Texto: Daniela Jurado
El rito de asistir cada sábado al Tianguis Cultural del Chopo para conseguir discos o simplemente platicar de música comenzó en 1980 en la colonia Santa María la Ribera . Actualmente este emblemático mercado se encuentra en la Guerrero. En este Mochilazo en el tiempo conmemoramos su 40 aniversario : ¡Larga vida al Chopo!
Cuando el promotor cultural Jorge Pantoja entró a trabajar en el Museo Universitario del Chopo por invitación de Ángeles Mastretta, entonces directora de ese recinto, ambos se enfrentaron a un gran enemigo: el recuerdo arraigado que tenía la gente del dinosaurio del Museo de Historia Natural que antes de estar en Chapultepec se encontraba ahí.
Como coordinador de actividades culturales del museo, Jorge Pantoja llevó a cabo varios proyectos durante la primera mitad de 1980, como los jueves de conciertos , un concurso de composición y una exposición de portadas de discos de rock. Fue en octubre de ese año cuando su hermano Antonio le sugirió la idea de hacer un tianguis de intercambio de discos.
Jueves de rock en el Museo Universitario del Chopo. Los jóvenes se divierten al ritmo de la banda Mara en los años 80. Foto: Cortesía/ Museo Universitario del Chopo.
“Convocamos a coleccionistas, amantes de la música y a disqueras independientes para que se hiciera un trueque de revistas y discos. Lo nombramos Primer Tianguis de Publicaciones Musicales y Discos . Sólo se llevaría a cabo los sábados 4, 11, 18 y 25 de octubre, pero tuvo mucho éxito y se quedó”, recordó Jorge.
El Primer Tianguis de la Música realizado en el Museo Universitarios del Chopo en 1980. La idea original consistía en el trueque de discos, sin permitir la compra y venta. Foto: Archivo Histórico del Museo Universitario del Chopo.
Convocatoria para el Primer Tianguis de Publicaciones Musicales y Discos, publicada el primero de octubre de 1980. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
“Llegaron músicos como Rolando Chía y Walter Schmitd que traían material que nunca habíamos visto en México, llegaban con rarezas. Al verlos entrar al museo los rodeábamos porque sabíamos que llevaban joyas”, compartió Antonio Pantoja.
Además de Jorge y Antonio Pantoja, también colaboraban en el tianguis otros de sus hermanos: Jesús se encargaba del audiorama; Eduardo rentaba mesas a los asistentes para exponer lo que quisieran vender o intercambiar y Toño se encargaba de la coordinación de actividades.
El señor Antonio Pantoja sostiene en sus manos el libro "Cuando el Chopo despertó, el dinosaurio ya no estaba ahí", compilado por su hermano Jorge. Foto: Daniela Jurado.
El Chopo sale a la calle
El tianguis estuvo dentro del museo hasta 1982, cuando el personal del recinto se quejó del aumento de trabajo por la cantidad de personas que asistían.
Los “ choperos ”, como se reconocen así mismos los más asiduos a este mercado sui generis, decidieron continuar el ritual afuera del museo, en la calle que lleva el nombre del poeta Enrique González Martínez, hasta la avenida Puente de Alvarado.
Logo del Tianguis Cultural de Chopo y su diseñador Gerardo Tapia. Foto: cortesía/ G. Tapia.
El domicilio del tianguis cambió nuevamente en 1985 por quejas vecinales: “una tocada de Ángela Martínez y el grupo TNT sirve de pretexto para prohibir el establecimiento definitivo del Chopo”, escribió Abraham Ríos en su libro Tianguis cultural del Chopo. Una larga jornada .
El Chopo se volvió un mercado itinerante , nómada, gitano. Los tianguistas , de acuerdo al libro citado, alquilaron un estacionamiento en Sadi Carnot y Edison en la colonia San Rafael durante ocho meses, sin embargo, el asedio de las autoridades provocó que se fueran de ahí.
Probaron suerte también en el Casco de Santo Tomás, en Ciudad Universitaria, así como en el Kiosco Morisco de la Santa María la Ribera.
Los choperos de los 90. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
La caravana rocanrolera continuó su búsqueda de asentamiento, pero no fue cosa fácil. Se encontraron con el que fue quizá el lugar más hostil: la calle de Oyamel en la colonia Atlampa.
Se conoce como “ La batalla de Oyamel ” al enfrentamiento que hubo entre choperos y miembros de una banda del barrio del Nopal, misma que incitó un desplazamiento forzoso. Después de tanto ir y venir llegaron en 1988 a su ubicación actual: la calle de Aldama en la colonia Guerrero.
Con mantas colgadas se les pedía a los asistentes al Tianguis del Chopo respetar a los vecinos y no ingerir sustancias tóxicas. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Los choperos
El señor Ramón Castillo es un conocedor de publicaciones musicales. El que quiere documentarse sobre rock va a su puesto para conseguir el famoso libro Guaraches de ante azul , del premio Villaurrutia Federico Arana, o de alguna novela del movimiento literario de la Onda.
Varias choperas en el Museo Universitario del Chopo: Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Ramón está orgulloso de festejar 40 años del Chopo, él estuvo desde los inicios en 1980: “no pensamos que esto fuera a trascender, sólo nos reunimos jóvenes con los mismos gustos. Aunque nos corrieron muchas veces perseveramos y aquí estamos”, enfatiza el poseedor de una colección de revistas muy nutrida.
Por su parte, Abraham Ríos Manzano contó que se enteró del tianguis una semana después de que empezó. Tenía 21 años cuando llegó, ahora tiene 61. Recuerda que le fue mal en su primer intercambio porque le dieron “un disco horripilante de rock texano por una edición preciosa inglesa doble funda de Blind Faith, uno de los grupos de Eric Clapton. Fue mi noviciado”.
Él considera que del 90 al 96 se vivieron los mejores años del Chopo , porque en ese tiempo, nos contó, se perfilaron actividades como Radio Chopo que se encarga de organizar firmas de autógrafos y conciertos.
Existieron dos programas de radio del tianguis: "El rock está en el Chopo", conducido por Enrique Falcón y Jorge Barragán y "El rock sigue en el Chopo", conducido por Carlos Alvarado (QEPD) y Francisco Marín. Foto: cortesía/ Ramón Castillo.
“Creo que el tianguis se sigue caracterizando por su capacidad de convocatoria de gente de todas las edades. Hay diversidad y tolerancia , no importa cómo te peinas o te vistes lo sustancial es que estés aquí. En 1985 las autoridades nos amenazaron con desaparecer este proyecto, nosotros pensamos que ya se había acabado esto, pero la capacidad organizativa y de negociación han hecho que 35 años después todavía estemos aquí a pesar de todo”, dijo Abraham.
Abraham Ríos Manzano con su libro Tianguis Cultural del Chopo. Una larga jornada, publicado en 1999. Foto: Daniela Jurado.
El cronista Carlos Villasana también nos platicó de su experiencia en el lugar:
“Fui con mi hermano y unos amigos. La primera vez sólo hicimos una inspección ocular para ver cómo funcionaba. No podías llevar cualquier cosa, te los ninguneaban si no eran discos raros. Ahí conseguí material de mis bandas favoritas como el Physical Graffitti de Led Zeppelin o el Sticky Fingers de The Rolling Stones con la famosa y controversial portada de Andy Warhol o el Thick as a Brick de Jethro Tull, entre otros”.
“Debías saber comprar e intercambiar, podía pasar que conseguías un disco y al llegar a casa estaba todo rayado. Todo importaba: la grabación, la diferencia sonora de los discos importados, el diseño de la portada, incluso vendían cubiertas para proteger los discos. Uno iba al Chopo a mejorar su colección, pero también a encontrarse con toda la banda”, dijo el coleccionista.
En la imagen antigua se observa a unos jóvenes al interior del Museo Universitario del Chopo tomada entre 1980 y 1982; la segunda es el Tianguis del Chopo en el 2020. Fotos: Museo Universitario del Chopo y Daniela Jurado. Diseño web: Griselda Carrera.
En tanto, Francisco Marín nos contó que él tenía 20 años cuando llegó al Chopo. En ese entonces estudiaba la licenciatura en administración industrial en el Politécnico, “al conocer el tianguis lo dejé todo por él, tanto mi carrera como mi trabajo, fue un lugar que me fascinó, me sedujo y me quedé”.
Se enteró del tianguis por los anuncios de alguna de las revistas de la época como Sonido, Conecte y Rock Pop. Llegó con una caja llena de casetes de AC/DC, Judas Priest, Scorpions. De ahí hizo clientes y amigos.
“Cada quien ama el Chopo a su modo. Me da temor que este lugar desaparezca, porque ha sido nuestra vida. Yo dejé todo por él, no me arrepiento porque lo bailado nadie nos lo quita”, comentó Marín.
Venta de discos y libros en el Tianguis Cultural del Chopo en 1995. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Este 4 de octubre coleccionistas, músicos y toda la gente que ha hecho suyo el tianguis no podrán celebrar en grande, por las circunstancias de la pandemia mundial de la Covid-19 ; sin embargo, estos 40 años de rocanrolear cada sábado serán festejados de otras maneras con un concurso de cuento, crónica y fotografía sobre el legendario Chopo.
Foto: cortesía/ Ramón Castillo.
Logo del Tianguis Cultural de Chopo. Fotos: cortesía/ Gerardo Tapia.
Nuestra fotografía principal es un aspecto del Tianguis Cultural del Chopo en una toma de 1995, es del Archivo EL UNIVERSAL.
Dedicamos este texto a todos los que han luchado por mantener este lugar, por los choperos fundadores que recientemente fallecieron como Carlos Alvarado y Juan Heladio.
Te recomendamos estas canciones donde sobre el Tianguis Cultural del Chopo:
- Cuando el Chopo despertó, el dinosaurio ya no estaba ahí, compilación de Jorge Pantoja.
- Tianguis cultural del Chopo. Una larga jornada, de Abraham Ríos Manzano.
- Entrevistas: Jorge y Antonio Pantoja, Abraham Ríos, Francisco Marín, Ramón Castillo y Carlos Villasana.
