La recesión económica es inevitable para México y para el mundo. La clave para salir de la crisis lo más pronto posible va a depender de lo que hagan los gobiernos en conjunto con los empresarios y la sociedad.

Un exsecretario de Hacienda aceptó a hablar con esta columna para delinear los pasos que, a su juicio, se deberían tomar para enfrentar la crisis de salud, pero sobre todo la debacle económica que, según el entrevistado, podría desaparecer un millón de empleos este mismo año.

La que el exfuncionario considera que se debería de hacer en primera instancia es “achatar la curva” de contagios por el Covid-19 lo más pronto posible.

Para el economista un despliegue más agresivo en la contención del virus es inevitable, como lo han hecho otros países. Sin el freno del Covid-19 es prácticamente imposible atajar sus efectos en la economía del país.

En cuanto al tema sanitario, propone hacer una campaña de contención masiva, municipio por municipio, estado por estado, no sólo como la que se hizo en el 2009, cuando la pandemia de influenza H1N1 se expandió por el país, sino como la que se llevó a cabo en los sismos de septiembre de 2019.

Junto con ello se deben reforzar los hospitales y los insumos a disposición tales como camas, respiradores y demás equipo médico para atender lo más pronto posible las enfermedades provocadas por el coronavirus .

La segunda y tercera etapa de la crisis de salud requerirá de una reasignación del gasto público para enfocarlo al sistema de salud público y en más apoyos sociales a todas las familias, como lo están haciendo lo gobiernos del mundo, Estados Unidos y la Unión Europea, principalmente.

Sobre los estímulos fiscales opinó que si bien para las empresas puede ayudar a paliar la crisis de empleo, es más importante inyectar liquidez a las familias vía apoyos sociales, pues la reducción del pago de impuestos va a venir sola, por la caída de la economía.

“El estímulo fiscal quizá no sea el mejor vehículo, sino entregar dinero directamente a las familias”, dijo.

Con respecto a la propuesta de Hacienda para reducir el superávit fiscal, que es de 0.7% del PIB, y utilizar esos 180 mil millones de pesos para inyectarlos a la economía, el exsecretario de Hacienda lo consideró como una medida inevitable, pero no sólo propone que quede en cero, sino que haya un déficit fiscal de hasta 3 o 4 puntos del PIB.

“El gobierno tiene que confeccionar un paquete de apoyo a Pymes y a las familias. La gente a veces no dimensiona el efecto que esta pandemia puede causar; quienes ganan de uno a cinco salarios mínimos no tienen ahorro y si pierden el empleo se quedan sin nada. Esa gente es la que necesita más apoyo”, expuso.

En el mercado hay mucha liquidez y lo mejor sería, antes de usar las líneas de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional, reestructurar el Presupuesto 2020 y cancelar los proyectos que hoy no hacen sentido, como la refinería de Dos Bocas, la cual es aún más inviable por el desplome de los precios del petróleo. La mezcla mexicana de crudo de exportación cerró el viernes en menos de 15 dólares, mientras que el gobierno lo tiene en una proyección de 49 dólares.

Sobre el tipo de cambio, consideró que no es tan preocupante la apreciación histórica de 25 pesos por dólar que alcanzó el viernes, pues se trata de un ajuste del mercado. También dijo que lo mejor es que ni el gobierno ni el Banco de México intervengan para ‘rescatar’ el peso a través de la venta directa de dólares y mucho menos echar mano de las reservas internacionales.

“El tipo cambio flexible es un gran legado. El Presidente tiene que mandar el mensaje al mundo de que está adelante de la curva de salud y adelante de la curva en lo económico”, dijo.

En el contexto de la depreciación del precio del petróleo, lo que tiene que hacer Pemex es mandar señales de que va a reasignar su gasto hacia inversiones productivas, por lo que la refinería de Dos Bocas no tiene razón de ser en este momento.

Sobre el grado de inversión que podría perder Pemex en las próximas semanas, debido a su complicada situación financiera, consideró que puede afectar la calificación de deuda del gobierno y en esa medida va a encarecer la búsqueda de recursos en los mercados financieros para paliar la crisis.

“En el segundo trimestre se pueden perder hasta un millón de empleos si no se toman las medidas adecuadas. Yo creo que el gobierno no está dimensionando la crisis social que esto puede generar”, dijo el secretario de Hacienda.

El peor escenario es que Pemex pierda el grado de inversión y que el gobierno mexicano pierda dos niveles en su nota crediticia, aunado a que el gobierno no logre controlar la pandemia del coronavirus.

El mejor escenario es que el gobierno logre controlar la propagación y que las medidas contracíclicas sean las adecuadas para contrarrestar la caída en la economía, que los analistas de los bancos de inversión calculan que será de entre -4.5% y -2% este año.

@MarioMal

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