La falta de planeación , la corrupción y el oportunismo de unos cuentos para beneficio personal, son los grandes males del deporte federado en nuestro país. Pareciera que es la misma cantaleta desde hace años, pero mientras no cambien las cosas, mientras haya directivos que buscan eternizarse en el poder y mientras las Federaciones Nacionales no cumplan con la encomienda que tienen, se tendrá que denunciar, aunque suene a lo mismo.

Dejar de hacerlo, dejar de señalar los malos manejos y la falta de apoyo y planeación para el desarrollo de los deportistas, no solamente sería resignarse, sino también, convertirse en cómplice de un sistema que está podrido en muchas de sus ramificaciones. Y estos malos manejos a los únicos que perjudican son a los atletas, lo cual pudimos observar en los últimos Juegos Olímpicos Tokio 2020 , para los que muchos de ellos no tuvieron el apoyo ni la preparación que requerían y no alcanzaron un mejor resultado.

Por eso se necesita que las autoridades deportivas del país, ya sea la Conade , el COM o hasta la Codeme (que para algunas cosas parece que sigue viva, pero para lo que realmente importa, no), realmente tengan la disposición de regular todos y cada uno de los procesos que existen en relación al alto rendimiento y sobre todo en relación a las Federaciones deportivas, cuya mayoría se han ido por la libre, sin que exista quien verifique que sus procesos se realicen conforme los estatutos establecidos.

Hoy sin ese órgano regulador, muchas de las federaciones y sus dirigentes han convertido estas asociaciones civiles como empresas familiares, y los recursos que generan u obtienen del erario va a parar a sus bolsillos y no es utilizado para el deporte. Por supuesto que no son todas las federaciones ni todos los federativos, pero lamentablemente la tendencia es esa, la de sacar provecho personal.

Por eso es importante que se respeten los estatutos y se ponga en marcha el Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva ( Coved ), por ejemplo, que tras la supuesta desaparición de la Codeme, sería el encargado de regular las elecciones de federativos y asociaciones, pero simple y sencillamente no existe. Está empezando un nuevo ciclo olímpico y todavía se puede hacer algo para mejorar las condiciones de nuestros atletas.

El deporte en nuestro país no tendrá el desarrollo que se espera mientras lo que pase fuera de los campos, las pistas, las canchas y las albercas siga como hasta ahora, con más actos de beneficio personal y de corrupción que con una verdadera labor de planeación y trabajo con los atletas. Es imprescindible erradicar esas malas prácticas, legislar para que exista una verdadera regulación en las elecciones de las federaciones, así como regular cada uno de sus actos, sobre todo en lo que se refiere al manejo del recurso. Estamos a tiempo, insisto.

Profesor.