“Una sociedad en la que no está establecida la garantía de los Derechos , ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución.” (Artículo 16 de la Declaración del Hombre y del Ciudadano de 1789). Alcanzar un Estado constitucional y democrático de Derecho es el mayor reto de nuestro México. Conseguirlo implica lograr la vigencia de los Derechos Humanos y el respeto de la división de poderes.

Con el tiempo, la división de poderes dejó de sostenerse como una separación rígida entre ellos. El maestro Felipe Tena Ramírez , citando a Kant, señala que “los tres poderes del Estado están coordinados ente sí, cada uno de ellos es el complemento necesario de los otros dos… se unen el uno al otro para dar a cada quien lo que es debido.” Esta afirmación implica, primero, una separación o autonomía que permita, después, una correcta coordinación que garantice la defensa de derechos y la gobernabilidad .

En México no existe coordinación precisamente porque tampoco existe una separación previa entre los tres poderes. Lejos de una “coordinación”, lo que la falta de separación genera es una indignante sumisión de los otros dos poderes al poder ejecutivo, lo que se vuelve evidente cuando vivimos un populismo autoritario que no tiene empacho en bloquear, reventar y debilitar a la oposición para que el mensaje ciudadano de las elecciones del pasado 6 de junio no sea escuchado ni tomado en cuenta.

La sumisión del poder legislativo en México, en los últimos años, ha sido una de las grandes y peores tragedias institucionales que hayamos vivido. Veamos algunos ejemplos de esta sumisión :

1. “No moverle una coma” a la iniciativa de Ley de la Industria Eléctrica, fue la instrucción del poder ejecutivo al legislativo. Y así se hizo, ni una coma fue removida.

2. La Cámara de Diputados , en uno de los actos que ha generado más daño a nuestro país en los últimos meses, eliminó el presupuesto del Fondo para Desastres Naturales , de los refugios para mujeres, de las estancias infantiles y un largo etcétera que incluye la falta de medicinas, omisión que tiene su más cruel expresión en la falta de medicina y tratamiento gratuito para los niños y niñas con cáncer .

3. El haber hecho reformas a la Constitución que implicaron eliminar, por ejemplo, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, o la creación de figuras que no son de democracia participativa como la revocación de mandato; la prisión preventiva oficiosa, que le da un margen mayor de discrecionalidad al poder ejecutivo, entre otros.

4. La creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil , que fue aprobado por el congreso sin limitación alguna.

5. La aprobación, a sabiendas que su intrínseca inconstitucional, del artículo transitorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial , que extendía el mandato del titular de uno de los poderes de la Unión, en este caso, el del poder judicial.

En los últimos años, nada pasa sin la instrucción del poder ejecutivo y, en el mejor de los casos, sin su permiso. Somos representados por un congreso desconcertante y deprimente que ha renunciado a su rango constitucional para declinar su función al libre arbitrio e instrucción de otro poder. Así, la acción legislativa se pasma de tal manera que hemos acabado escuchando verdaderos disparates por parte de legisladores federales y locales, como el que propuso invadir España .

Iniciamos una nueva legislatura, la oposición debe fortalecerse y ser valiente. Ojalá se dé paso a las ideas, al diálogo y al debate. Veo con preocupación que los primeros miedos que expresan analistas y electores están en la posibilidad de que miembros de la oposición se vayan al partido-gobierno, víctimas de amenazas o, en otros casos, por haber sido comprados.

Ayer tomamos protesta quienes integramos la Cámara de Diputados para conformar la LXV Legislatura . La tarea principal para cada legislador, sin importar de qué grupo parlamentario seamos, se puede leer en uno de los libros del maestro Manuel Herrera y Lasso: “Devolver decoro y dignidad al Poder Legislativo , reivindicando para él, el importantísimo lugar que la Constitución le atribuye entre los órganos de gobierno y liberándolo de la sujeción servil al Poder Ejecutivo .”


Abogada