Al hacer una reflexión de la manera en que se comenzaron a aplicar las vacunas contra el a los deportistas en nuestro país, es imposible pensar en que la forma en que se manejó esta aplicación y el mensaje hacia afuera no fueron los más adecuados.

Pareció más algo con tintes políticos —con fotografías y adjudicación del hecho—, que un paso realmente necesario para los atletas y algunos miembros de los equipos multidisciplinarios de cara a los Juegos Olímpicos , y eso al final, les generó cierto encono con la gente del sector salud y con una buena parte de la sociedad en general.

Entendamos que en estos momentos y con las complicaciones que siguen por la pandemia de coronavirus en México y el resto del mundo, no hay duda de que quienes deben ser en su totalidad inmunizados son los trabajadores del sector salud, que no solamente son los médicos sino también el personal de enfermería, de camillas, de limpieza, etc. Nunca se planteó brincarse el calendario de vacunación que dio el Gobierno Federal , pero sí debieron explicar mejor la razón y cómo sería que los atletas (y entrenadores) podrían recibir las dosis, sin alterar el orden ni la percepción de la gente.

Es un tema complicado, es cierto, pero bien manejado se hubieran evitado tantas críticas que han caído sobre los atletas, quienes al final son los menos responsables de esta situación.

Para evitar esto, era muy importante que se explicara de mejor manera el porqué es importante que se vacunen los atletas (y entrenadores) y la sociedad lo hubiera entendido. Era vital que hicieran entender que estos deportistas que representarán al país (tanto en Olímpicos como en Paralímpicos ) todavía tienen que salir a competir ya sea para seguir con su camino a Tokio 2020 o para buscar el boleto a los Juegos, y al no estar vacunados no rinden igual por el temor de contagio.

Para nadie es un secreto que los deportistas se convierten en un orgullo nacional cuando obtienen resultados, cuando suben al podio en una justa como los Olímpicos . Sin embargo, la forma como se presentó la vacunación, insisto, no fue la adecuada. Fue un mensaje político queriendo apantallar y decir quién consiguió que se vacunaran, tratando de colocarse la medalla, ya sea por partido u organización deportiva. En lugar de ser un mensaje de unión y esperanza, fue todo lo contrario.

Todos requerimos de la vacuna, hasta los políticos que están en campaña. Por supuesto que hay prioridades y también hay manera de decir las cosas. Ha habido mucha controversia, no se ha manejado de forma adecuada ni han explicado bien las razones por las que se ha vacunado a este grupo de cara a los Juegos Olímpicos y, lo peor, es que ni siquiera se ha vacunado a todos y ya quedaron mal.

Ahora hay que desatar ese nudo, y que no se vea a los deportistas como los malos.

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