El lunes 30 de agosto se dio el regreso a clases presenciales en México. La curva de contagios de la tercera ola comenzaba a disminuir y se reportaba una incidencia de 80 casos por cada 100,000 habitantes a nivel nacional. Semanas antes había gran preocupación de que los niños regresaran a clases por el alto número de contagios, porque con la variante delta los niños estaban siendo más afectados que en las olas pasadas y porque no se habían hecho las recomendaciones ni las modificaciones necesarias en las escuelas, para prevenir los contagios de COVID-19 por aire dentro de las aulas.

El gobierno apostó por abrir las escuelas y, afortunadamente, le fue bien. Han pasado 3 semanas desde la apertura de las escuelas, los casos van a la baja -según datos del lunes 20 de septiembre hubo 44 casos por cada 100,000 habitantes, casi la mitad de los reportados al 30 de agosto- y no hay ninguna evidencia de que el regreso a clases haya influido en el número de casos reportados. Esto se puede deber a dos cosas principalmente, 1) el uso del cubrebocas es obligatorio para alumnos y profesores y 2) al aforo reducido en las escuelas. De acuerdo con la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, hasta el martes 14 de septiembre solo habían regresado 13,220,916 (37%) de los niños a clases presenciales.

Además, en días pasados la Secretaría de Educación Pública (SEP) lanzó un video dando cuenta de la importancia de la ventilación para prevenir contagios por COVID-19 dentro de las aulas e hizo un llamado a que las puertas y ventanas se mantengan todo el tiempo abiertas, para reducir la probable concentración de virus en el aire. Esto último es, sin duda, una buena noticia y una medida que oficinas, establecimientos, transporte público y cualquier lugar cerrado debería adoptar, para prevenir contagios. Hay que recordar que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han alertado que

No podemos bajar la guardia, aunque los contagios van a la baja también se acerca la época invernal y por el frío se tiende a mantener las ventanas cerradas, lo cual podría provocar un nuevo repunte de casos. Por lo tanto, ahora que la SEP reconoce que el aire es la vía de contagio, necesitamos insistir en el uso del cubrebocas, la ventilación y la purificación del aire como medidas de prevención, por lo menos, hasta que se haya declarado el fin de la pandemia.

En este espacio hemos dado cuenta desde el año pasado de la importancia de estas 3 medidas y recientemente nació una iniciativa llamada , la cual consiste en dar capacitación a docentes y hacer la implementación de medidas que puedan ayudar a disminuir la concentración de posibles virus en el aula de clases a través de la donación de purificadores de aire y medidores de CO2 a Escuelas Públicas de la CDMX y el área metropolitana.

Ventila tu escuela
Ventila tu escuela

Imagen de un salón de clases con ventanas abiertas y un purificador de aire artesanal donado por Ventila Tu Escuela. Abrir ventanas en ambos lados ayudó a mantener niveles de CO2 menores a 600ppm (nivel de bajo riesgo de contagio por Covid-19) con 15 personas al interior recibiendo capacitación.

Hasta el momento, ha sido posible apoyar a 4 escuelas públicas. Se han instalado con capacidad de limpiar el aire de un espacio de 210m3 cada 10 minutos en cada uno de los salones de clases y espacios para maestros. Se evaluó la calidad de la ventilación en cada salón y se hicieron recomendaciones para mejorar la ventilación y poder mantener niveles de CO2 por debajo de las 700 partes por millón (ppm), nivel sugerido como de riesgo aceptable. Asimismo, se les donó un medidor de CO2 para que puedan estar monitoreando constantemente la ventilación y mantener un aforo de niños adecuado al tamaño de las aulas. Debido a que se deben tener varias medidas al mismo tiempo para reducir al máximo el riesgo de contagios, también se les capacitó acerca del uso correcto del cubrebocas y sobre los diferentes tipos de cubrebocas.

El costo de apoyar a cada escuela pública fue de entre $25,000 y $30,000; el costo es bajo, sobre todo, si ponemos en consideración que, por ejemplo, en la primera escuela que se apoyó asisten 20 profesores y apenas 47% de los alumnos inscritos (150 niños de 321), es decir, por el momento, la iniciativa estaría ayudando a prevenir contagios por COVID-19 a 880 personas en promedio y considerando 4 personas por familia. Por lo tanto, hasta el momento Ventila Tu Escuela habría ayudado a más de 2,500 personas a prevenir contagios en las 4 escuelas y podría tener un impacto potencial de unas 5,000 personas en algún momento en que todos los alumnos regresen a clases.

Es necesario mantener esta iniciativa y que se puedan sumar nuevos actores, ha sido tal el impacto que Ventila Tu Escuela ha tenido, que hay más de 400 escuelas públicas en espera de apoyos. Por lo tanto, es necesario que las autoridades y la sociedad pudieran apoyar esta iniciativa para poder hacer más donativos a las escuelas, para que cada día más niños vuelvan a clases presenciales de manera segura. Cabe mencionar que, de acuerdo con estudios en Estados Unidos, el mejorar la ventilación y la calidad del aire también ayudan a mejorar el rendimiento escolar y los niños aumentan calificaciones en materias como matemáticas, ciencias y literatura, además de evitar alergias y el ausentismo escolar.

Tenemos que aprender a vivir con el COVID-19 en nuestras vidas, no podemos seguir esperando a que se vaya el virus sin adoptar las medidas que Ventila Tu Escuela sugiere. Llevamos poco más de año y medio en pandemia y lo más seguro es que el COVID-19 permanezca con nosotros por meses o años. Además, mejorar la ventilación y la calidad del aire tiene múltiples beneficios en el rendimiento escolar, por lo tanto, las escuelas deberían adoptar estas medidas y los diferentes gobiernos ayudar a que se establezcan en cada una de las escuelas. Si desean conocer más acerca de la iniciativa, apoyar como voluntarios o con sus donativos lo pueden hacer

Postdoctor en Salud Ambiental por la Universidad de Harvard, Investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Perinatología y Consultor en Epidemiología Ambiental y Salud Pública.
msanchezguerra@alumni.harvard.edu
Twitter @MarcoSanchezGue

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