En México hemos rebasado los 100,000 muertos oficiales por COVID-19 y estamos atravesando por grandes problemas económicos. Miles de negocios han tenido que cerrar, millones de personas han perdido sus empleos y las poblaciones más vulnerables (mujeres, niños, personas de la tercera edad y los que menos tienen) están siendo las más afectadas. Necesitamos no solo cambiar de estrategia en el modo de enfrentar la pandemia, necesitamos también una gran alianza entre gobernantes, empresarios, científicos, medios de comunicación y la población en general, para en el corto plazo reactivar la económica y disminuir el número de contagios y muertos por COVID-19. Y para construir una gran alianza necesitamos estar bien informados.

Anteriormente, en este espacio, ya hemos documentado que varios investigadores de Universidades de Estados Unidos han hecho un gran esfuerzo para documentar y explicar que la principal vía de transmisión del coronavirus es a través de estar en contacto con aerosoles contaminados con el virus que una persona infectada puede liberar al respirar, hablar, gritar o cantar y que se almacenan y permanecen en el aire al interior de lugares cerrados. Así mismo, se ha sugerido que para disminuir el riesgo de contagio por este medio es usar correctamente y en todo momento el cubrebocas, ventilar y filtrar el aire con purificadores portátiles, además de mantener sana distancia, lavado de manos, permanecer el menor tiempo al interior de espacios cerrados, entre otras.

Estos mismos investigadores han reportado que el hacer actividades al aire libre reduce el riesgo de contagio en un factor de 10 y que mejorar la ventilación mecánica o natural de espacios cerrados lo disminuye en un factor de 2. Entender esto es de suma importancia, pues si queremos reactivar la actividad económica y disminuir el riesgo de contagios, entonces tratemos de que los espacios cerrados se parezcan lo más posible a lugares abiertos en términos, al menos, de ventilación.

A continuación, expondré algunas de las medidas que se deberían mejorar y otras que se deberían de implementar. El fin de este espacio es dar a conocer información que no ha sido explotada y que puede servir para que la población en general, empresarios y autoridades puedan mejorar sus estrategias de contención o incluso puedan, por ejemplo, los dueños de grandes o pequeños negocios implementar estás medidas que ayuden a proteger a sus clientes de contagios, pero también para que con fundamentos puedan ayudar a las autoridades a generar medidas de control más eficientes. Con respecto, al aforo establecido por las autoridades de 30% o 40% es un tanto arbitrario y no es un porcentaje al que muchos lugares tendrían que sujetarse porque en caso de contar con instalaciones que tengan un buen sistema de ventilación mecánica o natural (ver ejemplos más adelante), podrían estar en la posibilidad de aceptar un mayor número de clientes sin poner en riesgo a estos y, por lo tanto, ver menos afectadas sus ganancias ( Mejores instalaciones = + clientes + ventas + empleos y menos riesgo de infección por coronavirus ).

Otro ejemplo, de por qué es necesario contar con la información adecuada y entender que la principal vía de contagio son los aerosoles, ayudará a que la gente pueda evitar fraudes. Desafortunadamente, crisis como la que estamos atravesando es una oportunidad para los charlatanes. He sabido de personas que compran sustancias en espray o líquidos “sanitizantes” que prometen eliminar del ambiente la presencia del coronavirus, no se dejen engañar y no malgasten su dinero. Para eliminar el coronavirus del aire se necesita mejorar la ventilación o usar purificadores de aire con filtro HEPA o una alternativa barata y eficiente es el uso de purificadores artesanales, para más información leer el artículo: ¿Cómo enfrentar la principal vía de transmisión del coronavirus por aerosoles?. En el caso de temer el contagio por contacto con empaques o áreas contaminadas, hay que recordar que este medio de transmisión es el de menor importancia y basta con lavarse las manos con agua y jabón o con gel desinfectante, por lo que el uso de sustancias milagro son innecesarias, además de que representan un mayor gasto y podrían provocar daños a la salud.

Entre las medidas que se han sugerido se encuentran las siguientes:

1.- La primera es hacer obligatorio el uso correcto del cubrebocas y en todo momento.

Está medida ayudaría a disminuir el riesgo de transmisión por la vía de los aerosoles. El uso de cubrebocas disminuye la cantidad de gotas y aerosoles generados al hablar o al respirar por parte de quien lo usa. Sin embargo, también sirve para reducir el riesgo de respirar aire con aerosoles contaminados con el coronavirus dentro de espacios cerrados. En mi opinión, hacer obligatorio el uso de cubrebocas no representa una violación a los derechos humanos, pero además considero que, si hubiera una mejor estrategia de comunicación sobre cómo y por qué usar correctamente el cubrebocas, podría ser suficiente. La gente tiende a cooperar más cuando se le explica correctamente y adopta mejor las medidas cuando tiene claro el problema y la posible solución. Una sugerencia al respecto es realizar un video en español como el del siguiente link, para explicar de manera visual en que consiste la transmisión por aerosoles y así entender más claramente por qué se debe usar correctamente el cubrebocas.

2.- Mejorar la ventilación.

Dado que la principal vía de contagio puede ser por la presencia del coronavirus en aerosoles en el aire que respiramos en lugares cerrados, la principal medida para limpiar el aire contaminado y disminuir el riesgo de contagio es remplazar ese aire contaminado con aire limpio.

Se ha sugerido que los establecimientos deben mejorar sus sistemas de ventilación mecánica para permitir que el aire de espacios cerrados pueda remplazarse con aire limpio del exterior, al menos, 6 veces cada hora o una vez cada 10 minutos. Además, se sugiere que dichos sistemas cuenten con filtros HEPA. Quizá una limitante importante para la renovación o adquisición de sistemas de ventilación mecánica podría ser la parte económica, sin embargo, habría que hacer una evaluación costo-beneficio, para ver si los gastos de inversión para dicha renovación son mayores que las pérdidas económicas que se han dado por la restricción de horarios y de la entrada de personas a dichos establecimientos.

Algo muy importante a tomar en cuenta, es que, probablemente, ya existen muchos establecimientos que cuentan con este tipo de ventilación mecánica con filtros HEPA, por lo que, muchas de las restricciones actuales tendrían que ser más flexibles en este tipo de establecimientos. Dado que ya pudieran contar con un sistema de ventilación mecánica adecuado, estarían en la posibilidad de permanecer más tiempo abiertos o de aceptar un mayor número de personas, sin que esto signifique un mayor riesgo de contagio de COVID-19. Como lo mencioné anteriormente, está información podría ser muy útil tanto para las autoridades como para los dueños de establecimientos, para que de manera confiable puedan restablecer sus actividades a través de la implementación de medidas con fundamento y adecuadas al tipo de construcción y a los sistemas de ventilación con que cuenten.

Una alternativa que se podría explorar, en el caso de los restaurantes, es considerar que solo durante la pandemia se pudieran instalar algunas mesas en el exterior del local, al aire libre, donde puedan brindar el servicio con un riesgo mínimo de contagios. Una restricción al usar los exteriores sería el uso de carpas, lonas o cualquier material que obstruya la ventilación y corrientes de aire, dado que se volvería un nuevo espacio cerrado, pero en el exterior. Otra alternativa, es utilizar preferentemente las terrazas de los restaurantes y eliminar cualquier material que obstruya la ventilación.

En caso de no contar con sistemas de ventilación mecánica podría ser suficiente la ventilación natural. Es decir, con solo abrir ventanas y puertas podría ser suficiente. Sin embargo, para conocer si la ventilación mecánica o natural es la adecuada y poder establecer un aforo máximo es medir los niveles de CO2 en los establecimientos.

3.- Uso de medidores de CO2.

Para establecer si los niveles de ventilación al interior de espacios cerrados es el óptimo, se deberá monitorear con medidores de CO2. Hay que recordar que el CO2 es un gas que se expira como parte del proceso de respiración y de no existir una adecuada ventilación dicho gas tiende a acumularse, por el contrario, si hay buena ventilación los niveles de CO2 serán menores a 700 ppm. Con esta medida y sobre todo al contar con un límite sugerido de 700 ppm, se puede calcular y controlar de manera más clara y científica el porcentaje de ocupación adecuado para cada uno de los establecimientos. Los beneficios son que el nivel de riesgo de transmisión se mantendrá bajo y se podrían evitar pérdidas económicas mayores por parte de los establecimientos.

En resumen, la principal vía de contagio es por aerosoles y existen varias alternativas para mitigar el número de contagios y muertes por COVID-19. Las medidas más indicadas para restablecer la actividad económica y disminuir el riesgo de contagios y muerte por COVID-19 son: uso correcto y en todo momento de cubrebocas sin válvulas, restablecer las actividades preferentemente en espacios abiertos y/o en lugares cerrados que cuenten con buena ventilación, con sistemas de filtración de aire y que midan constantemente el CO2 y todas estas medidas acompañadas de mantener sana distancia, lavado constante de manos con agua y jabón o gel desinfectante y cualquier otra que las autoridades crean convenientes.

Postdoctor en Salud Ambiental por la Universidad de Harvard
msanchezguerra@alumni.harvard.edu
https://www.researchgate.net/profile/Marco_Sanchez-Guerra

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