Cuando el hoy Presidente era Jefe de Gobierno en la CDMX le enfureció que tomáramos lo que él considera que es solo suyo y de sus seguidores: el espacio público. Hace 20 años, miles de ciudadanos participamos en la “Marcha Blanca” por la seguridad. ¿Quién diría que dos décadas después estaríamos mucho peor que antes? Por salir a las calles nos insultó y nos amenazó por medio de terceros, pero se logró una mejoría en las condiciones de seguridad de la Ciudad. La marcha valió la pena. En el 2004 la mayor preocupación de los ciudadanos eran delitos como el secuestro y el robo. Ahora se presentan desafíos mucho mayores, no estamos en una crisis de seguridad, estamos ante el colapso de muchas instituciones, incluyendo las de seguridad y justicia. Estamos a unos pasos de perder nuestro sistema democrático y esto no es exageración. ¿Porqué la democracia es tan importante? Haciendo una similitud, si usted ha probado las dos marcas de refresco de cola más consumidas y le gusta más una que otra, puede elegir cuál tomar, si perdemos la democracia tendría que tomar la que el gobierno diga que quita la sed. Perder la democracia es que el Presidente decida quienes nos van a gobernar. Perder la democracia es perder la libertad de elegir y vivir como quieran dentro de la ley. No es exageración decir que la perderemos si seguimos por el camino que emprendió el Presidente y que exige a sus candidatos lo continúen con fanática lealtad. Tenemos que salir a exigirle que queremos otro camino. Hoy hay municipios en Chiapas, Colima, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas donde manda el crimen organizado y si el gobierno federal no hace una estrategia rumbo a las elecciones, éstas no se podrán llevar a cabo o los criminales decidirán el voto a favor de su actual partido favorito. Tenemos que exigir al Presidente se comprometa con una estrategia (no generalidades) de seguridad, no solo para cuidar a los candidatos, sino también para cuidar a los ciudadanos. Estamos en peligro de perder la democracia porque estamos regresando a un partido hegemónico, donde el Presidente quiere representar a los tres poderes. Además, con la diferencia que en la época de la hegemonía del PRI se avanzaron en muchos de los derechos que hoy también está destruyendo, como el derecho a la salud y a la educación. Tenemos que exigir que respete a los otros dos poderes. Perderemos la democracia si seguimos permitiendo que el Presidente meta las manos en las elecciones con sus patrañas en la mañanera, que Morena meta dinero público de forma ilegal a sus candidatos y que amenacen a los electores al decirles que si no votan por Morena perderán sus programas sociales. Tenemos que exigir que tanto él como su partido saquen las manos de las elecciones y que se difunda ampliamente que los programas sociales son derechos constitucionales y nadie se los puede quitar. Por todo ello, es muy importante que participemos en las movilizaciones mañana domingo, porque serán demostraciones públicas multitudinarias para decirle al inquilino de Palacio que no estamos dispuestos a perder derechos y libertades el 2 de junio. Le diremos que a millones de personas nos importa la democracia y estamos puestos a defenderla. El lunes, al igual que en 2004 se burlará en la mañanera, nos insultará y posiblemente mandará amenazar a los organizadores, pero les aseguro que algunas prácticas autoritarias tendrán que parar. Tomar las calles es de las pocas cosas que al Presidente lo cimbran, porque a cielo abierto se exhibe su ineptitud. b Presidenta de Caus.

Cuando el hoy Presidente era Jefe de Gobierno en la CDMX le enfureció que tomáramos lo que él considera que es solo suyo y de sus seguidores: el espacio público. Hace 20 años, miles de ciudadanos participamos en la “Marcha Blanca” por la seguridad. ¿Quién diría que dos décadas después estaríamos mucho peor que antes? Por salir a las calles nos insultó y nos amenazó por medio de terceros, pero se logró una mejoría en las condiciones de seguridad de la Ciudad. La marcha valió la pena. En el 2004 la mayor preocupación de los ciudadanos eran delitos como el secuestro y el robo. Ahora se presentan desafíos mucho mayores, no estamos en una crisis de seguridad, estamos ante el colapso de muchas instituciones, incluyendo las de seguridad y justicia. Estamos a unos pasos de perder nuestro sistema democrático y esto no es exageración. ¿Porqué la democracia es tan importante? Haciendo una similitud, si usted ha probado las dos marcas de refresco de cola más consumidas y le gusta más una que otra, puede elegir cuál tomar, si perdemos la democracia tendría que tomar la que el gobierno diga que quita la sed. Perder la democracia es que el Presidente decida quienes nos van a gobernar. Perder la democracia es perder la libertad de elegir y vivir como quieran dentro de la ley. No es exageración decir que la perderemos si seguimos por el camino que emprendió el Presidente y que exige a sus candidatos lo continúen con fanática lealtad. Tenemos que salir a exigirle que queremos otro camino. Hoy hay municipios en Chiapas, Colima, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas donde manda el crimen organizado y si el gobierno federal no hace una estrategia rumbo a las elecciones, éstas no se podrán llevar a cabo o los criminales decidirán el voto a favor de su actual partido favorito. Tenemos que exigir al Presidente se comprometa con una estrategia (no generalidades) de seguridad, no solo para cuidar a los candidatos, sino también para cuidar a los ciudadanos. Estamos en peligro de perder la democracia porque estamos regresando a un partido hegemónico, donde el Presidente quiere representar a los tres poderes. Además, con la diferencia que en la época de la hegemonía del PRI se avanzaron en muchos de los derechos que hoy también está destruyendo, como el derecho a la salud y a la educación. Tenemos que exigir que respete a los otros dos poderes. Perderemos la democracia si seguimos permitiendo que el Presidente meta las manos en las elecciones con sus patrañas en la mañanera, que Morena meta dinero público de forma ilegal a sus candidatos y que amenacen a los electores al decirles que si no votan por Morena perderán sus programas sociales. Tenemos que exigir que tanto él como su partido saquen las manos de las elecciones y que se difunda ampliamente que los programas sociales son derechos constitucionales y nadie se los puede quitar. Por todo ello, es muy importante que participemos en las movilizaciones mañana domingo, porque serán demostraciones públicas multitudinarias para decirle al inquilino de Palacio que no estamos dispuestos a perder derechos y libertades el 2 de junio. Le diremos que a millones de personas nos importa la democracia y estamos puestos a defenderla. El lunes, al igual que en 2004 se burlará en la mañanera, nos insultará y posiblemente mandará amenazar a los organizadores, pero les aseguro que algunas prácticas autoritarias tendrán que parar. Tomar las calles es de las pocas cosas que al Presidente lo cimbran, porque a cielo abierto se exhibe su ineptitud. b Presidenta de Caus