La renuncia forzada de Carlos Romero Deschamps a la dirigencia del sindicato de Pemex trae detrás de sí un objetivo promovido por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador: darle una sacudida a esta organización para obtener recursos y cumplir con las metas de producción petrolera que prometió para los próximos años.

Los cálculos del Presidente apuntan a que con una serie de ajustes en el sindicato la producción de crudo podría incrementarse en el corto plazo en hasta 60%.

La clave, según el dirigente de la sección 44 del organismo de trabajadores, Mario Ross García, —uno de sus aliados en esta cruzada— se encuentra en extirpar el denominado modelo neoliberal de la empresa productiva del Estado, que en este caso tiene nombre y apellido: el grupo cercano a Carlos Romero Deschamps.

La historia se remonta a los últimos años de la década de los años 80, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari encargó a Romero Deschamps adelgazar desde el organismo sindical la estructura laboral de la petrolera, aunado a una reducción en los índices de producción.

En 30 años, la tarea se ejecutó de manera casi perfecta, toda vez que, de operar con una plantilla de 400 mil trabajadores sindicalizados, en la actualidad la petrolera registra un total de 113 mil.

Se trata de una reducción de más de 70% de la fuerza laboral de Pemex, ahora dirigida por Octavio Romero, y comparable con una reducción de 50% en la producción de crudo desde el récord máximo calculado en 3.4 millones de barriles diarios.

A contrasentido, el nivel de prestaciones económicas que los funcionarios de Pemex entregaron a su sindicato, en especial a su Comité Ejecutivo, se incrementó hasta llegar a los casi 100 mil millones de pesos anuales, recursos que se resistieron a fiscalizar por pertenecer presuntamente a un organismo de carácter no público.

Si bien la más reciente Ley General de Transparencia obliga a los sindicatos a revelar sus finanzas como sujetos obligados, al manejar recursos provenientes del erario, el organismo que todavía controla Romero Deschamps, a través de su ex tesorero Manuel Limón, ha gozado de amparos desde la Suprema Corte de Justicia para mantener sus números en la opacidad.

No obstante, los agremiados del sindicato revelan que la simple administración del Contrato Colectivo de Trabajo representa un manejo discrecional de recursos, para el Consejo Ejecutivo, de 15 mil millones de pesos anuales; esto sumado a una posible dispersión entre los dirigentes de las secciones de 70 mil millones de pesos de utilidades anuales de la refinería ubicada en Houston, Texas.

Tales números son, por mucho, superiores a los mil 600 millones de pesos anuales que el propio López Obrador presumió en agosto como recorte a los apoyos para los dirigentes sindicales, mismos que representaban hasta 80% de los recursos entregados a Romero Deschamps y sus allegados.

La purga definitiva del líder salinista, y de su grupo cercano, representaría para Pemex acceso a recursos útiles incluso para mejorar su perfil de inversión, además de la posible puesta en operación de 2 mil pozos de producción que fueron abandonados arbitrariamente por la llamada política neoliberal y que vendrían a sumarse a los casi 3 mil con que la petrolera produce 1.6 millones de barriles de crudo diarios.

La cereza del pastel caería dentro del ámbito judicial, pues como propietario de los recursos con los que Romero Deschamps y su familia amasaron su riqueza, el sindicato es el único ente con personalidad jurídica para denunciar y enviar finalmente a uno de los pilares del neoliberalismo a un muy largo periodo de prisión.

Metlife, en problemas

La firma de seguros Metlife, que en México dirige Sofía Belmar, debería hacer ajustes en su operación y personal de ventas, toda vez que se detectaron diversas irregularidades entre sus promotores, que van desde la falta de cédulas de agentes de seguros hasta incumplimientos de estos en sus obligaciones con el Servicio de Administración Tributaria.

Un ejemplo de ello fue la reciente entrega de reconocimientos de la comercializadora de seguros Metlife Grupo KC, que dirige Daniel Guzmán, en la que se otorgó el primer lugar de ventas al asesor Raymundo Pinzón Anguiano, quien con RFC PIAR6301312A5 aparece en el listado de contribuyentes incumplidos que el SAT hizo público el 30 de mayo de 2019.

El segundo lugar de ventas, Jovan Alejandro Ledezma Barrios, no cuenta con la cédula de agente de seguros que solicita la Condusef para dedicarse legalmente a esta labor y, por si fuera poco, el tercer lugar, Luis Ramón Águila Salas, tiene en su historial una multa por incumplimiento en la presentación de declaraciones; esto con el folio 162705163474041C15178 de febrero de 2017.

Por si fuera poco, Metlife fue de las aseguradoras más perjudicadas con el recorte a las prestaciones de la alta burocracia, como seguros médicos, de vida y otros.

Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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