El presidente monopoliza el poder y la comunicación oficial. Todo lo que usted quiera saber lo encontrará en las mañaneras que llaman la atención, entre otras cosas, por la capacidad física del presidente para estar parado tanto tiempo. Cuando algún funcionario del gobierno se comunica las cosas salen mal. Lo último: las explicaciones de Durazo sobre Culiacán y el mensaje del secretario de Semarnat Víctor Toledo sobre Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Toledo se queja de una noticia mal intencionada en redes sociales que “nunca demostrada, difama además al titular de esta Secretaría”. No queda claro la difamación del titular, pues el interés público por Conabio, no es un acto difamatorio.

Toledo señala que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) recomendó en 2013 la transición de la Conabio de comisión intersecretarial a organismo público descentralizado. No obstante, la organización administrativa de las entidades públicas federales es una facultad presidencial.

El comunicado dice que en acto de buena fe la Semarnat se comprometió a transferir recursos a la Conabio por 35 millones de pesos. Que se trata de “un acto no obligatorio, ya que, la Conabio no tiene ninguna asignación presupuestal dentro del Gobierno de México”. Los recursos presupuestales no se asignan por buena fe, sino en base a los que establecen las leyes fiscales. Hacerlo como dice el titular de Semarnat, es el mejor ejemplo de un manejo clientelar y patrimonialista de los recursos públicos. Es algo tan elemental que el secretario debió considerar antes de emitir su mensaje.

¿Cancelar una comisión intersecretarial? El presidente de la República crea las comisiones intersecretariales, como la Conabio. Resulta extraño al menos que el secretario pretenda convertir una comisión intersecretarial, cuya creación corresponde al presidente en organismo público. En efecto, el artículo 21 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece que las comisiones intersecretariales son creadas para el despacho de asuntos en que deban intervenir varios Secretarios de Estado.

Dice el mensaje que autoridades de Semarnat y de Conabio acordaron transformar a la Conabio de comisión intersecretarial a organismo público desconcentrado o descentralizado. Como si diera igual una fórmula que otra. También acordaron suprimir el fideicomiso con el que opera la comisión. Ni Semarnat ni Conabio pueden crear organismos públicos, ni cancelar fideicomisos.

La Conabio es un referente mundial, es inspiración de organismos nacionales e internacionales en biodiversidad. Es un medio de comunicación técnica entre investigadores, recolectores de información, tomadores de decisiones y elaboradores de políticas públicas ambientalistas. México es mejor gracias a Conabio.

Al final de su mensaje, el secretario, hace un llamado al Doctor José Sarukhán Coordinador Nacional de la Conabio, para que “en un acto de honorabilidad y responsabilidad, de fe ante la opinión pública de los anteriores acuerdos, contribuyendo a desactivar la perversa campaña de difamaciones y mentiras”.

La Conabio tiene 27 años de servir al país a través de un ingenioso diseño jurídico-administrativo que ha probado su eficacia, transparencia y ausencia de corrupción. Es una institución pública, no sometida a las restricciones burocráticas que limitan y obstaculizan la gestión académica, técnica y de divulgación científica.

El gobierno podría cancelar a la Conabio en un acto de autoridad, lo que no puede hacer es ocultar el enorme daño que con ello haría al país. El creador de Conabio, José Sarukhán es el científico mexicano, más reconocido internacionalmente, una de sus aportaciones a la ciencia ha sido precisamente la creación de la Conabio. El proyecto que encabeza es una de las historias de éxito mexicano en el mundo. Más que enfrentar a la Conabio habría que apoyarla.


Investigador nacional en el SNI.
@ DrMarioMelgarA

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