El día de hoy se cumplen 71 años del histórico juego de futbol americano con la eterna rivalidad entre el equipo de Burros Blancos del Politécnico y los Pumas de la UNAM en el estadio de Ciudad Universitaria.

Este magno espacio deportivo había sido inaugurado por el presidente Miguel Alemán Valdés días antes, el 20 de noviembre de 1952, con una exhibición de deportes de pista y campo como parte de la tradición del desfile popular y deportivo del 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana.

El 29 de noviembre de 1952 el estadio registró una asistencia de 110,000 espectadores, según las crónicas de su tiempo. Los entrenadores, el famoso Roberto “El Tapatío” Méndez, dirigiendo a los Pumas, fue autor de jugadas innovadoras, pero sobre todo inspiró a varias generaciones con una filosofía de competencia y honor, y el padre Lambert, que dirigía los equipos de los Burros guinda y blanco del Politécnico. Ambas escuadras presentaron las mejores jugadas y pelearon el terreno centímetro a centímetro.

Minutos antes de finalizar el partido, el equipo del Politécnico venía ganando a los Pumas 19 a 13 ante la sorpresa preocupada de los aficionados de la UNAM.

Para la afición iba a ser frustrante que en el primer partido en su nueva casa los Pumas fueran derrotados por el Politécnico.

En ese momento los Pumas ocupaban la yarda 35 del terreno de los burros blancos y lograron una jugada de anotación que empató el juego a 19 puntos, y la patada del punto extra en los últimos segundos le dio la victoria a la escuadra universitaria.

Recuerdo con emoción ese momento histórico, donde la afición a voz en cuello gritó la Goya universitaria en repetidas ocasiones.

El júbilo no se hizo esperar, y desde entonces hasta la fecha el estadio universitario es no sólo el símbolo de orgullo deportivo de los Pumas en el futbol americano y soccer sino que también es un monumento de cualidades valiosas en la misión de la UNAM por difundir el conocimiento, promover la investigación científica, impulsar la divulgación de las artes y en este caso fortalecer el espíritu deportivo que le ha dado a México grandes satisfacciones.

Este estadio además de tener la invaluable riqueza artística de los murales de Diego Rivera, fue el primero en tener instalaciones especiales para la televisión; el famoso y reconocido “palomar” fue pionero en el uso del tartán para las competencias de pista, así como un novedoso sistema de drenaje.

A lo largo de 71 años de vida el estadio ha sido escenario de incontables gestas deportivas nacionales e internacionales, en particular la XIX Olimpiada de 1968 cuya ceremonia inaugural y de cierre son referentes permanentes de los eventos olímpicos desde entonces.

Destacan los Juegos Panamericanos de 1955 y de 1975, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1954 y 1990, los campeonatos mundiales de futbol de 1970 y 1986 para los cuales fue necesario hacer convenientes remodelaciones para aumentar la capacidad y modernizar las instalaciones.

El estadio y toda la Ciudad Universitaria son emblemas de una nueva generación. Además de las competencias deportivas ha sido escenario de incontables películas.

Y para satisfacción de México fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

¡Feliz cumpleaños Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria!

Rúbrica. Conflictos bélicos. La paz no es una opción, es una obligación.

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