La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

La construcción de las primeras líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro permitió la oportunidad de recuperar vestigios de la ciudad de México que van desde la prehistoria hasta el Virreinato. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Especial.

Texto: Carlos Villasana.

El día 19 de junio de 1967 una multitud se dio cita en el cruce de Chapultepec y Bucareli para presenciar un momento que sería histórico para la ciudad de México, la inauguración de las obras para la construcción de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro .

El jefe del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF), Alfonso Corona del Rosal, encabezó la ceremonia al empuñar un taladro eléctrico que daría comienzo a una nueva era en el transporte de la capital del país.

Mientras el proyecto de infraestructura marcaba un antes y después para el transporte capitalino, otra misión simultánea redescubrió invaluables huellas del pasado de la ciudad. Es una historia que Mochilazo en el Tiempo trae para ti.

Un reto de la ingeniería y una misión por la memoria histórica

De acuerdo con Kevin Cruz, estudiante del IPN y difusor de la historia del STC Metro, con la ceremonia inició una de las obras más grandes y complejas del siglo XX en México, a pesar del “tabú” que consideraba imposible construir un transporte subterráneo en la capital, debido a las características del subsuelo, la alta sismicidad y los hundimientos.

Según explica, en aquel entonces muchos ingenieros, técnicos y especialistas de prestigio nacional e internacional, así como funcionarios de gobierno, mantenían ese escepticismo desde casi una década atrás.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

En muchos casos, la construcción del Metro requirió quitar el asfalto para disponer del suelo en las excavaciones de los túneles. Colección Carlos Villasana.

La empresa Ingeniería en Sistema de Transporte Metropolitano, filial de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), quedó a cargo de la construcción durante la primera etapa del proyecto, además de la obra civil. Pero Kevin resalta que además patrocinó un proyecto simultáneo: el salvamento arqueológico en el primer cuadro de la capital.

Nuestro entrevistado señala que construir el Metro de la Ciudad de México no sólo significó desafiar diversos retos de ingeniería, sino también la oportunidad de rescatar los vestigios de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan. También comenta que hay bases históricas para afirmar que estos restos llevaban ocultos casi cinco siglos.

Nos narra que las prioridades de construir la Línea 1 y salvar el patrimonio interrumpieron y modificaron las labores previstas para la construcción de las tres primeras líneas del Metro, en repetidas ocasiones.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Miles de objetos de las épocas prehispánica y colonial pasaron a formar parte del acervo a Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), gracias a los esfuerzos de los arqueólogos y especialistas de dicha institución. Colección Carlos Villasana.

Eso sí, puntualiza que esto no era extraño y que de hecho se sabía que a lo largo de las excavaciones tendrían lugar hallazgos arqueológicos, en especial en la zona central de la antigua capital del Imperio Mexica.

Lo anterior, explica, es la razón por la que se consideró fundamental contar con la participación de los especialistas del INAH, aunque precisa que no hablamos sólo de arqueólogos.

Habría paleontólogos, dedicados a estudiar la flora y la fauna a través de los restos fósiles; palinólogos, encargados de analizar los restos de polen; etnohistoriadores y paleógrafos, especialistas en inscripciones y documentos antiguos, entre otros expertos que participaron en el análisis y fechamiento de los restos localizados.

Para llevar a cabo tanto las obras de construcción como los trabajos de rescate de los vestigios, Ingeniería de Sistemas de Transporte Metropolitano se coordinó con el Departamento de Prehistoria del INAH para supervisar las excavaciones.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Los especialistas del INAH trabajaron bajo la presión por reactivar las labores de cientos de obreros y maquinaria en torno a la construcción de la primera etapa del Metro. Colección Carlos Villasana.

Cuando le preguntamos a Kevin si quedaron registros de estas labores, nos habla de los diarios de campo, reportes en donde se describía a detalle en qué tramo especifico se habían localizado piezas, muros o estructuras, osamentas o textiles.

Agrega que, para complementar estos diarios de campo, se levantaban croquis y planos de cortes estratigráficos, que permiten ver las distintas capas de roca que forman el suelo. Nos recuerda que toda la documentación que menciona se encuentra en el Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH.

Restos de los antiguos habitantes y sus dioses

Cruz Ramírez nos cuenta que la mayoría de las piezas rescatadas se vincularon a la cultura mexica, una vez que los expertos las estudiaron, aunque hubo excepciones, como un cráneo humano con una antigüedad de más de 10,500 años.

También señala que los registros históricos indican que “después del 19 de junio de 1967, los primeros trabajos de construcción iniciaron sobre las avenidas Arcos de Belén y José María Izazaga, entre la avenida Balderas, su continuación avenida Niños Héroes y la avenida Plaza de San Pablo”.

Al menos en este primer tramo, se rescataron 250 piezas y a lo largo de toda la Línea 1 se localizaron más de 1,500 piezas. La interferencia entre el trazo de las tres primeras líneas del STC y el patrimonio arqueológico generó la necesidad de realizar una serie de estudios especiales.

Ese año, en el cruce de José María Izazaga e Isabel la Católica, donde se ubicaría la estación del mismo nombre frente al hoy Museo de la Charrería, se localizaron restos de muros, escaleras y cimientos que pertenecieron al ex Convento de Montserrat.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Restos de escalinatas pertenecientes al Ex Convento e Iglesia de Montserrat, frente al hoy Museo de la Charrería, durante las obras de construcción de la línea 1 del Metro en 1967. Imagen: Archivo El Universal | Colección Villasana.

Ahí además se encontró una de las piezas más relevantes, que al inicio se creyó nada más que un enorme bloque de roca irreconocible, por lo que en breve se colocó en un camión de volteo para su traslado.

El destino de esta “roca” era quedarse el tiradero de San Juan de Aragón, pero en ese lugar un trabajador notó las figuras talladas que la caracterizaban como vestigio arqueológico. La noticia no se hizo esperar y el Departamento de Prehistoria del INAH quedó a cargo de la pieza, en sus laboratorios de restauración.

Aunque al inicio el personal de INAH precisó que se trataba de una representación de la diosa de la fertilidad Coatlicue, quedaba claro que tenía similitudes con otras esculturas mexicas.

Por su parte la arqueóloga Doris Heyden, tras realizar los estudios más recientes, concluyó que se trata en realidad de una representación del dios al que veneraban como “señor de la tierra”, Tlaltecuhtli.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Tlaltecuhtli es una deidad que forma parte de los mitos de la creación de acuerdo a las creencias mexicas. Foto: Kevin Cruz.

Kevin señala que hoy está pieza se encuentra exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología, aunque existe una réplica exhibida en la estación Bellas Artes de la Línea 2 del Metro, en uno de los pasillos ubicados del lado de la dirección Tasqueña.

Ilustración 3. Escultura de Tlaltecuhtli, exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Imagen: Kevin Cruz.

Otro de los hallazgos relacionados a la Línea 1 se dio entre las estaciones Isabel la Católica y Merced. Numerosas osamentas humanas y animales se localizaron junto con objetos que, explica Kevin, “permitían definir si se trataba de enterramientos ceremoniales por sacrificio o luctuosos”.

Cruz Ramírez resalta un caso particular de mayo de 1968, cuando las excavaciones dieron con restos humanos de la época colonial. Entre esos restos, los estudios identificaron los que correspondían a un indígena cuyas extremidades inferiores “tenían grilletes llamados ‘apremios’ y uno más ubicado en la rodilla izquierda, que se utilizaban para castigar y hacer confesar a los presos haciendo uso del dolor”.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Osamentas humanas encontradas durante las obras de construcción de la línea 1 del Metro, entre las estaciones Isabel la Católica y Merced. Colección Carlos Villasana.

Catedral y Salvador, las estaciones canceladas

El diseño original de la Línea 2, según platica Kevin, tenía previsto pasar de la avenida Hidalgo a la calle Cinco de Mayo, cruzar en diagonal el Zócalo y terminar el recorrido por José María Pino Suarez, en la Plaza Tlaxcoaque.

No se contemplaba extender esta ruta más al sur porque entonces aún daban servicio los tranvías que partían de la Plaza de la Constitución hacia Tlalpan y Xochimilco. Fue más tarde que se aprobó ampliar el servicio del Metro hasta la Calzada de Taxqueña, además de recortarse la ruta del tranvía.

Las condiciones del suelo en el corazón del Centro Histórico resultaron ser singulares, de modo que también los estudios de la zona tuvieron sus particularidades.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

De haberse logrado el diseño original, el metro tendría una estación en las calles detrás de la Catedral Metropolitana. Colección Carlos Villasana.

Por un tiempo se contempló la posibilidad de continuar desde Hidalgo hasta el final de la calle de Tacuba, en su cruce con Monte de Piedad, Guatemala y Brasil. La idea era situar la “estación Catedral” entre la calle de Palma y el Pasaje Catedral.

Sin embargo, al final las complejas condiciones del suelo determinaron que en este tramo la estación se ubicara en el cruce con Motolinía, y es por eso que el metro pasa por Allende antes de llegar al Zócalo.

Lo curioso es que tal vez sin el proyecto inicial de la estación Catedral no se habría rescatado un adoratorio prehispánico que se distingue por la cualidad de tener influencia teotihuacana, si bien se considera mexica en mayor medida. Desmontaron la estructura y hoy se puede visitar en el jardín de la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Adoratorio mexica con influencia teotihuacana en su arquitectura, exhibido en el jardín de la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia. Foto: Kevin Cruz.

También, a un costado de la estación Allende, entre las calles Isabel la Católica y Palma, desde una profundidad de seis metros se extrajo una gran escultura con forma de cabeza de jaguar, cuya identidad sería el dios gemelo de Quetzalcóatl, Xólotl, quien se encargaba de recibir a los muertos.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Cabeza de jaguar, representación de Xólotl, dios gemelo de Quetzalcóatl, exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Foto: Kevin Cruz.

Kevin indica que como resultado de las modificaciones a la Línea 2, hoy tenemos dos estaciones que no formaron parte del plan inicial: Zócalo y Pino Suárez. El problema fue que hacía falta excavar muy profundo para la construcción de una estación de correspondencia en esta zona, donde además de la avenida Fray Servando también sería necesario “librar” las vías de la Línea 1.

Se descartó la estación Salvador cuando se descubrió que ésta habría interferido con dos colectores de agua, es decir las tuberías del drenaje. La ventaja fue que el tramo modificado, entre Zócalo y Pino Suárez, respetaba ambos colectores y las vías de tránsito vehicular, además de habilitarse un paso peatonal denominado “Pasaje Zócalo-Pino Suárez”, explica.

Las pirámides redondas, monumentos al dios del viento

La zona de la actual estación Pino Suárez aún tenía más tesoros históricos por ser descubiertos, de acuerdo con lo que narra Kevin. Uno de los hallazgos más notables fue el centro ceremonial dedicado al dios del viento, Ehécatl-Quetzalcóatl, en lo que hasta antes de la Conquista fue el barrio de Cuezcontitlán.

Estas excavaciones, en el sitio de la eventual la estación Pino Suárez, corrieron a cargo del arquitecto y arqueólogo Jordi Gussinyer, del INAH. En este caso, hablamos de toda una serie de hallazgos que inició en mayo de 1968 y concluyó hasta marzo de 1970.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

De los templos y ofrendas bajo el espacio de la actual estación Pino Suárez, la de mayores dimensiones se preserva hasta la fecha y sirvió de base para el diseño del logotipo de la estación. Foto: INAH.

Nuestro entrevistado aclara que se encontraron varias estructuras de diferentes épocas y con características muy diversas. También señala que Gussinyer afirmó haber encontrado un total de trece adoratorios en toda el área, de los que seis eran circulares, una cualidad distintiva de la dedicación a Ehécatl-Quetzalcóatl.

Por supuesto que además se encontró un buen número de ofrendas de valor y belleza considerable enterradas en torno a los monumentos. De esas piezas, una que pasó a integrar la identidad del lugar fue la llamada coloquialmente como “la monita del Metro”. Otro tipo de escultura que Kevin destaca es el “ozomatli” que sirvió como argumento de la identificación de la deidad del viento.

Esta figura se encuentra expuesta actualmente en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Mono Ehécatl, exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Foto: Kevin Cruz.

Aquí mismo también se recuperó un vaso ceremonial en forma de espiral llamado “Copa Flor” de origen cholulteca. También se encontró la figura de un sapo, realizado en piedra, recubierto en estuco y coloreado en azul. En el mismo lugar se localizaron diversas ofrendas, una de ellas albergaba una escultura en piedra que representaba a Tláloc con Xiuhtecuhtli.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Cerámica Rojo Pulido "Copa de Flor", exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Foto: Kevin Cruz.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Figura de un sapo, exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Imagen: Kevin Cruz.

La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico
La construcción del Metro dio lugar a hallazgos arqueológicos en el Centro Histórico

Deidad con Elementos de Fuego y Agua, exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Foto: Kevin Cruz.

El “hombre de metro Balderas”

La construcción de la Línea 3 en 1968 también fue noticia por hallazgos relevantes para la memoria histórica de la ciudad de México. El caso que Kevin nos cuenta es el del llamado “hombre de metro Balderas”, que irónicamente debe su nombre popular a un error.

Cuando se hicieron las excavaciones para construir la estación Juárez, a unos tres metros de profundidad se encontró un cráneo humano, en condiciones de conservación tan buenas que fue posible determinar que debió ser un hombre de entre 35 y 40 años.

Por otro lado, la antigüedad de estos restos los distingue de los vestigios prehispánicos, pues los expertos le atribuyeron a este espécimen al menos 10, 500 años, gracias a que en el interior del cráneo había ceniza volcánica del Nevado de Toluca que se usó en las pruebas.

Sin embargo, comenta Cruz Ramírez, el sobrenombre con el que lo conocería el público hace referencia a Balderas por una confusión con la avenida Balderas, que hasta la fecha es el domicilio de la estación Juárez.

Kevin agrega que existe toda una colección de restos humanos, bajo el nombre de “Restos Óseos Precerámicos”, al cuidado de la Dirección de Antropología Física del INAH, en la que figuran otros especímenes como la “Mujer del Peñón de los Baños”, el “Hombre de Chimalhuacán” o “Hombre de Tlatilco”.

Así luce el interior de la Osteoteca del INAH, de acuerdo con esta publicación en sus redes oficiales. Facebook DAF-INAH.

La denominación coloquial con la que se llamó a este descubrimiento provoco que la mayoría señale que ocurrió en la estación Balderas, cuando en realidad sucedió durante los trabajos de construcción de la estación Juárez, robándole por completo su respectivo crédito. El nombre “Metro Balderas” hace referencia a que dicho hallazgo arqueológico se encontró durante las obras de construcción de la Línea 3 del “Metro” sobre la avenida “Balderas”, pero no al nombre de la estación mencionada.

Algunas de las piezas rescatadas durante las obras de construcción de las tres primeras líneas del Metro durante su primera etapa, se encuentran exhibidas en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia.

Kevin declara que la importancia de estos hallazgos radica en que “el Metro fue una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XX desarrolladas en nuestro país por tratarse de un trabajo sumamente complejo y al mismo tiempo interdisciplinario. Sus obras permitieron rescatar los vestigios del pasado prehispánico, colonial, y de los siglos XIX y XX que forman parte de la identidad cultural e histórica de nuestra Ciudad de México”.

Estas son algunas de las maravillosas historias que esconde el Metro de la Ciudad de México entre sus estaciones, pasillos y túneles respecto a los hallazgos arqueológicos que se encontraron durante su construcción y de las que una parte está disponible para el público.

  1. Fuentes:
  2. Entrevista a Kevin Enrique Cruz Ramírez, estudiante en la ESIME del IPN. Desde hace dos años es fundador de la página de Facebook “Metronomía” con información referente al STC Metro.
  3. Folleto “Memoria Descriptiva del Metro de la Ciudad de México” publicado por Ingeniería de Sistemas de Transporte Metropolitano en 1969.
  4. Libro “La Gran Capital 1966-1970” publicado por el Departamento del Distrito Federal en 1970.
  5. Libro “El Metro de México. Primera Memoria” publicado por Ingeniería de Sistemas de Transporte Metropolitano en 1973.
  6. Libro “Memoria Metro de la Ciudad de México. Segunda Memoria” publicado por Ingeniería de Sistemas de Transporte Metropolitano en 1977.
  7. Fotografías Colección Kevin Cruz, Colección Villasana, Archivo El Universal.
Google News

TEMAS RELACIONADOS