Sin duda que la pandemia y todo lo que se ha desprendido de la misma, ha rebasado los límites y capacidades de todos nosotros, autoridades y población en general. En el caso del gobierno, ha ido más allá de las expectativas para su atención y ha generado cosas inconcebibles.

Sabemos que en este momento resultaría irresponsable pedir que se abran aquellas actividades no esenciales, pero lo que no se sigue sin entender es la manera en que los responsables del orden clasificaron a todas las actividades. Me explico: cómo es que llegaron a considerar como esenciales a estéticas y peluquerías por encima de gimnasios, unidades deportivas o escuelas de natación. Esos son centros de salud, porque es lo que promueven, y ojalá terminando la pandemia sean reconocidos de esa manera, como centros de salud. Está comprobado que el riesgo de contagio en estos lugares es de un 0.006 %, igual o mucho menos que en otros que siguen abiertos.

Claro que todos tenemos derecho a subsistir como negocio, pero decir que peluquerías o estéticas sean considerados esenciales no es de entender. No pretendo presionar para que se abran por ahora, pero sí que les tengan respeto a las actividades deportivas que tanto bien le pueden hacer a la sociedad. En las escuelas de natación, por ejemplo son importantes no solamente la actividad física y la disciplina, sino el darle herramientas a los niños para evitar los accidentes o ahogamientos, que tienen un elevado número de víctimas. No es que quiera que se abran las unidades deportivas que son de mi negocio, pero no vendría mal algo de sensatez al designar lo que son actividades esenciales.

Hay muchas mañaneras en las que el Presidente menciona que no hay mejor forma de estar saludable que al hacer ejercicio y alimentarse sanamente, por eso no entiendo que los centros para hacer deporte no sean esenciales, por supuesto con las medidas de seguridad y sanidad, pero igual se deben tener en todos los demás negocios.

Es ilógico pedir ahora mismo que se abran los centros de salud (deportivos), cuando ni siquiera hemos logrado que los deportistas de alto rendimiento tengan una burbuja de trabajo como en otros lados del mundo. Ya era para que las federaciones nacionales levantaran la voz en ese sentido, y en el que nos atañe a este espacio, insisto, que se respete las actividades deportivas y los centros en donde se practican, a partir de los beneficios que traen a la sociedad. 

Profesor.

Google News

TEMAS RELACIONADOS