Texto: Yessica Torres
En el siglo XX en México la infancia no era la misma para ciertos sectores de la población, mientras algunos la vivían plenamente, otros ya tenían “edad suficiente” para ser adultos y adquirir responsabilidades, sin establecerse una edad en específico.
En décadas pasadas el límite de edad se quedaba en la teoría y no se llevaba a cabo en la práctica porque las personas se integraban al campo laboral desde niños, de ahí la necesidad de modificar la legislación y sus códigos civiles.
El licenciado en derecho Alejandro Domínguez explica que el código civil de 1870 destinó los artículos 694 y 695 para los territorios de la Ciudad de México y Baja California, respectivamente.
Jóvenes en la Ciudad de México en 1970, durante los festejos por un triunfo de la selección mexicana durante el Mundial de Futbol. Archivo EL UNIVERSAL.
En el artículo 694 se establecía la mayoría de edad a partir de los 21 años; en tanto, en el 695 se acordaba que las mujeres mayores de 21 años y menores de 30 años, no podían abandonar la casa paterna sin el consentimiento de los padres, pero obtendrían su emancipación por la vía del matrimonio o si sus padres contraían matrimonio de nueva cuenta.
En ese mismo año de 1870, en el artículo 164 se abría una posibilidad para dejar el hogar antes de llegar a los 21 años. Esto se podía hacer a través del matrimonio porque se decretaba que la mayoría de edad para los hombres era de 14 años y para las mujeres a los 12.
En la imagen de la izquierda, la credencial permanente de elector emitida por la Comisión Federal Electoral de 1946 a 1976, era fabricada en papel y acreditaba la edad de un ciudadano para votar, fue una de las primeras credenciales de elector en el país; del lado derecho, el documento presentado en el 2014. Fotos: Juan Carlos Reyes. Archivo EL UNIVERSAL y Cuartoscuro. Rodrigo Romano.
Se estableció en 1970 en el Diario Oficial
Para el siglo XIX, en el año de 1884, el investigador Alejandro Domínguez menciona que en el artículo 595 ya se planteaba la oportunidad de ser mayor de edad a los 18 años, pero solo si se era capaz de demostrar buena conducta para poder administrar sus bienes e incluso poder litigar en nombre propio, pero estos casos eran pocos.
Así, la mayoría de edad siguió estableciéndose a los 21 años hasta 1969, cuando se gestionó una reforma para acordar disminuir la edad acordada. Un año después, en 1970 , se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al artículo 34 constitucional que establecía los 18 años como la mayoría de edad para poder ejercer el voto.
En una nota del 8 de enero de 1970, el subsecretario de Gobernación Marlo Moya Palencia informó que con la reforma al Artículo 34 de la Constitución, que reconocía la ciudadanía a partir de los 18 años, se esperaba empadronar sólo en ese sector a 2 millones 800 mil jóvenes, quienes ya acudían con entusiasmo a registrarse. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
El politólogo Erwin Rodríguez dice que esta reforma fungió como una reconciliación entre los jóvenes y el gobierno del expresidente Gustavo Díaz Ordaz , a raíz de los movimientos sociales del año de 1968 y aunque no fue una petición de los estudiantes, el gobierno vio en ello una posibilidad de restaurar la vieja democracia.
Según el texto A 50 años de la reforma del artículo 34 constitucional , publicado por la Gaceta de la UNAM, en el ámbito civil se atribuye a la mayoría de edad el poder votar en las elecciones, así como de ser votados en cargos de elección popular, de igual manera, la libertad de asociarse en forma pacífica a los asuntos políticos, promover leyes y ser nombrados para comisiones del servicio público.
Un enfrentamiento entre estudiantes y granaderos en la Vocacional 7, en 1968. Foto: Jesús Fonseca. Archivo EL UNIVERSAL.
Movimiento Estudiantil 1968. Vista de una joven gritando improperios a miembros del ejército mexicano. Foto: Jesús Fonseca. Archivo EL UNIVERSAL.
En tanto, en el aspecto social, la socióloga María Eugenia Mansilla explica que al ser mayor de edad se adquiere la capacidad de tomar decisiones, buscar un empleo , contraer matrimonio , f ormar una familia o decidir sobre sus cuerpos . También deben responder por sus actos ante la justicia.
“Al llegar a los 18 años los individuos de ambos sexos, en la mayoría de países, son incorporados formalmente, sin mayores ceremonias a la sociedad civil mediante algún tipo de identificación oficial que les reconoce como ‘mayores de edad’ hasta el fin de su vida”, detalla la especialista en un artículo académico.
Toma de posesión de Luis Echeverría, quien ganó las elecciones presidenciales en 1970. Foto: Archivo EL UNIVERSAL
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En marzo de 1975 el presidente Luis Echeverría asistió a la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria, donde fue apedreado y expulsado por los alumnos. Foto: Archivo EL UNIVERSAL
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Ser responsable no tiene que ver con la mayoría de edad
A pesar de establecerse un límite de edad para trabajar y hacerse válidos sus derechos y obligaciones como ciudadanos, en algunos territorios de la República Mexicana la realidad era otra.
La señora Tomasa Valdés de 69 años, perteneciente a una comunidad mazahua en el municipio de Ixtlahuaca, Estado de México, comenta que a los 12 años ya se consideraba mayor de edad porque tuvo que trasladarse a la Ciudad de México para trabajar y tener un sustento económico.
Ella piensa que a los 15 años dejó de ser una joven para convertirse en señora, debido a que esa edad se “juntó” con su pareja y tuvo a su primer hijo y considera que si se hubiera tardado otros años la habrían catalogado como una mujer ‘quedada’”.
Una joven madre acude a las urnas a depositar su voto en las elecciones presidenciales del 6 de julio de 1970, las primeras en las que pudieron votar las personas mexicanas de 18 años. Foto: José Hernández. Archivo EL UNIVERSAL.
Sin embargo, la señora Tomasa obtuvo su primera credencial para votar hasta sus 42 años, en 1991, cuando votó por primera vez en elecciones federales , pero esta práctica de acudir a las urnas no le era tan frecuente, no estaba dentro de sus prioridades.
Por su parte, el señor Constantino Hernández, de 81 años, explica que antes no había una edad específica para considerarse ser mayor de edad, porque desde pequeños tenían que salir a trabajar sin importar la edad, dejando en segundo término los estudios.
Credencial de elector producida de 1977 a 1990, era una tarjeta plástica que sustituyó a la de papel. Foto: Juan Carlos Reyes. Archivo EL UNIVERSAL.
Él se consideraba ya mayor a los 10 años porque tenía que cuidar a sus hermanos y esa era una responsabilidad de una persona adulta.
Recuerda que a la credencial del INE no se le daba la importancia que hoy tiene, a ellos no les explicaron que avalaba la mayoría de edad y era requisito para votar, ya que en ningún trabajo se les exigía.
Al cumplir sus 13 años cambió el campo por la ciudad para buscar empleo, ya establecido le negaron el acceso al trabajo por ser aún un niño, a lo que él alegaba que era mayor de edad porque tenía la responsabilidad con su familia.
La “credencial naranja”, producida en 1991. Foto: Juan Carlos Reyes Archivo EL UNIVERSAL.
Crédito Iván Stephens. Archivo EL UNIVERSAL.
La fotografía principal es de las elecciones presidenciales del 6 Julio 1970. José Hernández / Archivo EL UNIVERSAL.
Fuentes:
- Alejandro Domínguez, “La emancipación”
- Erwin Rodríguez Díaz, Por la voluntad o por la fuerza. El escenario para la apertura democrática y la reforma política. Echeverría y López Portillo, Estudios políticos, México, 2011.
- Gutiérrez, Roberto, A 50 años de la reforma del artículo 34 constitucional, 7 de febrero del 2020.
- Mancilla, María Eugenia, Etapas del desarrollo humano
- Entrevista: Tomasa Valdez y Constantino Hernández
