En estos momentos en los que la familia y amigos de Carlos Girón siguen al pendiente del estado de salud del exclavadista, medallista olímpico en Moscú 1980, creo que sería bueno recordar cosas hermosas que han pasado en los clavados en México.

Primero, tenemos que recordar que ha habido varios medallistas olímpicos.

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Joaquín Capilla

: bronce en plataforma de 10 metros en Londres 1948, plata también en plataforma de 10 metros en Helsinki 1952, bronce en trampolín de 3 metros en Melbourne 1956; y por supuesto el oro en plataforma de 10 metros en Melbourne 1956.

Juan Botella

: bronce en trampolín de 3 metros en Roma 1960.

Álvaro Gaxiola

: plata en plataforma de 10 metros en México 1968.

Carlos Girón

: plata en trampolín de 3 metros en Moscú 1980.

Jesús Mena

: bronce en plataforma de 10 metros en Seúl 1988.

Fernando Platas

: plata en trampolín de 3 metros en Sidney 2000.

Paola Espinosa y Tatiana Ortiz

: bronce en sincronizados en Beijing 2008.

Paola Espinosa y Alejandra Orozco

: plata en sincronizados en Londres 2012.

Laura Sánchez

: bronce en trampolín de 3 metros en Londres 2012.

Germán Sánchez e Iván García

: plata en sincronizados en Londres 2012.

Germán Sánchez

: plata en plataforma de 10 metros en Río 2016.

Es importante recordar que México ha sido una potencia en esta disciplina. Desde el primer grupo —antes de 1970—, con clavadistas formados por el gran maestro Mario Tovar, hasta la segunda gran escuela, trabajada por Jorge Rueda, entrenador del Seguro Social y cuyo primer medallista olímpico fue Carlos Girón . Todos los demás, de 1980 a la fecha, han sido clavadistas de extracción del Seguro Social, institución que desde 1965 promovía las actividades acuáticas y todo el deporte.

En referencia a Girón, lo que hay que decir, es que fue la imagen para muchos clavadistas que después de los ‘80, se inspiraron en él. Por supuesto también por Joaquín Capilla, pero como eran jóvenes y conocían a Carlos, él era su inspiración. Creo que su gran valor como clavadista fue porque sabía mucho de lo que pasaba en Acapulco.

Él vivió ahí y hay historias de que se echaba clavados para sacar unas monedas en el mar. Eso le da un valor incalculable a su figura.

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Se le negaron las dos medallas olímpicas, tanto en Munich 1972 como en Montreal 1976, pero afortunadamente en 1980 logró cosas increíbles, y lo hizo al lado de grandes clavadistas, como Klaus Dibiasi, Giorgio Cagnotto o Greg Louganis.

Un hombre alegre que constantemente hacía bromas con todo el gremio de los clavados y de la natación de México. Viajamos juntos a Centroamericanos, Panamericanos, siempre con un gran ambiente. Carlos Girón merece en el marco del deporte mexicano un espacio especial. Desde aquí, saludos a toda su familia, a sus hijos y esperemos su restablecimiento.

deportes@eluniversal.com.mx

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