A inicios del año, Andrés Manuel López Obrador pidió a la Secretaría de Hacienda los datos de la situación fiscal de la familia Alemán, propietaria de la aerolínea Interjet. Llevaban meses negociando quitas con el gobierno federal por un adeudo cercano a 3 mil millones de pesos de impuestos no enterados, pero ninguna propuesta fue seria. “No parece que quieran pagar”, le dijeron los funcionarios de Hacienda al Presidente. “No se presentan en persona y sus abogados no proponen un plan de pago”, agregaron. La respuesta de AMLO fue contundente: “Presenten una demanda contra la empresa e incluyan a Miguel Alemán padre y a su hijo [Miguel Alemán Magnani]”.

Los meses de tregua que López Obrador dio a los Alemán sólo sirvieron para que ambos huyeran del país y se llevaran los pocos recursos líquidos que aún poseían en sus cuentas personales, así como para deshacerse de Interjet con una negociación de saliva que hicieron con el empresario Alejandro Del Valle, quien supuestamente compró más de 90% de las acciones de la aerolínea. Dicha simulación fue la que enfureció al Presidente, quien no daba crédito que tanto Miguel Alemán Velasco, como su hijo Miguel Alemán Magnani —quien además es parte del Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia— intentaran darle la vuelta con la supuesta venta de la aerolínea, con la que se lavaban las manos.

Todavía en enero pasado, Miguel Alemán Magnani pidió una cita con la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, y con el procurador fiscal de la Federación, Carlos Romero, para poner sobre la mesa un plan de pago. El único que llegó a la cita fue su abogado, Javier Mondragón. El argumento de la ausencia de Alemán Magnani fue una enfermedad de su padre, que los llevó a viajar a Estados Unidos. El abogado no pudo lograr nada.

Esta fue una de las últimas escenas que llevaron al gobierno federal a denunciar ante la Fiscalía General de la República a Alemán Velasco y Alemán Magnani por la evasión de 66 millones 285 mil 195 pesos de impuestos correspondientes a 2018, tal y como lo publicamos en este espacio el 7 de mayo pasado. Ayer, mi colega Javier Tejado reveló que un juez solicitó una orden de aprehensión contra Alemán Magnani por defraudación fiscal. Su padre no fue solicitado por su edad: 89 años.

A finales de abril, Interjet pidió al Juzgado Sexto de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México un concurso mercantil para reestructurar un total de mil 250 millones de dólares.

A la fecha, la aerolínea no ha presentado la relación de acreedores, entre los que se encuentran el SAT, el Seneam, ASA, Bancomext, el AICM, los arrendadores de aviones y la rusa Sukhoi, así como los miles de pasajeros que dejaron varados y más de 5 mil trabajadores.

La ampliación de la denuncia del SAT y la PFF contra Interjet incluye los ejercicios fiscales de 2019, 2020 y 2021, lo que involucra también al actual dueño de 90% de las acciones de la aerolínea, Alejandro del Valle.

Según fuentes de primer nivel, en los próximos días se presentará una nueva denuncia, la cual incluye a Del Valle y a un empresario relacionado con el Grupo Atlacomulco del Estado de México, quien le aseguró a la familia Alemán que sus supuestas relaciones con el gobierno del presidente López Obrador le permitirían negociar los adeudos con el SAT.

La compra-venta fue una farsa y con ella intentaron evadir sus responsabilidades fiscales, razón por la que los Alemán, quienes ahora se mueven entre Nueva York y Madrid, son buscados por las autoridades mexicanas. Es la caída definitiva de la otrora dinastía política-empresarial-jetsetera que se extinguió en la tercera generación.

mario.maldonado.padilla@gmail.com
Twitter: @MarioMal

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