Continuando con el análisis del primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesario destacar los aciertos de la auto denominada Cuarta Transformación.

1.-Tenemos equilibrio fiscal y se mantiene la estabilidad macroeconómica. Esto es muy importante y debe aplaudirse por que siendo AMLO un hombre de izquierda y además con tendencia populista, no ha sido irresponsable en el manejo del gasto público, ha respetado la autonomía del Banco de México, y ha mantenido la deuda pública estable como porcentaje del PIB, contrastando con el gobierno de Peña Nieto que creció la deuda pública casi un 100% en términos nominales.

La estabilidad macroeconómica significa que el mexicano no se ha empobrecido por irresponsabilidad del gobierno en el manejo de las finanzas públicas; esto no sucede hoy en la 4T.

2.-El presidente López ha señalado como distintivo de su gobierno la austeridad; y esto es plausible también porque elimina privilegios de la clase gobernante, al tiempo que el gobierno, como organización, cuesta menos, liberando recursos disponibles para inversión pública, mejores servicios públicos y para el desarrollo social.

3.-Este gobierno ha emprendido una cruzada contra la corrupción, cosa a la que no se animó el PAN en sus 12 años de administración federal. AMLO ha decidido eliminar fugas del sistema fiscal mexicano para así liberar mayores recursos también para la inversión, servicios públicos y desarrollo social. Pero el combate a la corrupción también es formativo, educa a la clase gobernante y a los funcionarios públicos que el dinero del pueblo es sagrado, y a los ciudadanos que deben ser exigentes con su gobierno, pero a su vez respetuosos de la ley.

4.-Se han tomado medidas legislativas para recaudar más sin incrementar los impuestos, ampliando la base de contribuyentes, combatiendo la evasión y elusión fiscal, siendo mejor cobrador y combatiendo la gran corrupción en el SAT y en el gobierno que se convirtió en impuestos (extorsión) que no entraban a las arcas públicas

5.-También hay que aplaudir al presidente cuando nos dice que “Por el bien de México y de todos, primero los pobres”. Aunque en esto debo ser claro que estoy de acuerdo en el qué, pero no en el cómo.

¿En qué debe enfocarse el gasto social? En mi opinión el gasto social debería concentrarse en salud, educación y en seguridad social.

Reconociendo que la actitud subsidiaria del gobierno cuando da pescado, debe complementarse también con enseñar a pescar. Por eso disiento con las políticas clientelares y paternalistas de la 4T en gasto social; esos programas son paternalistas y electoreros.

El paternalismo genera dependencia mientras que la subsidiariedad genera independencia. ¿De qué sirve que se regale fertilizante al campesino si no se le da asistencia técnica en prácticas de granja agropecuaria integral y sustentable?

Además del gasto social, el gobierno debe invertir en infraestructura que eleve la competividad del país y que ayude al desarrollo de regiones que se han mantenido rezagadas. También debe invertir en proveer servicios públicos que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.

Así como Carlos Salinas de Gortari implementó el programa 100 Ciudades a través de la Sedesol, programa que lideró exitosamente el sinaloense José Luis Soberanes; hoy AMLO debería promover el programa “200 Ciudades” que daría seguimiento a los nuevos retos de aquellas 100 ciudades de gran desarrollo urbano, pero además atender a las 100 ciudades más rezagadas del país, buscando empezar a cerrar la brecha de la desigualdad, entendiendo que el desarrollo urbano puede contribuir al desarrollo humano.

En fin, creo que no todo está mal, ni todo está bien, como se ha polarizado en el discurso entre los seguidores de la 4T y los detractores de la misma. Sin embargo, se acaba el periodo de aprendizaje para este gobierno que tiene mucho que demostrar en los hechos todavía.

Ingeniero industrial y empresario

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