La legislación de la Ciudad prohíbe expresamente la colocación de este tipo de anuncios en la infraestructura urbana como son los postes, puentes vehiculares y peatonales, bajopuentes, pasos a desnivel, señalizaciónes de tránsito, semáforos y desde luego en árboles, jardines o áreas verdes. Solo está permitida la colocación de propaganda comercial en nodos y corredores publicitarios, tapiales, muros ciegos, vallas y el mobiliario urbano dispuestos para tal efecto, pero que cuentan con permisos para instalarse.

Nos hemos acostumbrado tanto a ver nuestro paisaje urbano repleto de anuncios en forma de gallardetes y pendones, que no reparamos en la desafortunada contaminación visual que generan. El principal responsable de dicha contaminación de la imagen urbana es la industria inmobiliaria, que anuncia sus desarrollos en venta.

Derivado de diversas denuncias ciudadanas, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial a mi cargo, realizó entre los meses de enero abril del 2021 diversos recorridos en la Ciudad de México, en la que se constató que todas las Alcaldías sin excepción, tienen colocados gallardetes, pendones y propaganda comercial en sitios prohibidos.

Por esta razón, emitimos la Recomendación 01/2021 dirigida a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) y a todas las Alcaldías, para que en el ámbito de sus atribuciones, vigilen y realicen todas las acciones necesarias para retirar gallardetes y pendones con propaganda comercial vinculada a la venta de inmuebles, de la infraestructura urbana, arbolado y patrimonio urbanístico arquitectónico; así como para que realicen el aseguramiento de los materiales y residuos y apliquen las sanciones de multa o arresto que ya contempla la ley. La SEDUVI y las 16 Alcaldías, tendrán un plazo de 10 días para pronunciarse sobre dicha Recomendación.

La Recomendación no se deriva solamente de un asunto estético o de contaminación visual en el que se vulnera la imagen urbana, que por sí misma vulnera los derechos de los ciudadanos. Se trata de la falta de vigilancia y supervisión de las autoridades, así como de los abusos de las empresas inmobiliarias, que ha dado por resultado la colocación sin control ni límites de este tipo de propaganda ilegal.

Además, la colocación de pendones y gallardetes puede provocar daños a la infraestructura urbana, obstruir la señalización vial o interferir con el cableado eléctrico, además de generar residuos que requerirían un plan de manejo y tratamiento especial, pues se trata de vinilos y polietilenos de alta densidad, que son residuos plásticos que tardarán años en eliminarse pero que permanecen en postes o árboles y eventualmente son derribados por el viento y alcanzan el drenaje de la Ciudad, contribuyendo a su obstrucción.

De acuerdo con la Encuesta sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información del INEGI, el 72.8% de los habitantes de la capital utilizan un teléfono móvil inteligente. Además, la Ciudad de México cuenta con más de 3,700 postes con señal wifi de acceso gratuito a internet. Me pregunto si los pendones o gallardetes funcionan mejor que la publicidad mediante las actuales tecnologías de la información. Me pregunto si las personas que están por hacer una de las inversiones más importante de sus vidas, comprar una propiedad, no preferirían invertir en desarrollos inmobiliarios comprometidos con el medio ambiente en todos sus procesos, incluyendo la venta.

Ordenar esta publicidad ilegal requiere de la corresponsabilidad de la industria inmobiliaria, así como de una adecuada supervisión de las Alcaldías y autoridades responsables de vigilar y sancionar la colocación de pendones y gallardetes.

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