La propagación de coronavirus (Sars-COV-2) sigue disparándose y en México estamos, cada día, más cerca de llegar a los 100,000 muertos oficiales por COVID-19. Volver a semáforo rojo conllevaría a cerrar igual o parcialmente las actividades, como ya se hizo. Desafortunadamente, la pandemia está dejando una catástrofe económica, lo cual, hace casi imposible regresar al nivel de confinamiento que vimos en los primeros meses desde que llegó el coronavirus a nuestro país.

Las medidas tomadas hasta ahora han sido poco eficaces y no han permitido controlar los contagios y muertes por COVID-19, la razón de esto es que se está combatiendo principalmente a 2 vías de transmisión, 1) la de contacto directo con superficies contaminadas y 2) la que de acuerdo con la OMS es la principal vía de transmisión y que consiste en estar en contacto con gotículas generadas cuando una persona infectada habla, tose o estornuda y nos encontramos a menos de 1 metro de distancia.

Con respecto a la primera, la que tiene que ver con la transmisión por contacto directo con superficies posiblemente contaminadas. Está vía, según los estudios, es la que juega un papel menos importante en la transmisión del virus. Existen dos razones principales para que sea la que menos importancia tiene, una es que el virus puede permanecer por un tiempo en los empaques o superficies, pero la concentración del virus no es muy alta como para provocar infecciones y la segunda, es que gracias al lavado constante de manos se elimina el virus que podríamos tener en las manos por tocar objetos contaminados. Estás dos medidas claramente tienen un impacto para que la transmisión por este medio este controlada, por lo tanto, es imprescindible mantener está medida de lavado constante de manos.

En cuanto a la segunda vía de transmisión, se ha recomendado usar cubrebocas, mantener sana distancia (1.5 metros) entre personas y evitar aglomeraciones. Sin embargo, dichas medidas no han funcionado del todo y una explicación que a menudo se menciona es que la gente no ha respetado dichas medidas. La otra explicación y de acuerdo a las nuevas evidencias mostradas por científicos de Harvard, de la Universidad de Colorado y de otras universidades en Estados Unidos es que está vía de transmisión no es la más importante, por lo que, aunque la población estuviera siguiendo correctamente las medidas establecidas por las autoridades, dichas medidas serían aún insuficientes.

Estos mismos científicos han estado alertando a la OMS y a otras agencias de salud de diferentes países, sobre que la principal vía de transmisión del coronavirus es a través de los aerosoles que se encuentran en el aire de espacios cerrados y que, por lo tanto, tendrían que sumar algunas otras medidas a las ya implementadas, por ejemplo, mejorar la ventilación de espacios cerrados y la de purificar el aire con filtros HEPA cuando la ventilación no sea adecuada. Reconocer está vía de transmisión por parte de las autoridades es lo primordial, pues con base en esto podrán tomar mejores decisiones y explorar diferentes alternativas que les permitan controlar el repunte de contagios, evitar una mayor cantidad de muertes y una mayor afectación a la economía por el COVID-19. Afortunadamente, los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades de Estados Unidos (CDC) han reconocido está vía de transmisión y la Dra. María Neira directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), recientemente mencionó que al coronavirus se le debe enfrentar con varias medidas y entre ellas mejorar la ventilación y la filtración del aire.

A continuación, trataré de explicar está vía de transmisión y de dar algunas sugerencias con la finalidad de contribuir a enfrentar la gravedad de la situación. Cabe señalar que las sugerencias y la información contenida en este espacio son una recopilación de información y sugerencias que diferentes investigadores han realizado. Dichas recomendaciones, sin duda, pueden ser mejoradas por las autoridades de atender el problema y por expertos en la implementación de políticas publicas y de los programas de salud.

De manera breve, los aerosoles, son gotas muy pequeñas que se expulsan al respirar, hablar, toser, estornudar, cantar o gritar y que por su tamaño quedan flotando en el aire por unas horas y pueden dispersarse por distancias mayores a 5 metros en espacios cerrados y que no cuentan con buena ventilación. Además, se ha estimado que una persona con COVID-19 puede exhalar aproximadamente 10 veces más el virus al ambiente al hablar en comparación con mantenerse en silencio y de 50 veces más, si la persona canta o grita. Esto es lo que hace que los bares, por ejemplo, sean de los lugares con mayor riesgo de contagio.

Dado que la principal vía de transmisión del coronavirus es a través de los aerosoles en el aire en los lugares cerrados, lo ideal, sería darle prioridad a actividades al aire libre y evitar visitar lugares cerrados con poca o nula ventilación. La Dra Shelly Miller y el Dr José Luis Jiménez, expertos en la calidad del aire de interiores y ambos profesores de la Universidad de Colorado han mencionado que de manera general, el aumentar la ventilación en espacios cerrados puede disminuir el riesgo de contagio en un factor aproximado de 2, mientras que permanecer en espacios abiertos, lo disminuye en un factor aproximado de 10, es decir y a manera de ejemplo, que si de manera general se contagiará 1 de cada 100 personas al interior de espacios cerrados con poca o nula ventilación, el hecho de mejorar la ventilación reduciría la tasa de contagios y en vez de que se contagie 1 de cada 100, habría 1 contagio por cada 200 personas. Y en el caso de favorecer actividades al aire libre, solo existiría un contagio por cada 1,000 personas, de ahí la importancia de favorecer las actividades al aire libre y de no cerrar parques o espacios abiertos. Para mayor información y detalles revisar parte de sus trabajos .

¿Y qué significa tener una buena ventilación? De acuerdo, al experto y profesor de la Escuela de Salud Pública de Harvard, el Dr Joseph Allen, lo ideal, es que hubiera, por lo menos, de 4 a 6 recambios de aire por hr, para poder tener una buena ventilación y mantener un riesgo bajo de contagio. Esto quiere decir que aproximadamente cada 10 o 15 minutos el volumen total de aire del interior se limpia o se remplaza con aire del exterior, dando como resultado la eliminación de los aerosoles con coronavirus al interior y, por lo tanto, una disminución en el riesgo de contagio. Prácticamente una buena ventilación eliminaría la presencia del coronavirus en los espacios cerrados y el riesgo de ser infectado. Cabe destacar que la ventilación ayudará a disminuir el riesgo de contagio, pero debe ir acompañada de otras medidas como el uso correcto del cubrebocas y en todo momento, guardar el mayor silencio posible y procurar pasar el menor tiempo en interiores.

Entre los factores que juegan un papel importante para una buena ventilación son las condiciones ambientales, el tamaño del lugar, el número de ventanas y puertas que puedan permanecer abiertas, en el caso de la ventilación natural y, de manera muy importante, el número de personas que se encuentran en el interior. Una medida que se ha establecido es permitir una ocupación de entre 30 y 40% de la ocupación máxima y mantener sana distancia, para evitar contagios, sin embargo, dicha medida es insuficiente y el porcentaje permitido podría variar dependiendo del tipo de lugar y, sobre todo, de la ventilación que exista. Por cierto, que en interiores la sana distancia no sirve en el caso de no haber buena ventilación, pues como explicamos arriba, los aerosoles se pueden mantener por horas en el aire y expandirse dentro de la habitación por distancias mayores a los 1.5 metros establecidos como sana distancia provocando contagios en personas sin cubrebocas aún cuando estás guardarán sana distancia o incluso no interactuarán directamente con personas con COVID-19, como ya ha sido documentado.

Una forma de conocer si la ventilación y el porcentaje de ocupación en un espacio cerrado son los adecuados, es medir la cantidad de CO2 de manera constante. El CO2 es un gas que se expira como parte del proceso de respiración y de no existir una adecuada ventilación dicho gas tiende a acumularse, por el contrario, si hay buena ventilación los niveles de CO2 serán menores a 700 ppm. Con está medida, el porcentaje de ocupación permitido en los establecimientos, sin duda, podría modificarse y en algunos casos donde exista una buena ventilación mecánica o natural, dicho porcentaje de ocupación podría ser incluso mayor al 30 o 40% establecido como seguro sin correr peligro de que el riesgo de contagio aumente. Para esto, es conveniente, que tanto las autoridades como los dueños o administradores de establecimientos pudieran contar con un equipo para monitorear constantemente los niveles de CO2, para controlar de manera más acertada el número de personas al interior de los establecimientos y garantizar que haya una adecuada ventilación y que el riesgo de contagio por coronavirus sea bajo.

Una alternativa, para cuando la ventilación no es la adecuada es el uso de purificadores de aire portátiles con filtro HEPA. Los filtros HEPA pueden remover casi por completo (99.9%) del polen, polvo, bacterias y partículas con un tamaño de hasta 0.3 micrómetros. Aunque el virus es más pequeño que 0.3 micrómetros, éste nunca viaja solo en el aire, generalmente el virus se encuentra en el aire entre las partículas o en los aerosoles, que pueden medir entre 1 y 10 micrómetros, permitiendo que el virus quede atrapado en el filtro del purificador. Existen diferentes marcas y precios en el mercado y la elección de un purificador portátil de aire debe ir en función del tamaño del espacio que se requiera purificar. Para mantener la eficiencia del purificador es recomendable cambiar los filtros cada cierto tiempo y este dependerá de las recomendaciones del fabricante. Una limitante que podría existir, para la compra de un purificador portátil de aire con filtro HEPA es su costo, sin embargo, El Dr Javier Ballester (Catedrático de Mecánica de Fluidos en la Universidad de Zaragoza) junto con otros investigadores han realizado pruebas con ventiladores artesanales que podrían ser tan eficientes como los purificadores con filtro HEPA, pero a un costo menor. Para mayor información visitar el siguiente .

Brevemente, estos purificadores artesanales consisten en adaptar un filtro MERV13 que son usados para eliminar pelusa, ácaros de polvo, esporas de moho, polen, caspa de mascotas, polvo y humo del aire. De manera general, se fija un filtro MERV13 de 20”x22”x1” a un ventilador de 50 cm de diámetro con ayuda de cinta adhesiva y hule cristal. Una vez fijado el filtro, se coloca al centro del espacio donde se desee purificar el aire con la salida del aire hacia el techo. Dicho purificador trabajando en la velocidad 3, serviría para purificar el aire en un espacio cerrado de entre 30 y 40m2 como máximo, sin embargo, se tendrían que hacer adecuaciones dependiendo del tamaño del espacio, tipo de ventilador y la actividad que se realicé en ese espacio. Por ejemplo, para un salón de clases u oficina el ventilador con la velocidad 3 podría ser muy ruidoso y molesto, por lo que la velocidad 2 sería más adecuada para disminuir el ruido, sin embargo, el cambio de nivel de velocidad de 3 a 2 provocaría que ya no pueda ser utilizado en espacios con el tamaño recomendado de entre 30 y 40m2. Para una mejor guía se sugiere visitar el link arriba mencionado. Al igual que con los filtros HEPA, es conveniente cambiar el filtro cada cierto tiempo y también dependerá de las recomendaciones del fabricante.

Sugerencia de Medidas a tomar en cuenta por parte de las autoridades con respecto a la ventilación. Cabe recordar que la mejor estrategia para disminuir el contagio de coronavirus es seguir una serie de medidas de contención en conjunto. El llevar a cabo una sola o de manera parcial incrementa el riesgo de contagio.

Dado que se ha evidenciado que la ventilación juega un papel importante en la disminución del riesgo de contagio del COVID-19. Se proponen las siguientes medidas:

1.- Evitar cerrar parques, bosques o espacios abiertos e incentivar la realización de actividades al aire libre. Mantener las recomendaciones de evitar aglomeraciones, lavado constante de manos, sana distancia y otras que las autoridades consideren importantes.

2.- Revisar a la entrada de los establecimientos que el cubrebocas se este usando de manera correcta. Este debe cubrir boca y nariz y no deben existir huecos entre el cubrebocas y la cara. Deberá prohibirse la entrada a personas con cubrebocas que tienen válvula, ya que esta válvula evita que el virus entre, pero permite que salga poniendo en riesgo a las personas que se encuentran alrededor.

3.- Pedir que todos los establecimientos mantengan las ventanas y puertas abiertas con la finalidad de mejorar la ventilación natural.

4.- Evitar el uso de mamparas de acrílico, excepto cuando haya un contacto directo entre los consumidores/clientes y alguno de los empleados, por ejemplo, en las cajas de cobro. El uso indiscriminado de mamparas puede obstruir el aire y afectar la ventilación. Una alternativa al uso de las mamparas es el uso de caretas por parte del personal o de los clientes. Es importante señalar que el uso de caretas no sustituye al uso correcto y en todo momento del cubrebocas.

5.- Pedir a los lugares que cuenten con ventilación mecánica que se hagan las adecuaciones necesarias que garanticen un recambio de aire de, por lo menos, 4 a 6 veces por hora y que utilicen filtros HEPA en sus sistemas. Esta medida permitirá la eliminación de aerosoles al interior de los establecimientos y, además, tiene beneficios a largo plazo ya que permitirá remplazar el aire del interior con aire limpio libre de polen o material particulado, por ejemplo. La contaminación del aire se ha asociado con la muerte prematura de cerca de 7 millones de personas al año en el mundo y recientemente se reportó que la contaminación del aire por partículas contribuyó aproximadamente en un 15% a la mortalidad por COVID-19 en todo el mundo.

6.- Evaluar apoyar a los locatarios para que cuenten con un medidor de CO2 y garanticen que haya menos de 700 ppm al interior. Para garantizar que haya menos de 700 ppm es necesario mejorar la ventilación, por ejemplo, mantener puertas y ventanas abiertas y un número restringido de personas.

7.- Aunque en espacios interiores la sana distancia juega un papel menos importante, ya que, los aerosoles pueden dispersarse por distancias mayores 5 metros y permanecer en el aire, se debería mantener está restricción y evitar que haya más de dos familiares al interior de los establecimientos cuando sea posible.

8.- Dado que hablar provoca una dispersión del coronavirus 10 veces mayor y el cantar y gritar alrededor de 50 veces más en comparación con mantenerse callado, se recomienda mantener el mayor silencio posible. En restaurantes y en otros establecimientos, por ejemplo, mantener un volumen bajo del sonido ayudará a que la gente escuche mejor y no tenga que subir el volumen al hablar. Se recomienda hacer la invitación a mantener el mayor silencio posible.

9.- Cuando no exista la posibilidad de tener buena ventilación y mantener los niveles de CO2 en los establecimientos se deberá utilizar purificadores portátiles con filtro HEPA o en su caso el uso de purificadores artesanales como los mencionados, para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus.

10.- Se recomienda mantener cerrados bares, karaokes, centros de culto, gimnasios o cualquier negocio de alto riesgo. En caso de que la afectación económica por el cierre de dichos lugares impida su cierre temporal, se recomienda que sea obligatorio tener una buena ventilación al interior (niveles máximos de CO2 de 700 ppm) y el uso de purificadores de aire, además de mantener sana distancia, un volumen bajo de la música y otras medidas establecidas por las autoridades.

Sugerencia de Medidas de monitoreo a tomar en cuenta por parte de las autoridades:

1.- Verificar que los establecimientos cuenten con ventanas y puertas abiertas en todo momento.

2.- Verificar que los sistemas de ventilación mecánica han sido mejorados, es decir que garantizan un recambio de aire de 4 a 6 veces por hora y que cuentan con filtros HEPA. En general se deben cambiar cada 6 meses dependiendo de tiempo y tipo de uso, pero dependerá de las recomendaciones del fabricante. Se podría pedir que las compañías contratadas para darle mantenimiento a los sistemas de ventilación mecánica certifiquen que el equipo permite un recambio de 4 a 6 veces por hr y que el cambio de filtros se lleva a cabo cada cierto tiempo de acuerdo con las necesidades y especificaciones del equipo utilizado.

3.- Apoyar a que los establecimientos cuenten con medidor de CO2 y que los niveles de CO2 estén por debajo de las 700 ppm. Los verificadores o inspectores deberán contar con un medidor de CO2 para garantizar y comprobar que los niveles de CO2 se encuentran por debajo de los 700 ppm.

En resumen, se recomienda reconocer a la transmisión del coronavirus por aerosoles como la principal vía de transmisión con la finalidad de mejorar las estrategias que permitan disminuir los contagios y muertes por COVID-19. Elaborar una buena estrategia de comunicación, es importante explicar este modo de transmisión a la población, para crear conciencia sobre el uso correcto del cubrebocas y sobre la importancia de mejorar la ventilación en espacios cerrados. Mantener las medidas de sana distancia, lavado constante de manos, procurar permanecer el menor tiempo al interior de lugares cerrados, el uso correcto de cubrebocas y ventilar son medidas que en conjunto ayudarán a disminuir los contagios y muertes por COVID-19.

Postdoctor en Salud Ambiental por la Universidad de Harvard
msanchezguerra@alumni.harvard.edu
https://www.researchgate.net/profile/Marco_Sanchez-Guerra

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