8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

No habrá justicia esencial ni igualdad sustantiva ni sociedad en paz, mientras persista la violencia en contra de las mujeres, violencia que abarca todas las edades y todos los ámbitos: el hogar, la escuela, el trabajo, la calle, el transporte público, las áreas rurales, las zonas urbanas y el ciberespacio.

El discurso se nos irá agotando sin remedio de forma lastimosa e insultante mientras no logremos como país prevenir y desterrar la violencia hacia las mujeres y sancionar a los agresores.

Por encima de intenciones reales o retóricas, acumulamos todos los días cifras y más cifras que revelan nuestra incapacidad o indiferencia, nuestra permisividad o ineficacia, a tal grado que por omisión o inoperancia más parecemos cómplices de los atacantes que aliados de las víctimas.

De 2015 a 2022 se han registrado 20 mil 445 homicidios dolosos de mujeres y 6 mil 691 feminicidios, para un total de 27 mil 136 crímenes, lo que equivale a 9 mujeres asesinadas cada día durante ocho años continuos, promedio diario que desde hace cuatro años es de 10 (Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).

Los culpables son los homicidas y feminicidas, desde luego, pero no hay nada que pueda justificar el contexto de machismo y apatía que lo hace posible, así como nada disculpa al Estado en su conjunto, casi siempre reducido a un carácter de espectador frente a esta barbarie.

Entre 2010 y 2022 se han registrado 87 mil 675 desapariciones de niñas y mujeres, una media de 6 mil 744 por año, lo que equivale a que desde 2010 hasta ahora hayan desaparecido 18 mujeres y niñas cada día en México. En los últimos cuatro años, el promedio se incrementó a 23 cada día. ¿Cómo es que nos hemos habituado a esta brutal agresión a las mujeres, a sus familias y a la sociedad entera? (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación.)

Entre 2016 y 2022, el SESNSP registró 25 mil 761 llamadas de emergencia de mujeres por violaciones, un promedio de 10 cada día durante años. En el mismo periodo, registró un total de 50 mil 326 llamadas de emergencia de mujeres por acoso sexual, un promedio de 20 por día.

De acuerdo con datos de Inmujeres (Indicadores básicos sobre la violencia contra las mujeres), entre 2015 y 2022 se registraron 165 mil 960 casos de delitos sexuales (violaciones, acoso, abuso, hostigamiento, incesto y otros delitos que atentan contra la integridad sexual de las mujeres), una media de casi 21 mil casos por año.

Entre 2010 y 2022, 259 mil mujeres abandonaron su trabajo por acoso o discriminación, un promedio anual de 19 mil 946 mujeres (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ENOE).

Otros indicadores se cuentan por cientos de miles, como las llamadas de emergencia por parte de mujeres por incidentes de violencia familiar, 679 mil cada año desde 2015, y 241 mil cada año por llamadas relacionadas con violencia por parte de su pareja (SESNSP).

De 2011 a 2022 la Envipe registró 15 millones 779 mil amenazas verbales contra mujeres, una media de un millón 315 mil cada año, y un total de 4 millones 923 mil delitos de lesiones en contra de mujeres, un promedio anual de 410 mil delitos de lesiones (Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, Envipe).

Frente a estas cifras, que en su mayoría corresponden solamente a denuncias presentadas, y que por lo tanto no incluyen altísimas cifras negras, es evidente que las niñas y mujeres en México viven en una opresión cotidiana por la inaceptable y constante exposición a riesgos que no deberían existir si nos empeñáramos en encontrar políticas públicas y fórmulas eficaces que hicieran posible la disminución de delitos de género.

Tenemos como país una vergonzosa deuda con las mujeres que sólo podrá saldarse cuando logremos reducir al mínimo, ojalá fuera erradicar, la violencia en su contra.

Especialista en derechos humanos y secretario general de Servicios Administrativos del Senado. @mfarahg

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