Bozal, instrumento inútil, mecanismo para asustar al pueblo… Estas han sido las principales maneras en que mucha gente ha calificado el cubrebocas en esta época de pandemia. Tenemos que recordar, que nunca antes habíamos vivido algo similar, que a la mayoría nos llenó de incertidumbre y que incluso, algunos, pueden seguir sin creer lo que está ocurriendo.
Se ha generado un constante debate en torno al uso de este instrumento y en verdad que esa polémica ha sido una real pérdida de tiempo para quien ha sido parte de ella. Entre mensajes confusos que han venido incluso desde la OMS, hasta la necedad de algunos.
Lo cierto es que utilizarlo no te hace ni más ni menos mexicano, no te quita autonomía de pensamiento y si ayuda a que, bajo el uso correcto, se pueda reducir el riesgo de transmisión, sobre todo en espacios cerrados y para la gente que tiene que salir a trabajar para subsistir.
Se entiende, claro, que la recomendación de utilizar la mascarilla tiene que ver como el del uso de un instrumento auxiliar de prevención, más cuando hablamos de lugares cerrados. Debemos tener claro que no es la principal medida en contra del virus, pero tampoco podemos decir que portarlo es algo inútil.
No debería existir polémica. Quien deba salir por necesidad que lo utilice, puede que no sea cómodo, pero es parte de nuestra realidad. Y quien no tenga algo importante que hacer en la calle, que se quede en casa, ahí no tiene que usar la mascarilla y también ayuda, en lugar de solo quejarse y quejarse.
Porque el número de contagios no baja, el número de camas de hospital utilizadas sigue en aumento y la economía continúa estancada. Esos no son inventos y de alguna manera tienen que ver con la necedad de algunos de no seguir los lineamientos. Entendamos que a los únicos que estamos perjudicando es a nosotros mismos.
O en verdad… ¿no les gustaría dejar atrás lo peor de la pandemia para México? Porque como vamos, no pasaremos la navidad con nuestras familias, y no todo es de las autoridades también a nosotros nos hace falta menos polémica improductiva y más conciencia de esta nueva realidad.
Profesor
