La historia de Banco Accendo empezó mal y acabó peor. Ayer la junta de gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) aprobó la intervención de la institución, como lo adelantamos en este espacio el pasado 17 de septiembre.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio , y el presidente de la CNBV, Juan Pablo Graf , confirmaron que las autoridades tomaron la decisión después de una serie de medidas de supervisión ante incumplimientos regulatorios por parte del banco que encabezan Javier Reyes de la Campa y su familia.

Fue entre marzo y septiembre cuando la Comisión realizó acciones de supervisión de Accendo, de las que se determinaron incumplimientos regulatorios sobre su liquidez y su capital. Se detectó, entre otras anomalías, la omisión de descontar del capital fundamental el monto determinado conforme a la regulación aplicable; descuentos de capital no reconocidos como pagos anticipados mayores a un año por 88 millones de pesos y activos intangibles por 70 millones de pesos, así como otros temas que rayan en la ilegalidad.

La realidad es que Javier Reyes de la Campa, presidente y director general de la institución, operó con estrategias financieras presuntamente fraudulentas, con mecanismos sofisticados para extraer recursos en efectivo y realizar triangulaciones con otras empresas. Estas prácticas y sus presuntos implicados están ya en los expedientes de las autoridades financieras, fiscales y de procuración de justicia.

Por ahora no queda claro si será una intervención controlada para limpiar las anomalías de Reyes de la Campa y sus hermanos, Luis Ricardo y Oscar Alonso , para permitir la entrada de nuevos socios; lo cierto es que la maniobra muy probablemente sí afectará al sistema bancario mexicano, pese a lo que dijeron los reguladores financieros. El interventor liquidador será KPMG, firma que dirige en México y Centroamérica, Víctor Esquive l, quien tampoco ha estado exento de escándalos.

Según las denuncias, Reyes de la Campa defraudó a la mayoría de sus socios, entre ellos Moisés Cosío , y otros como Javier Fernández y Miguel Ángel Gómez . También a varios directivos del banco y fondeadores externos, casas de bolsa e inversionistas institucionales. Algunos afectados tuvieron relación directa con el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador .

Las autoridades financieras tienen detectadas operaciones indebidas con uso de empresas factureras. Algunas de las razones sociales involucradas son Recursos Financieros Kerala, Estagirita del Sur y Dendra Servicios. Las tres personas morales formaban parte del denominado “Grupo Margen” y presuntamente eran operadas por José María Pérez . Las empresas se consideraban como triple A, por lo que no serían detectadas por las autoridades financieras.

En los registros se da cuenta de depósitos introducidos al sistema financiero en pesos mexicanos o dólares estadounidense de cuentas CLABE a nombre de Private Equity CP, Oscar Alonso Reyes de la Campa , Luis Ricardo Reyes de la Campa , World Trade ESMG, Flight Easy Company, Tradify & Co, entre otras.

A pesar de todo, esta semana se filtró información sobre que un fondo internacional de nombre Rapyd salvaría a la institución. No obstante, se asegura que esto fue un intento desesperado para evitar la intervención del banco.

Reyes de la Campa contrató a un grupo de abogados externos de primer nivel, pero frente a las anomalías detectadas en el banco, las autoridades financieras tomaron la intención de intervenir el banco.

El futuro de los ahorradores, inversionistas y socios de la institución está en vilo. Las autoridades aseguran que su liquidación no implica un riesgo sistémico, pues representa 0.08% del sistema bancario, pero la historia apunta a ser similar o peor que la de Banco Famsa. Ya lo veremos.

@MarioMal 
mario.maldonado.padilla@gmail.com 

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