La Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de llevaba varios días siguiendo los pasos de Jaime Rodríguez Calderón . Al “Bronco” lo iban a detener un día antes, pero no lograron ubicarlo con precisión, debido a que pasó unos días en Coahuila. El día de la aprehensión, el 15 de marzo, viajaba con amigos en una Suburban color gris por una carretera del sur del estado, en General de Terán. Horas antes habían cambiado de vehículo en un rancho, como si supieran que los iban siguiendo.

Una patrulla de la fiscalía les marcó el alto. Dos agentes ministeriales se acercaron al vehículo. El conductor de la Suburban les pidió “la atención”. “Viajamos con el exgobernador”, les dijo. Según este reporte, es falso que el chofer del Bronco fue quien lo terminó entregando, una versión que el gobernador ha dado por válida.

Los agentes pidieron a los tripulantes que descendieran de la camioneta. Uno de ellos le mostró a Rodríguez Calderón la orden de aprehensión en su teléfono móvil. “Tenemos que subirlo a la patrulla”, le dijeron. El Bronco respondió que no había por qué llevárselo, que lo acompañaran a su rancho y que allá los trataría “como se merecen”. Intentó dos o tres veces convencerlos. Apeló a su derecho de que lo asistiera un abogado y habló con uno de sus exsecretarios de Seguridad. Al darse cuenta que sus intentos no fructificaron, se acercó a los amigos que lo acompañaban y les dijo: “Ya les eché a perder la carne asada”, y se subió a la patrulla.

Escoltado por varias patrullas y camionetas, El Bronco fue trasladado hacia el penal de Apodaca. Todo el tiempo fue acompañado por agentes ministeriales de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales y por convoys de la Fuerza Civil estatal. Cuando arribó al reclusorio, su rostro fue cubierto para evitar las fotografías de los reporteros que lo esperaban en la entrada.

Ya adentro, mientras le realizaban los dictámenes médicos para su expediente clínico, enfundado ya en su ropa oficial del Centro Penitenciario, fue fotografiado y las imágenes se difundieron a los pocos minutos en las redes sociales y a través de .

Al mismo tiempo, el gobernador Samuel García celebraba en sus redes: “4 años y 4 meses tardamos, pero al fin lo logramos. Quien la hizo la paga. #BroncoFirmas #NLincorruptible", escribió. Luego, en una conferencia afirmó que “ser incorruptibles empieza por no robar”, pero también por castigar a los que robaron y desviaron el dinero de Nuevo León a sus campañas. “Somos un gobierno incorruptible, quien la hizo, la paga”.

Además del delito de peculado, la acusación de la FEDE de Nuevo León es por uso de recursos de procedencia ilícita durante su campaña presidencial.

En este espacio publicamos que la UIF, a cargo de Santiago Nieto , realizó una investigación exhaustiva de “El Bronco” a petición de un ministerio público, la cual mostraba manejos financieros sospechosos desde 2007, dos años antes de competir por la presidencia del municipio de García, Nuevo León, abanderado por el PRI.

De 2017 a 2019, a la mitad de su gubernatura y durante su apuesta para alcanzar por la vía independiente la silla presidencial, “ ” recibió cheques interbancarios por 8 millones de pesos y emitió también desde sus cuentas este tipo de instrumentos por un monto total de 6.7 millones.

En el caso de las “Broncofirmas”, la UIF puso el foco en la razón social de origen poblano Attar2715 S.C., la cual llegó a manejar depósitos por mil 169 millones de pesos y retiros por mil 171 millones, a pesar de que se identificó como una empresa fachada cuyo domicilio fiscal se encontraba ocupado por una cocina económica, una tortería y un café internet.

La fiscalía estatal y el gobierno de Samuel García van con todo para dejar al Bronco en la cárcel, a pesar de que la investigación la va a atraer la Fiscalía Especializada para la Atención en Delitos Electorales.

Veremos cómo acaba la historia.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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