El Presupuesto de Egresos de la Federación fue aprobado sin diálogo y sin discusión. Las sesiones de la Cámara de Diputados estuvieron marcadas por la cerrazón de los oficialistas. Los diputados de Morena obedecieron a la única persona que obedecen y a la que se rinden: Andrés Manuel López Obrador. Paradójicamente, no saben el daño que le están haciendo al presidente.

He sido diputada en varias ocasiones tanto representando al partido en el gobierno como en la oposición. Y nunca había visto una actitud tan antidemocrática, frívola y, en momentos, majadera y agresiva de un partido político. Es el caso de Morena. Se hicieron cerca de dos mil reservas al dictamen del presupuesto de egresos y los diputados de Morena no dejaron pasar una sola. Han sido “levantadedos”: 1,994 fue el número de reservas que la oposición presentó al dictamen del presupuesto; desgraciadamente prevaleció “la ceguera y la sordera”, como les dijo el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, ni vieron ni escucharon, sólo insultaron y levantaron la mano.

Los diputados y diputadas oficialistas de Morena están muy lejos de darle dignidad a la política y al Congreso. Este no puede ni debe ser el nivel de representantes que tenemos los mexicanos.

Solo para informar al lector, comento que los diputados del partido en el poder negaron otorgar recursos a: infraestructura para las escuelas, mantenimiento de infraestructura educativa, estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, educación inicial, ayuda a Instituciones de Educación Superior, quimioterapias para la niñez, medicinas para el cáncer en niños, desarrollo científico y tecnológica, deporte masivo y adaptado, combate a las adicciones, fondos para las organizaciones de la Sociedad Civil, Fondo de desastres naturales, emprendimiento para las mujeres, mujeres indígenas, refugios para mujeres violentadas, tratamiento para cáncer de mama y cérvico-uterino, organismos para las personas con discapacidad, emprendimiento para personas con discapacidad, infraestructura en carreteras, museos regionales, programas de apoyo a casas de cultura y centros culturales, pueblos mágicos, seguridad pública en los estados y municipios, policías locales, policía federal, pagos por servicios ambientales, conservación de los bosques, Áreas Nacionales Protegidas, agua potable, drenaje y tratamiento para los municipios, fortalecimientos de la Policía Federal, Seguro Popular, vacunas para el esquema básico, vacunas a adolescentes, ampliación para institutos de salud y hospitales generales, garantía del abasto de medicinas, Fondo para ayuda al migrante y repatriación, 3x1 para comunidades de origen de los migrantes, servicios consulares para migrantes, niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, reactivación económica, micro-créditos, apoyo a micro, pequeña y mediana empresa, proyectos productivos para el campo, seguros de siembra, apoyos al campo, fondos para el frijol y el sector pesquero, vivienda, programa de vivienda rural y, en fin, le quitaron presupuesto al poder judicial (que al parecer al presidente de la Corte nada más le faltó agradecer), al INE, a órganos autónomos y un sinnúmero más de programas

Pero sí hay recursos para la entrega directa de dinero como única política social, hay también dinero para el tren maya (que pasa cerca de un rancho de Tabasco), para la refinería de Dos Bocas, y para el Aeropuerto de Santa Lucía. El Congreso, a través de los oficialistas de Morena, sirvió de tapete del poder ejecutivo, se subieron al carro del faraón y son incapaces de ver la “T” de tragedia.

Este es un presupuesto que no combate la pobreza, que debilita a la clase media, y no promueve el crecimiento. Este gobierno –para obtener votos– sólo quiere sembrar odio y administrar la pobreza.

Diputada federal