En la relación sino-mexicana, el aspecto económico , el cual va más atrás de los 50 años de relaciones diplomáticas, ocupa sin duda el papel estelar. China es nuestro segundo socio comercial, es el tercer destino de exportaciones mexicanas y el segundo proveedor de importaciones globales. En los últimos 10 años el intercambio comercial ha tenido un incremento anual de alrededor de 20%.

Bajo el eje central ‘Recuperación en acción’, y auspiciado por el Senado de la República , la Secretaría de Economía y la Cámara de Comercio y Tecnología México China, recién concluyó el Foro binacional 2022. Se confirmó el objetivo de lograr que nuestro país se convierta en el socio esencial en Latinoamérica, siendo la creación de valor, el punto donde enfocar la atención.

El boom chino tan ha hecho eco en nuestros empresarios, que ven a ese país como un mercado obligado (1.2 mil millones de consumidores potenciales), y también como la fábrica de sus productos para ese y otros mercados. Con esto en mente, un panel del foro se dedicó a la mitigación de riesgos, siendo la primera conclusión y recomendación el registro oportuno de las marcas.

La creación de valor, desde los bajos precios de producción, la relación costo-calidad, hasta la protección y explotación del conocimiento y frutos de la innovación, tienen a la propiedad intelectual (PI) –su fortalecimiento y explotación– como una de las políticas y prácticas en constante actualización. Hoy, China y Estados Unidos hacen el 1-2 en solicitudes, concesiones y aprovechamiento de patentes, marcas y diseños.

En el último año he tenido conocimiento de tres casos de empresas mexicanas, dos de ellas en la rama del vestuario y la otra en deportes, que, ante el sueño chino no pueden vender sus productos ni tampoco pueden fabricarlos para otros mercados. La razón: no haber registrado oportunamente sus marcas; de haberlo hecho, podrían estar comercializando y exportando, en lugar de estar involucradas en procedimientos para recuperar sus marcas.

Las políticas de PI en China se han modernizado y endurecido. Esto no significa eximir a los titulares de lo que le corresponde, siendo lo mínimo necesario, el solicitar y mantener los registros de sus marcas. ¿Quieres beneficiarte del intercambio comercial con China? Lo primero que tienes que hacer es registrar tu marca.

No hay excusa alguna. Registrar una marca en China no es difícil ni complicado; el trámite puede iniciarse con un depósito directo o a través de una solicitud internacional de registro presentada en español ante el IMPI . No obstante, y tratándose de este gigante asiático, lo más recomendable es solicitarlo de manera directa, para lo cual se necesitará contar con un agente local.

En el caso de no haber actuado oportunamente y que un tercero, muchas de las veces alguien ya conocido –contacto, agente, maquilador– registrara la marca, no todo está perdido. Tanto la normatividad, como las autoridades chinas, han puesto los medios para solucionar este tipo de situaciones. En este caso, será necesario iniciar los procedimientos correspondientes, lo cual implica el dispendio de tiempo y recursos. Por esto se insiste, hay que prevenir.

El solicitar el registro de las marcas debe ser simultáneo al proyecto de iniciar o expandir la comercialización de los productos o servicios de la empresa. No hay que llorar por las pérdidas, aquello que se no se previó como empresario.

Consultor especialista en protección de innovación y propiedad intelectual 
Twitter: @MA_Margain 

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