En la historia moderna de la humanidad, los Juegos Olímpicos solamente se han suspendido en tres ocasiones (1916, 1940 y 1944) como consecuencia de los inicios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Ninguna otra cosa ha logrado que se cancele la justa aunque la pandemia de coronavirus, que seguimos viviendo, ha puesto a Tokio 2020 muy cerca de ello.

Con el nuevo estado de emergencia que se vive en Japón, las dudas sobre la realización de los Juegos han regresado, se han incrementado y aunque el gobierno de Japón, miembros del Comité Organizador y las autoridades del Comité Olímpico Internacional han declarado que no ven necesaria la cancelación, se vive una enorme incertidumbre.

Que se realicen las competencias sin público parece ser lo menos preocupante para los organizadores. Es cierto que sería una pérdida económica importante por lo que también significa en términos de turismo para el país anfitrión. Sin embargo, ni que los atletas tengan el cierre de su ciclo olímpico (de 4 años con diferentes competencias), ni que los aficionados realicen esa derrama económica en la sede, parecen lo más importante en la decisión de hacer los Juegos.

Sobre todo lo de terminar bien el ciclo olímpico tendría que ser lo más importante, pero no es así. El riesgo de cancelación tendría consecuencias económicas graves en lo que se refiere a patrocinios y derechos de televisión. Cifras que son de miles de millones de dólares son las que están en juego.

No es un tema sencillo y aunque parecería algo mercenario, solamente pensando en lo económico, es parte de la industria que mueve al deporte, ya que sin ese dinero sería muy complicada la operación y realización de este tipo de justas, en las que además, los gobiernos de los países sede también invierten fuertes cantidades para estadio, arenas, etc.

De por sí estos han sido unos Juegos costosísimos, incluso antes de la pandemia, y el retraso ha sumado ceros a los gastos extra. Así que pensar en cancelar es, en verdad el último recurso.

Los Juegos Olímpicos no pueden ser tan manoseados como han sido estos de Tokio 2020; sin embargo, todavía vendrán más rumores, trascendidos, desmentidos, declaraciones y comunicados alrededor de su realización e incluso, lamentablemente, una vez que hayan iniciado podrían seguir este riesgo de cancelación si no se siguen las medidas sanitarias.

Profesor