Para tener un acercamiento a lo que diariamente enfrentan, lo primero que deberíamos hacer es ponernos en las botas de las y los policías. Imagina que tienes uno de los trabajos más peligrosos, donde cada mañana sales sin saber si podrás regresar porque tu labor es de muy alto riesgo; y además, tu empleador no te da las condiciones para minimizar los riesgos asociados a tu actividad, ni sueldos y prestaciones que te incentiven a arriesgar tu vida todos los días. Todo para tratar de llevar un ingreso a tu familia. Imagina ahora que estás en un país donde se vive la peor crisis de inseguridad y violencia jamás registrada por lo que al riesgo de perder la vida, se suma tu exposición a la extorsión, cooptación y amenazas para ti y tu familia por parte del crimen.

Esa es la realidad que enfrentan todos los días las y los policías en México. Esta semana se dio a conocer la propuesta de incremento salarial elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) para los policías del país. De acuerdo con el estudio, se sugiere un aumento promedio a 13,639 pesos en todo el país, lo cual resulta claramente insuficiente e indigno. Una hipocresía, cuando ellos mismos congelaron los fondos de seguridad para los estados y cancelaron todo el recurso económico dirigido a los municipios.

La encuesta “¿Qué piensa la policía?” realizada por Causa en Común, ya había señalado desde 2019 la desigualdad salarial en la que trabajan los policías del país. Por ejemplo, de acuerdo con esta encuesta, un policía de Oaxaca percibía en promedio 7,500 pesos al mes, en uno de los estados con mayores niveles de violencia y confrontación social. Por otro lado, un policía en Baja California, percibía en promedio 18 mil pesos por el mismo trabajo. Aunado a ello, muchas de las y los policías señalaron que, con su sueldo, tenían que comprar su propio calzado (51%), pagar sus uniformes (42%), asumir la compostura de sus patrullas o adquirir cartuchos para sus armas (25%) o comprar su propio chaleco antibalas (12%).

El salario de los policías es un elemento fundamental para el desarrollo policial que requiere México frente al terrible escenario de violencia que enfrentamos. En 2011, Ecuador era uno de los países de América Latina con mayor índice de violencia en la región, con 22 homicidios por cada 100 mil habitantes. Para 2014, esta tasa había bajado a 8.1 por cada 100 mil. ¿Qué es lo que hizo Ecuador? Fortaleció a sus policías, incrementó la inversión en seguridad al 2.3% del PIB nacional, y realizó una profunda reforma policial que incluyó un aumento salarial a los policías, donde los elementos de menor rango empezaban ganando 1000 dólares al mes, es decir, cerca de 20 mil pesos mexicanos actualmente.

El aumento salarial propuesto por el SESNSP y la Conasami a 13,600 pesos promedio por policía, tendría un impacto económico de 5 mil millones de pesos al año, es decir, solo el 10% de los 50 mil millones adicionales que se entregarían a la Guardia Nacional. Si se aumentara el salario al doble, es decir, a más de 26 mil pesos por policía, la inversión no alcanzaría ni el 25% de ese presupuesto. Sin embargo, la obsesión presidencial por este cuerpo militarizado, no tiene límites.

El salario de las y los policías debe no solo garantizar una vida digna donde puedan satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestido, vivienda y educación para sus hijos, debe ser además un reconocimiento y un estímulo por la labor que realizan. Habría que ponerse en sus botas para reconocer el valor de arriesgar sus vidas frente a tanta violencia.

(Colaboró Genaro Ahumada)


Presidenta de Causa en Común.