Estamos a unas pocas semanas de que inicie el segundo año de ejercicio legislativo de la actual LXIV Legislatura del Congreso de la Unión.

El primer año fue intenso. Hubo más trabajo, más resultados y mejores decisiones que en Legislaturas anteriores.

Frente a las 180 horas de trabajo del pleno de hace seis años, esta vez el pleno trabajó 447 horas. Frente a los 102 dictámenes de hace seis años, ahora el Congreso ha aprobado 105 dictámenes.

Además, desde el punto de vista cualitativo, las decisiones tomadas a lo largo de este año han gozado de un amplio consenso, han sido en beneficio de la ciudadanía, no han motivado rechazo social, no han repercutido en privatizaciones ni en desmantelamiento de derechos.

A lo largo de este primer año se aprobaron casi todos los 12 puntos de la agenda presidencial inicial. Otras nuevas propuestas gubernamental y variadas iniciativas de los propios legisladores.

Presupuesto y Ley de Ingresos, desaparición del Estado Mayor Presidencial, Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, delitos graves como corrupción y fraude electoral, nueva reforma educativa, derecho de los jóvenes a la educación superior, creación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, simplificación del aparato de gobierno y franja fronteriza para el desarrollo económico se aprobaron.

También se aprobó la nueva reforma laboral, la Ley Orgánica de la Fiscalía, la Guardia Nacional, la figura de extinción de dominio para combatir corrupción, las atribuciones para construir vivienda para la Sedatu, entre otras proyectos del gobierno de la República.

Y el Congreso agregó la reforma sobre reconocimiento de comunidades afromexicanas, la reforma de paridad de género en todos los órganos del Estado, el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo sobre libre sindicalización y negociación colectiva, seguridad social para las personas trabajadoras del hogar, licencias para padres de niños con cáncer, entre muchas otras.

La agenda ha sido amplia, pero ya se acumulan nuevos temas para el siguiente año de ejercicio legislativo. Está pendiente lo relativo a Revocación de Mandato y Consulta. También debe terminar el proceso legislativo sobre fuero e inmunidad presidencial, así como el de la Ley de Austeridad Republicana.

Deben concretarse las adiciones a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos ordenadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para argumentar el monto del salario presidencial. También por sentencia de la Corte debe abordarse el tema del uso lúdico de la cannabis.

Están en la lista las reformas para recortar las prerrogativas de los partidos políticos. De igual manera, tienen que aprobarse las leyes secundarias de la Reforma Educativa.

Un tema vital y urgente lo constituye el de la penalización de facturas falsas y empresas fantasmas.

También hay nuevos temas sociales, como el relativo al Instituto de Salud y la conversión en derechos universales de políticas sociales como la pensión de adultos mayores.

Evidentemente, de nueva cuenta, tendrá que aprobarse el paquete económico de Presupuesto y Ley de Ingresos.

Todavía no empieza el período de sesiones y ya se siente una vigorosa agenda. Son tiempos de transformación.


Presidente del Senado

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