Por: Paola Odiardi 

#JusticiaParaTodxs

#NoMasMuertesViales

Si bien el confinamiento en los hogares ha reducido la movilidad y el uso del Metro en la capital de México, el incendio en las oficinas centrales de ese Sistema de Transporte Colectivo ocasionará que miles de personas que se mueven diariamente por las líneas deshabilitadas (1, 2 y 3) se queden sin mejores alternativas para desplazarse.

Las alternativas que han ofrecido las dependencias de gobierno fueron el uso del Metrobús, Trolebús, RTP y unidades de transporte concesionado, de acuerdo con la línea que se usa. Esto significa que, de un tren del Metro, en el que caben aproximadamente mil 500 viajeros, se necesitan alrededor de 10 autobuses del Metrobús o 18 trolebuses para trasladar la misma cantidad de pasajeros.

Los servicios alternativos, que además equivalen a un mayor gasto en dinero y tiempo para los usuarios, se reducen a servicios que siguen aglomerando a las personas durante la pandemia, y la alternativa ciclista propuesta por el gobierno solo abarca a las alcaldías que cuentan con estaciones de Ecobici. Pero, incluso así, ¿existen garantías de seguridad vial para más ciclistas?

Saúl Gómez, activista y miembro de #NiUnRepartidorMenos, ha denunciado que los accidentes viales han empeorado durante la pandemia. Gómez lleva una bitácora que sirve para medir la magnitud del problema: en tan solo un fin de semana registraron 57 hechos viales, de los cuales en cuatro las víctimas no sobrevivieron.

Esta información coincide con el ascenso de homicidios culposos reportados por accidentes de tránsito en Ciudad de México del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Los datos del SESNSP no precisan la identidad de las víctimas; pero sí nos proporciona información sobre la mayor exposición a accidentes para los ciclistas.

El registro oficial que sí cuenta con información sobre la identidad de las personas corresponde a los “hechos de tránsito” registrados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Del total de incidentes reportados, en el 35% de los accidentes en 2019, los ciclistas resultaron lesionados o murieron.

El futuro no está en acabar con los ciclistas, sino en garantizarles su seguridad e integridad física. Las políticas de seguridad vial no pueden consistir únicamente en pintar carriles, como lamenta Gómez. Más bien se necesita infraestructura y mayor vigilancia para que se respeten las ciclovías.

Apenas existen 130 vías exclusivas para ciclistas en CDMX, que recorren avenidas importantes como Insurgentes, Patriotismo, Reforma y Revolución; pero en otras zonas donde han identificado más incidentes como Eje 4, Av. Universidad o División del Norte no las hay.

La situación actual permite repensar los modelos de movilidad con los que se cuenta en la capital de México. Y las condiciones de sanidad exigen que se promuevan y aseguren otras alternativas por parte de las autoridades. Sin embargo, hoy existen pocos incentivos para que las personas usen las bicicletas. Todavía se le olvida al ciudadano que primero va el peatón y, en segundo lugar, los ciclistas. Ningún horario que cumplir ni ninguna prisa tiene mayor importancia que la vida de una persona.

Investigadora del Observatorio Nacional Ciudadano
@prensapensada
podiardi@onc.org.mx 

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