Estelle Levoyer

Después de varias semanas de espera el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los mexicanos a quedarse en casa para reducir los contagios por COVID-19. Este anuncio fue sorpresivo, ya que desde el inicio de la crisis el presidente había incluso pedido a las personas que continuaran viviendo normalmente. Esto aún cuando el número de casos confirmados en el vecino país, EU, se estaba volviendo alarmantemente alto.

Este lunes 30 de marzo el Consejo de Salubridad General declaró la emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor y confirmó la necesidad de que las personas permanezcan en sus hogares. Esta declaratoria de emergencia fortalece la medida de aislamiento y muchas más mujeres y niñas no podrán salir de sus casas (1) . Las calles de las diferentes ciudades y pueblos se están vaciando y muchas instituciones, comercio y lugares públicos cerrados. Este confinamiento necesario conlleva también un aislamiento para personas en riesgo al interior de sus casas.

Las emergencias sí afectan más a mujeres y niñas 

Las situaciones de emergencia exacerban la discriminación y las desiguales contra grupos con vulnerabilidades como pueden ser mujeres, niñas, personas LGBTIQ y adultas mayores. Los confinamientos exigen la convivencia permanente de familias y elevan las tensiones en estos entornos. A esto se suman las sobrecargas y la falta de distribución de las tareas domesticas, de cuidado, educativas y de apoyo emocional que se ven obligadas a prestar las mujeres desde su niñez. (2)

En el caso especifico de la emergencia sanitaria relacionada con la pandemia se presentan limitaciones de acceso a servicios y los riesgos de sufrir violencia por parte de sus compañeros íntimos, parejas u otras personas. Además de exponerles a violencia física, psicológica y sexual, las emergencias de salud pública afectan desproporcionadamente a las mujeres y a las niñas en sus derechos a la educación, seguridad alimentaria y nutrición, salud y medios de vida, entre otros. Durante la cuarentena refugiarse en otro lugar, ir al hospital, a la escuela o a la policía es casi imposible.

¿Qué plantean las autoridades?

La evidencia sugiere que los incidentes de violencia de genero ya están aumentando en México (desde el inicio de la crisis) y el gobierno federal esta al tanto. Después de que las declaraciones del presidente con ocasión de los feminicidios de la niña Fátima Aldrighett y de Ingrid Escamilla causaran indignación social, el discurso del Gobierno parece estarse reorientando. El 25 de marzo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero informó sobre la posibilidad de que se detone la violencia al interior de las familias y la necesidad de proteger a los niños y a las mujeres. Se anunció una campaña de prevención de violencia contra mujeres, niñas y niños.

Al día siguiente, la conferencia de prensa diaria sobre COVID 19 fue liderada por mujeres (un hecho innovador en si mismo); el tema principal fue la situación de las mujeres en la pandemia; y una parte fue dedicada a exponer las medidas disponibles para protegerles. Nadine Gasman Zylbermann, presidenta de INMUJERES, y Karla Berdichevsky Feldman, directora general del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, confirmaron que el número 911 y los servicios de atención a la violencia contra las mujeres siguen funcionando en todo el territorio nacional.

Campaña de prevención y línea de atención 911 

Conociendo la magnitud de la violencia contra niñas y mujeres en México ¿serán suficientes la campaña y el 911 para activar respuestas adecuadas durante el confinamiento? En principio estas medidas y el sistema nacional de protección no han logrado desactivar ninguna de las 18 Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres. Tratándose además de situación de emergencia, se requieren recursos excepcionales y soluciones innovadoras para que las mujeres puedan pedir ayuda o buscar refugio si es necesario.

En España, las víctimas de violencia de género pueden pedir ayuda a través de su farmacia más cercana pidiendo una Mascarilla 19. En Francia, el gobierno anunció el establecimiento de puntos de apoyos efímeros en centros comerciales. La idea es mantener un monitoreo cercano, proveer información clara y establecer nuevos puntos de contacto discretos porque en confinamiento puede ser peligroso pedir ayuda por teléfono, con los agresores tan cerca. En Italia por ejemplo durante la cuarentena se incrementaron los mensajes de texto y los correos electrónicos desesperados pidiendo ayuda.

Entonces diversos canales accesibles a todas deben implementarse de manera rápida y eficiente. Además, el gobierno mexicano debe retomar las recomendaciones de los organismos de control, la ONU y sus propias entidades y dedicar el presupuesto de emergencia necesario a estas medidas. Tanto las instituciones especializadas, como las redes locales y nacionales de refugios requieren apoyo extraordinario para la contingencia COVID 19. De lo contrario, los anuncios solo parecerán una forma de pulir la imagen de la presidencia en un momento muy sensible.

En definitiva, hay mas visibilidad de la problemática, tal vez por las recientes manifestaciones del movimiento feminista en México, la marcha del 8 de marzo y el paro nacional sin precedentes. Las manifestaciones por parte de todos los sectores de la sociedad y la institucionalidad también permiten ver aquellos aspectos que no se habían tomado en cuenta integralmente en emergencias de salud pública.

El gobierno ha reconocido cómo es la realidad que pueden llegar a sufrir las mujeres en contextos adversos como la pandemia de COVID-19. Se ha abierto un espacio al tema y queda por ver si las acciones implementadas estarán a la altura del problema.

Cabe advertir que, con todos los esfuerzos dedicados a sobrellevar la emergencia en salud, debe ser necesario mantener recursos suficientes para salvar vidas de la otra pandemia. La violencia de género contra mujeres y niñas que mata a diario.

Investigadora del Observatorio Nacional Ciudadano
@estellelevoyer

(1)  Según datos publicados por el DIF y pronunciamientos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres. Para UNODC 2018, de casi 87,000 mujeres víctimas de homicidio en el mundo, el 34% fueron asesinadas por su pareja y el 24% por un familiar.
(2)  COVID 19: Respuesta con Igualdad de Genero en el ámbito laboral, ONU MUJERES en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020-nuevo/covid19

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