El presidente lo hizo una vez más: maltrató a uno de sus colaboradores más cercanos, quien aguantó no solo la intromisión del Ejecutivo en decisiones técnicas económicas y financieras, sino que ajustó los presupuestos federales a conveniencia para fortalecer a Morena políticamente.

fue desacreditado por el Presidente desde antes de asumir la titularidad de la Secretaría de Hacienda, así como lo intentó hacer también con el primer secretario Carlos Urzúa , quien terminó huyendo del gobierno y de los caprichos del Presidente.

(Banxico) a partir de enero del próximo año habla de un Presidente que gobierna visceralmente; que se despierta pensando una cosa y por la tarde cambia de opinión. Un gobierno de ocurrencias que le cuestan caro al país.

La incertidumbre y la crisis de credibilidad tienen un costo. Hoy el peso perdió 1.2% porque el gobierno federal no fue capaz de anunciar, por los términos conducentes, el cambio de opinión (o de humor) del Presidente respecto a su propuesta para encabezar la institución de mayor credibilidad y pilar de la estabilidad económica y financiera: el . Y otro dato: en los primeros 10 meses del año salieron casi 260 mil millones de pesos de inversiones financieras de México por parte de extranjeros debido a esta falta de credibilidad.

El error de Herrera, quien no es político ni se ha interesado en realidad en estos temas, fue no tener la capacidad de cabildear en el gobierno y con los legisladores su ratificación; se fue de viaje, se dedicó a dar clases en el Colegio de México y a tuitear sobre foros internacionales. Le faltó experiencia, no solo en estos menesteres, sino en el sector público.

Por más sorprendente que parezca, a Herrera lo terminaron bajando porque se dieron cuenta de que para ser gobernador de Banxico; el más importante contar con al menos cinco años de experiencia en cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano o en autoridades del sector. Fue dos años y medio secretario y subsecretario de Hacienda en el actual gobierno, y poco más de un año en la Secretaría de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México, con López Obrador como jefe de Gobierno.

Su supuesta cercanía con el Presidente y la falta de experiencia necesaria para ocupar el cargo de gobernador terminaron por precipitar a Herrera; esto sin contar la presión que ejerció el propio secretario Rogelio Ramírez de la O y los considerados ultras del gabinete y Morena para evitar la llegada de un pupilo de Carlos Urzúa al banco central.

La gran incógnita es quién va a sustituir a Herrera como propuesta del Presidente para entrar a la Junta de Banxico, pues además tienen el tiempo en su contra. En el gobierno se menciona a las hermanas Buenrostro: Raquel, la actual jefa del SAT, y Lucía, vicepresidenta de la CNBV. Las dos son matemáticas y tienen experiencia en el sector financiero, aunque tampoco cumplen los requisitos para integrarse al banco central.

Al Presidente no le quedará más que proponer a un actual integrante de la Junta de Gobierno del banco para ser gobernador o gobernadora. Los únicos que cumplan con el perfil son Alejandro Díaz de León, Irene Espinosa y Galia Borja. Esta última sería la carta de López Obrador, una economista y matemática muy cercana a Herrera, por cierto.

De lo que no se salva AMLO, ni su gobierno ni el país es de la crisis de credibilidad que errores como este generan.

@MarioMal

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