Texto: Aída Castro Sánchez
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Miguel Ángel Garnica
Muchas mujeres “humildes, suplicantes, ignoradas, se fundieron momentáneamente en lo anónimo y al terminar su actuación heroica pasan inadvertidas para muchos”, escribió Francisco Monterde García Icazbalceta en las páginas de EL UNIVERSAL ILUSTRADO en 1923.
“Este despertar de las mujeres en el siglo XIX se dio justo cuando las actividades de ellas estaban limitadas al espacio doméstico y en 1810 reaccionaron con energía y convicción, tomaron decisiones inteligentes y ocuparon el lugar de los hombres que luchaban”, afirma la doctora en historia Guadalupe Jiménez.
Hoy se cumplen 209 años del inicio de Guerra de Independencia y recordamos a las mujeres que ofrendaron sus cuerpos, combatieron junto a los hombres, hicieron labores de abastecimiento de alimentos y armas o realizaron actividades de espionaje, por lo cual fueron encarceladas o fusiladas.
En la imagen un fragmento de un corrido ilustrado con el enfrentamiento entre mujeres realistas e insurgentes en el siglo XIX. Foto tomada del libro de Historia de cuarto grado, de la SEP.
Hace más de dos siglos Mariana Rodríguez del Toro estuvo a punto de lograr la Independencia de México al tramar una conspiración contra el virrey Francisco Xavier Venegas, pero fue denunciada y todos los conspiradores fueron aprehendidos. Le confiscaron sus bienes y quedó en la absoluta pobreza. Estuvo presa en un calabozo 10 años.
Algunas mujeres fueron acusadas de “seductoras de tropa”, delito que hace referencia a las que intentaban convencer a los soldados y oficiales de desertar.
María Tomasa Estévez fue una de ellas. Trabajó para varios jefes insurgentes. Una de sus labores consistió en recopilar información confidencial del ejército realista español e integrar el primer frente insurgente en Salamanca, Guanajuato, al lado de Andrés Delgado, Albino García y el cura Rafael Garcilita.
Debido a su labor de persuasión los soldados realistas la acusaron de convencer a algunos de sus integrantes de desertar, por lo que fue fusilada en Salamanca, Guanajuato, en agosto de 1814.
Carmen Camacho fue culpada de “seducción de la tropa realista” y fusilada el 6 de diciembre de 1811. Antes de morir vitoreó la Independencia de México, según el cronista González Obregón.
Otras mujeres encarceladas fueron Gertrudis Armendáriz de Hidalgo y Costilla, Manuela Herrera, Prisca Marquina de Ocampo y Altagracia Mercado.
Entre las que participaron directamente al frente de una tropa, empuñaron las armas, tuvieron un cargo militar o fabricaron cartuchos están: María Fermina de Rivera, Altagracia Mercado, Prisca Martina de Ocampo, Manuela Medina (a quien la Junta de José María Morelos le dio el título de capitana), Carmen de las Piedras de Elías, las hermanas Francisca y Magdalena Godos.
Nuestra foto principal es el Retablo de la Independencia, realizado por el artista Juan O’Gorman en el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec, 1971. En este mural se encuentran retratadas Josefa Ortiz de Domínguez (quien aparece en dos ocasiones, una de ellas a caballo), Gertrudis Bocanegra y Mariana Rodríguez del Toro, es una imagen de archivo de EL UNIVERSAL
La comparativa antigua es la Plaza de Santo Domingo en 1968. La actual es tomada de Google Maps.
Fuentes: