Son tantos los temas que existen para discutir y tantos los problemas qué resolver para que nuestro país funcione, que es necesario que el Gobierno, el Congreso y las leyes estemos siempre prevenidos para afrontarlos. Esta vez al PAN, en las Cámaras, le ha tocado ser oposición. Ésta, dentro de una democracia, tiene entre sus funciones la de contener y mesurar al Gobierno, para mantener el equilibrio entre sus intenciones y el apego a la legalidad.
Pero no sólo es eso, también debe promover el pluralismo y la convivencia. Se deben ofrecer respuestas concretas a los desafíos que diariamente se les presentan a los ciudadanos. Porque sólo así podemos conseguir lo que debe ser el fin último de los servidores públicos: lograr el bien común y el mayor bienestar para todos.
Durante todo el 2020, los senadores de Acción Nacional nos constituimos como la oposición más fuerte y propositiva de todo el país. Pedimos aprobar una serie de leyes y medidas, como la Ley de Emergencia Económica o el Seguro del Desempleo, para apoyar a las familias durante la contingencia derivada por el Covid19. Sin embargo, Morena siempre se negó. Simplemente no quisieron ni discutirlas, porque seguramente ellos tenían otras prioridades. Aunque suene increíble, pero aún frente a la desesperación de millones de mexicanos, por no contar con apoyos económicos para superar una de las peores crisis de nuestra historia, ellos se negaron a votar a favor de estas medidas, que hoy tanto ayudarían.
Pero no por eso nosotros paramos. ¡Al contrario! Defendimos la democracia y las libertades que nuestros antecesores, en su momento, conquistaron. Hoy, entre nuestros logros está que pudimos frenar el primer intento de reelección, al que ellos llamaron Revocación de Mandato. ¡Ese fue el primer paso de algo que hoy podría ser imparable!
También, le entregamos al gobierno Federal las herramientas necesarias para enfrentar la crisis de violencia e inseguridad, aprobando la Guardia Nacional, pero con un mando civil, para evitar la peligrosa militarización del país.
Y, por iniciativa de nuestro grupo, se aprobó que la paridad de género fuera obligatoria. Además, presentamos una propuesta para que tanto mujeres como hombres cuenten con un salario igualitario y que no haya discriminación ni violencia. Porque es momento de impulsarlas y saldar la deuda histórica que tenemos con ellas.
Además, queremos garantizar que haya salud para todos, porque sin ella no tenemos nada. Por eso, buscamos más y mejores instalaciones médicas, más equipo técnico y humano, más material de curación, así como más tratamientos y medicamentos. Y estaremos al pendiente de que la vacuna contra el Covid19 llegue a todos.
Todavía tenemos mucho trabajo por delante para revertir el daño de esta crisis, cuyos efectos colaterales se sienten día con día. Por ello, vamos por una mayoría en la Cámara de Diputados, para combatir la incapacidad, la creciente corrupción, la amenazante militarización de las tareas del Gobierno, el populismo y el desmantelamiento de las instituciones democráticas.
Nos sumamos para corregir el rumbo, para acabar con la angustia y el temor de millones de familias, que tanto sufrieron el año pasado. Hoy somos oposición, pero también somos opción. Seguiremos insistiendo en nuestras propuestas, especialmente sobre lo que más le importa en estos momentos a los ciudadanos: su salud y mejorar su economía.
Busquemos que se sigan aprobando leyes justas, que colaboren en el desarrollo, bienestar y progreso de los mexicanos. Ayudemos, con nuestro granito de arena, para poder construir un país con más esperanza y un mejor futuro para todos. Vayamos con valor a dar la batalla, porque hoy más que nunca, nuestro país necesita tu fuerza. ¡Pongamos ya en acción a México!