Mochilazo en el tiempo

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

En décadas pasadas y ante la ausencia de internet, publicaciones como las revistas eran de gran interés para las mujeres por las guías, patrones de confección, recetas de cocina y tips para el hogar; incluso, para la toma de decisiones, consejos de belleza, del “corazón” o temas íntimos

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60
08/03/2023 |00:00
Redacción El Universal
Periodista de EL UNIVERSALVer perfil
Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Varias mujeres hojean y compran revistas de cocina y manualidades durante una muestra de libros y revistas en los arcos del Palacio de Gobierno de algún estado de la República. 4 agosto 1993. Foto: Sonia Arman/ Archivo EL UNIVERSAL.

Texto: Carlos Villasana

Hoy en día cuando nos surge alguna duda buscamos aprender algo nuevo o realizar algún arreglo en casa recurrimos a internet a buscadores como “Google”, sitios como “YouTube” o incluso redes sociales como TikTok e Instagram.

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¿Cómo no hacerlo, si aquí podemos encontrar las respuestas a casi todo en tan solo unos segundos? Esto ha vuelto cada día más indispensable el tener acceso al internet o a un celular, para disfrutar de múltiples servicios.

Pero te has preguntado ¿cómo era la vida antes de estas herramientas? y qué tipo de medios utilizaban las generaciones anteriores ante situaciones que hoy, aparentemente, el internet puede resolver.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Página de la revista “Vanidades” de diciembre de 1978. Se explicaba cómo aplicar una mascarilla para obtener un cutis perfecto. Colección Carlos Villasana.

Para imaginarnos ese escenario basta preguntar a nuestros abuelos, padres, tías y a todos aquellos quienes gran parte de su vida la pasaron sin internet.

Claro que tuvieron sus propios medios y métodos para resolver desde pequeñas dudas hasta investigaciones más complejas por el tipo de sociedad en el que se vivía. No era extraño ser juzgados al atreverse a preguntar algo poco común, o un tema que no fuera bien visto.

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La revista Blanca Sol de diciembre de 1961 ofrecía los pasos a seguir para lograr bordar pañuelos con hermosos diseños. Colección Carlos Villasana.

Compara el antes y el después deslizando la barra central (clic aquí para ver más grande)

Antes la costumbre era buscar cómo hacer las cosas o algunos consejos de belleza en el interior de revistas o periódicos, como se ve en la primera imagen de los años 80; en la segunda se observa a una joven haciendo varias cosas a la vez. Durante la pandemia por el coronavirus de la Covid 19 las actividades para las mujeres aumentaron y se hizo muy común buscar en internet desde tutoriales para desinfectar superficies y alimentos hasta recetas de cocina o para no caer en depresión. Ambas fotos son de nuestro archivo fotográfico.

Las revistas, un medio económico de mayor consulta

Al igual que nosotros, en tiempos pasados también se tuvieron dudas y las personas necesitaron aprender algún tema nuevo o solucionar problemas y composturas del hogar, sin ayuda de nadie.

Para ahondar más en el tema hablamos con la experta en temas de publicidad de décadas pasadas Vanesa Sánchez de la Rosa, quien nos cuenta que para investigar y hacer tareas estaban los libros y las enciclopedias, pero que sin duda en las revistas , el medio más cercano y económico que podía llegar al hogar luego del periódico , se podían encontrar sencillas recetas, cómo hacer un vestido y hasta consejos para el corazón y los amigos.

Varias de estas publicaciones lograron gran aceptación entre aquellas entonces jóvenes generaciones y entre todos aquellos que los necesitaran en su vida diaria, pero en especial para las amas de casa , que eran el público al que iban dirigidas con más frecuencia.

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Publicación de la revista “Eres” de 1992 que exponía consejos para ¿Qué hacer cuando se pierde un amigo? Colección Carlos Villasana.

Vanesa, quien también es ingeniera y arquitecta por el IPN, dice que un ejemplo era la revista “Negro y Blanco” popular en los años cuarenta, en donde en cada volumen, el cual costaba solo $1.00, ofertaba infinidad de consejos y lo que hoy llamamos tutoriales , pero de forma impresa, de “hágalo usted mismo” para todas las amas de casa que tenían la fortuna de adquirirla mes con mes.

Ahí se podían encontrar instrucciones o guías para aprender a bordar y tejer, hacer arreglos florales para colocar en el comedor u obsequiar cuando se iba de visita a otra casa, patrones para confeccionar y coser prendas para toda la familia, recetas de cocina para ocasiones especiales y hasta consejos de primeros auxilios.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Consejos prácticos para el hogar ofrecía la revista “Blanca Sol” a las amas de casa de 1961. Colección Carlos Villasana.

Inclusive se publicaban pequeñas novelas que hoy en día son clásicas, y que eran divididas por capítulos para leerse por de poco en poco, sin necesidad de tener el libro original.

Tampoco faltaban los “tests ” o trivias de diversos temas que ayudaban a que las mujeres fueran más cultas e intelectuales cultivándose con nuevo vocabulario, datos geográficos, históricos y hasta clases de arte contemporáneo, poemas de escritores como Amado Nervo o lecciones de buenos modales para impresionar al esposo y a las amigas en las próximas reuniones, afirma la especialista en publicidad.

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Aquí un ejemplo de un test de cultura general que ofrecía la revista “Negro y Blanco” en diciembre de 1948. Colección Carlos Villasana.

Lo mismo ocurría con otras revistas como “Paquita” de los años cincuenta, en la cual hasta se describen de forma ilustrada y con gran detalle cada uno de los “tips” que aconsejaban para ser “una buena ama de casa”, mantener las cosas en orden, cómo llevarlo a cabo y no fracasar en el intento.

Sánchez de la Rosa añade que si se considera que eran una versión escrita y no un video, cómo se manejan los tutoriales ahora, era más complicado explicar y entender qué se buscaba demostrar o enseñar, más si no había a quién preguntar en ese momento.

Al final del volumen, siempre se contaba con la famosa fotonovela del momento o la sección de moda y tendencias que daba sugerencias para tener una buena imagen, no sólo para la lectora, sino también para la familia y el esposo.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Aspecto de la Avenida Pino Suárez, donde en el 2001 se observaba una amplia variedad de revistas, así como amas de casa que se interesan en comprar para sus trabajos manuales en tejidos, algunas de moda y recetas de cocina Foto: Vicente Arteaga/ Archivo EL UNIVERSAL.

De elevado consumo por su gran variedad de contenidos

Es sorprendente el número de revistas especializadas para mujeres y su consumo en décadas pasadas. Esto fue más evidente en los años sesenta, con revistas como “Blanca Sol” o “Vanidades”, que manejaban temas para el cuidado de la familia o del hogar, y de cómo decorarlo y mantenerlo pulcro, según las tendencias del momento, explica la también creadora de contenidos digitales.

Pero en esos títulos, las famosas fotonovelas y los artículos de cultura, por primera vez a apostaban por temas más profundos para retroalimentar la vida de las mujeres, mediante secciones de psicología, en donde daban consejos de amor y desamor, así como de empoderamiento.

En sus páginas se abordaban ideas de cómo lidiar con conflictos de la vida diaria que no estuvieran dentro de la faceta de la ama de casa, sino de una mujer integral que sabía que no todo en su vida debía ser siempre el hogar y la familia.

Éstas a su vez brindaban acompañamiento a sus lectoras , para que no sintieran que eran las únicas que atravesaban por situaciones complicadas o diferentes a lo que les rodeaba.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Revista “Blanca Sol” de marzo de 1960. Cocina con Doña Maruca rollitos de carne en jitomate y sopa de arroz verde. Colección Carlos Villasana.

Para Vanesa, las revistas también ayudaban a comprender a los hijos, al marido, a cocinar platillos innovadores pero saludables, postres que hasta la fecha vemos en fiestas familiares como la gelatina con crema o con yogurt, las ensaladas de frutas mixtas o hasta los típicos flanes, cómo llevar una buena relación con la nuera o la suegra, según fuera el caso, y hasta obsequiaba patrones o moldes en cada volumen para poder confeccionar tus propias faldas, blusas, vestidos o el suéter para el esposo y los hijos desde casa.

Y es que aunque ya hemos mencionado que la información que se divulgaba en estos medios era para todo aquel que pudiera necesitarla y comprarla, no era una mentira que en realidad el principal público lector desde los inicios eran las mujeres y sobre todo las que tenían una vida en familia y con base en esas necesidades se presentaban sus contenidos.

Nuestra entrevistada afirma que con el paso del tiempo las revistas pasaron de publicarse en blanco y negro a color y también cambiarían su contenido y se clasificarían por las edades de su público. Es decir, ya no eran sólo para las amas de casa, sino que también existirían formatos para las adolescentes y hasta para las más pequeñas de la casa.

Si bien no todas las entregas contenían la misma información, sí mantenían una misma estructura, que era muy habitual en aquellos tiempos.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Imagen de una página de la revista “Paquita” de septiembre de 1951, donde se muestra un patrón para confeccionar un “vestido para la casa”. Colección Carlos Villasana.

También había para las jóvenes adolescentes

Vanesa dice recordar las revistas “ Eres ” o “ Barbie ”, dirigidas a un grupo más juvenil, pero que de igual forma hablaban sobre moda, cuidado personal, recetas de cocina y las famosas manualidades, que ya no eran ilustradas con dibujos detallados, sino que ahora complementaban con fotografías a color, en donde se explicaba de forma visual el paso a paso.

Lo innovador en este tipo de revistas es que no solo traían el contenido reinventado de las ediciones o títulos de años pasados; además, había secciones en donde se concursaba a través de cartas y fotografías, que se enviaban a las oficinas de la editorial, para ver quién de las lectoras era la que hacía mejor la manualidad del mes, la que escribía la historia más creativa o inclusive la chica más bonita del verano.

Las ganadoras recibían como premio un apoyo económico, pero al mismo tiempo disfrutaban la difusión pública de aquello que habían realizado o en lo que se habían destacado.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Portada de la revista Eres de los años 90. Colección Carlos Villasana.

La evolución de las revistas nos narra cómo se ha transformado la sociedad y a qué cosas le ha dado prioridad, así como el papel del hombre y de la mujer por décadas. A pesar de los cambios sociales, la sección de consejos o “ tips " se mantiene presente en estas publicaciones.

Ya sean sugerencias para una misma, para los amigos o para el hogar, con el paso de los años se reinventaron de acuerdo con las demandas de las lectoras contemporáneas, pero al final mantienen el objetivo de acercar la información más útil y oportuna.

Para terminar, Vanesa considera que las revistas no solo eran un medio de entretenimiento o de información exprés acerca de un tema, que en muchos casos ha sobrevivido a través de los años. Fueron un compendio de hojas impresas que en su momento orientó a más de uno en temas sobre los cuales no se tenía a quién preguntarle.

Estos eran “los tutoriales” para ellas en los años 60

Portada de la revista Negro y Blanco del mes de diciembre de 1948. Tenía un costo de un peso. Colección Carlos Villasana.

Estas publicaciones revolucionaron la manera de transmitir información y dieron acceso al mundo de esa época a aquellos que no podían adquirir una enciclopedia o libro.

Aunque hoy no lo vemos de esa forma por la llegada del internet, con el cual tenemos de inmediato todo tipo de información, en su momento las revistas fueron “el internet” del pasado, donde cientos de personas se cultivaban, educaban, entretenían, guiaban y hasta encontraban la solución a problemas.

Aun cuando hoy ya no son tan trascendentes como antes, con solo hojearlas entendemos cómo funcionaba la sociedad y qué papel tenía cada uno pero, sobre todo, cuál fue y cómo evolucionó el papel de la mujer como protagonista de los contenidos que por años hemos visto en varias revistas de los puestos de periódicos.

Fuente

  1. Entrevista con Vanesa Sánchez de la Rosa, ingeniera y arquitecta por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y creadora de contenido en distintas plataformas digitales.