Desde que estaba como candidata para jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum aseguró que una de sus principales acciones sería revisar la concesión de los espacios públicos, incluidos, por supuesto, los relacionados al deporte. Y ahora parece haber comenzado con una limpia que a los que más puede beneficiar es a los usuarios, siempre y cuando se administre bien y no regrese la corrupción.

Un año después, ha comenzado con el proceso para quitar las concesiones a aquellos empresarios privados que solamente explotan instalaciones deportivas en las diferentes alcaldías sin dejar un real beneficio para la ciudad y su gente. En Iztacalco, por ejemplo, recibirán 30 millones de pesos para el manejo de la Ciudad Deportiva, es decir, tendrán recursos para apoyar el mantenimiento y la operación de estos sitios, principalmente de las albercas que es lo que conozco y que normalmente daban su concesión a privados con una impresionante actitud de corrupción, ya que tanto el agua, la luz, el gas, que son los insumos más caros, los pagaba el propio gobierno de la ciudad, en lugar de que lo hicieran estas personas.

Este sin duda es un gran paso para rescatar estar instalaciones y dejar de enriquecer a “empresarios del deporte” que no ayudan a la comunidad con el manejo de estos espacios públicos. La clave después de estos movimientos, es tener un buen plan de trabajo, administración y mantenimiento para que sean redituables y ofrezcan un servicio de calidad a la gente de la ciudad que busca en dónde poder hacer deporte.

Además, y como anunciaron, es muy importante contar con promotores deportivos que trabajen con toda esa gente y que los vinculen de mayor manera hacia las diferentes actividades que se pueden realizar en estas instalaciones, en busca de disminuir el sedentarismo y por ende, la obesidad, que sigue siendo uno de los peores males de nuestra sociedad, sobre todo en los niños.

No me había querido pronunciar respecto a este tema, ya que seguramente habrá quien piense que tengo interés de manejar algunos de estos sitios, lo cual no es cierto. Soy un empresario del deporte en lo privado y sé lo que cuesta tener en funcionamiento este tipo de espacios, por eso se me hacía injusto que fueran las autoridades las que tuvieran que hacer esos gastos, cuando había concesionarios. De igual manera, aclaro, tampoco quiero manejar la natación de México, como lo dicen en la Federación Mexicana de Natación. Lo que me gustaría es que se transparente el uso de los recursos destinados para el deporte en general y que exista un desarrollo en el mismo.

Volviendo al tema y sin envolverme en la bandera de ningún partido político. Aplaudo que se estén recuperando estos espacios y que se trabaje en un tema que hace mucho tiempo que no se aclaraba. Siempre era ventajoso para un empresario manejar estas instalaciones, cuya construcción costó mucho dinero para que otros las exploten y de mala manera.

Ojalá, insisto, estas acciones se extiendan no solamente en el resto de las alcaldías de la Ciudad de México, sino en todo el país. Esperemos también que aprendan a administrar cada una de estas instalaciones y los recursos que, les garantizo, será un servicio extraordinario para la comunidad y para seguir impulsando la actividad física, que tanta falta le hace a nuestra gente.


Profesor

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