El presidente Andrés Manuel López Obrador considera a las aduanas del país más que estratégicas para su gobierno, no solo porque por esos puntos se comercian miles de millones de dólares anuales, los cuales generan cientos de millones de pesos en impuestos, sino porque su mantenimiento y modernización para contrarrestar el contrabando y el narcotráfico implican grandes cantidades de dinero y muchas empresas interesadas.

Este jueves, el Presidente aprovechó una pregunta de un reportero para revelar que hace unos días “le fueron a decir que no se estaban comprando equipos buenos para las aduanas”. “Se trataba de un grupo que quería que les compraran a ellos los equipos”, agregó sin dar a conocer el nombre de la empresa o de sus gestores.

En este espacio se ha dado seguimiento a los procesos de licitación en puerta para modernizar la infraestructura aduanera del país, ambos en manos de las Fuerzas Armadas.

Actualmente, la Secretaría de la Defensa controla 33 de las 50 aduanas del país, las que están en tierra: 21 fronterizas y 12 interiores. Las otras 17, ubicadas en costas mexicanas, se encuentran bajo responsabilidad de la Secretaría de Marina.

Las dos poderosas dependencias han echado mano del fideicomiso FACLA, que reportó en 2022 más de 80 mil millones de pesos que ahora se manejan bajo las órdenes de los generales y los almirantes. La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), creada con Horacio Duarte –el actual coordinador de campaña de Delfina Gómez en el Estado de México– y ahora encabezada por el tabasqueño Rafael Marín Mollinedo, es más bien accesoria; casi todo el dinero lo manejan las Fuerzas Armadas.

En este contexto están en puerta por lo menos seis licitaciones importantes de equipo tecnológico de la Sedena para las 19 aduanas terrestres que están en la frontera con Estados Unidos por un monto total de 12 mil 500 millones de pesos. En estas, el gobierno de Estados Unidos ha intervenido para tratar de evitar que queden en manos de empresas de origen chino, como Nuctech. El embajador estadounidense Ken Salazar ha pedido expresamente al gobierno mexicano que no entregue los contratos a esta compañía.

En las seis licitaciones que alista el Ejército Mexicano participan siete empresas que ya están palomeadas por la dependencia que encabeza Luis Cresencio Sandoval. Se trata de las estadounidenses Leidos, Astrophysics, Rapiscan, Linev System y VMI Security; la francesa Smiths Detection y la china Nuctech, aunque esta última prácticamente está ya descalificada por tener la precalificación más baja de todas.

Dentro del nuevo proceso licitatorio se incluye el desmantelamiento de 44 equipos de rayos gamma que están instalados en las aduanas y son de la marca Rapiscan; 35 de la Sedena y 7 de la Semar, según un documento interno al que tuvo acceso esta columna. La firma Rapiscan se apresta a quedarse con la mayoría de las licitaciones. La sorpresa es que irían ahora de la mano del anterior socio de Nuctech: Ariel Picker, el presidente de Seguritech, una empresa que ha estado permanentemente en el ojo del huracán.

Estas empresas se perfilan para llevarse un contrato por alrededor de 7 mil millones de pesos para suministrar equipos de Rayos X a las aduanas administradas por el Ejército.

En el sexenio pasado, Picker y su empresa Seguritech hicieron grandes negocios con el gobierno federal en materia de tecnología de seguridad. Bajo este esquema se hicieron de negocios que rondaban los 18 mil millones de pesos.

El empresario se acomodó rápidamente en el gobierno de AMLO . No acababan aún de arrancar motores en la entonces Administración General de Aduanas, a principios de 2019, cuando Seguritech ya estaba negociando su primer contrato multimillonario para sustituir en las 50 aduanas del país la tecnología del llamado Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera, el cual fracasó.

Pero la cercanía con los actuales funcionarios no se lastimó. Seguritech obtuvo contratos por más de mil 300 millones de pesos en 2022, la mayoría de ellos en la nueva Agencia Nacional de Aduanas.

Posdata

Algo no le cuadró a Cuauhtémoc Cárdenas, quien asegura no ser parte del movimiento denominado “Punto de Partida” en el que un grupo de políticos, acompañados por miembros de la sociedad civil, plantean propuestas para recomponer el país, ya que consideran que las decisiones de la administración federal han provocado un Estado “omiso, autoritario y que militariza”.

El lanzamiento de este proyecto será el 30 de enero y participan los priistas Francisco Labastida y José Narro, el emecista Dante Delgado y, se suponía, el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, entre otros políticos, académicos e integrantes de organizaciones civiles. Sin embargo, nos aseguran fuentes cercanas al ingeniero, que no participa en el movimiento. Que no cuenten con él.

@MarioMal

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