo refleja la ambición de Netflix por consolidar su liderazgo en el sector, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del mercado audiovisual internacional.

La adquisición de WBD supondría una reconfiguración relevante en términos de competencia y concentración, lo que ha motivado reacciones inmediatas entre especialistas y figuras públicas.

El acuerdo entre Netflix y WBD podría marcar un antes y un después en la evolución del entretenimiento digital, posicionando a Netflix como un actor aún más dominante y diversificado a nivel global.

La noticia ha sido considerada por muchos expertos como un acontecimiento trascendental, pues la integración de los catálogos, franquicias y capacidades de producción de ambas compañías podría modificar sustancialmente el equilibrio de poder en la industria.

Además, el proceso de aprobación regulatoria se presenta como un reto importante, dadas las posibles implicaciones en materia de competencia económica.

Netflix es la plataforma de streaming con mayor presencia internacional. Dispone de una extensa base de usuarios que le asegura una posición dominante en múltiples mercados.

De acuerdo con lo asentado en el reporte Kantar Brandz 2025 Most Valuable Global Brands, Netflix fue considerada la décimo sexta más valiosa marca en el mundo. Su valor fue estimado en US$M 114,271

Otro reporte sobre las marcas más valiosas en el mundo —Interbrand Best Global Brands 2025— instaló a Netflix en la posición 28 entre las cien marcas más valiosas en el mundo, estimando su valor $B 28.0

A finales de 2024, Netflix contaba con poco más de 300 millones de clientes, lo que consolidaba su posición como líder indiscutible en el sector del streaming.

WBD cerró el tercer trimestre del mismo año con 128 millones de suscriptores repartidos entre sus plataformas HBO Max, Discovery+ y servicios de streaming especializados en deporte.

Si la operación efectivamente se concreta, la nueva entidad resultante sumaría un total de 428 millones de clientes, lo que supondría una base de usuarios sin precedentes en la industria.

Diversos especialistas consideraron que la adquisición estaba prácticamente cerrada, restando únicamente la aprobación del proceso de revisión regulatoria.

Sin embargo, este paso no se presenta como un mero trámite, ya que implica complejas cuestiones relativas a la competencia económica y a la concentración de mercado dentro del ecosistema global del entretenimiento. El escrutinio de los organismos reguladores será determinante para el desenlace de la operación.

Incluso el expresidente Donald Trump se manifestó públicamente sobre la fusión entre Netflix y Warner Bros. Discovery (WBD), advirtiendo que la operación podría representar un serio problema.

Trump enfatizó que la transacción “tiene que pasar por un proceso y ya veremos qué pasa”, poniendo de relieve la incertidumbre y la importancia que tendrá el dictamen de los organismos reguladores en el futuro de esta fusión.

En noviembre, Trump reconoció haber recibido en la Casa Blanca al CEO de Netflix, Ted Sarandos, con el objetivo de mantener una conversación directa sobre la operación propuesta. Este encuentro refleja el nivel de relevancia política y económica que ha alcanzado la posible fusión.

A pesar de que Netflix logró imponerse en la subasta inicial, el acuerdo aún no está completamente asegurado. Persisten riesgos importantes, ya que el Departamento de Justicia podría intentar bloquear la fusión invocando la legislación antimonopolio.

Además, la incertidumbre se incrementó con la intervención de Paramount, que lanzó una oferta hostil de 108.000 millones de dólares para adquirir WBD, complicando aún más el panorama y demostrando la intensa competencia existente en el sector del entretenimiento.

Paramount ha presentado una oferta económica superior a la de Netflix por cada acción de Warner Bros. Discovery (WBD), proponiendo 30 dólares por acción frente a los 28,75 dólares ofrecidos por Netflix.

Esta diferencia representa un incentivo significativo para los accionistas, que podrían verse más atraídos por la propuesta de Paramount debido a la mayor valoración individual de las acciones.

En cuanto al alcance de las operaciones, Paramount planea adquirir la totalidad de la compañía, incluyendo todos los canales de televisión de WBD, y realizar la compra mediante un pago completamente en efectivo.

Por el contrario, la oferta de Netflix se centra únicamente en los negocios de streaming —principalmente HBO Max—, los estudios cinematográficos, las divisiones de televisión y el área de videojuegos de Warner, excluyendo así los canales de televisión tradicionales.

Uno de los posibles daños colaterales de la operación radica en las consecuencias que podría tener para el futuro del séptimo arte.

Si finalmente Netflix logra cerrar la adquisición, el desarrollo y la diversidad del cine podrían enfrentarse a graves riesgos, ya que la integración de los estudios bajo el modelo de negocio de Netflix podría alterar las dinámicas tradicionales de producción y distribución cinematográfica.

Las “batallas del streaming” podrían definir el destino del séptimo arte.

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