En Wuhan, China, en el mes de diciembre de 2019 se presentó un brote de neumonía de causa desconocida en aquel entonces, que generó un cambio radical para este 2020 en el escenario social y económico del mundo entero.

Con la vertiginosa propagación del virus denominado Sars-Cov-2, también conocido como Coronavirus o Covid-19, se ha manifestado uno de los retos más grandes para los sistemas de salud de la época contemporánea, al presentar altos y veloces índices de transmisión de persona a persona.

Por tal motivo, el pasado 11 de marzo con más de 118 mil infectados en 114 países y más de 4 mil defunciones, la OMS decidió catalogar al nuevo Coronavirus como una pandemia, lo que significa que es una enfermedad epidémica que se extiende en varios países del mundo de forma simultánea.

La principal razón por la que dicha organización catalogó de esta forma al Covid-19 fue por la preocupante inacción de algunos gobiernos que parecían no prestar la debida atención a los esfuerzos de prevención, mitigación, preparación y respuesta ante la inminente llegada del virus a su territorio.

La importancia de implementar y acatar medidas preventivas adecuadas es la piedra angular que permite contener la propagación del virus, pues en tiempo real hemos sido testigos de diversos modelos que nos ilustran cómo otros países han mitigado a la enfermedad con éxito, como el caso de Corea del Sur o la misma fuente del brote, es decir, China. Por otra parte, respuestas tardías acompañadas de un endeble sistema de salud pública representan un latente riesgo para la transmisión del virus y altos porcentajes de mortalidad, como ha sucedido desafortunadamente en Italia y España.

Cabe señalar que el caso de Corea del Sur destaca por reducir eficazmente la cantidad de nuevos casos, además de tener el índice más bajo de mortalidad por el virus. Con la finalidad de frenar la propagación el país asiático ha puesto en marcha medidas como la acción rápida, pruebas generalizadas, rastreo de contactos y apoyo crítico de los ciudadanos para frenar una onerosa propagación del virus.

En el caso de nuestro país, son preocupantes los ambiguos mensajes emitidos por el gobierno federal, al demostrar tardías e imprecisas respuestas que de no ser por la unión y la suma de esfuerzos de millones de mexicanos, las cifras reflejarían datos más alarmantes.

De forma paralela, la propagación del virus ha ocasionado considerables repercusiones económicas; particularmente, a sectores especializados como el turismo que ha sido objeto de caídas abrumantes que ponen en riesgo la economía de miles las familias mexicanas.

Ante esta situación es impostergable que el gobierno federal asuma con responsabilidad y visión de Estado su compromiso en favor de la protección del derecho a la salud de todos los mexicanos, al tiempo de instrumentar medidas estratégicas que tiendan a compensar las afectaciones económicas. Al respecto, desde el grupo parlamentario del PRI en el Senado, planteamos una serie de propuestas que incluyen estímulos fiscales para empresas y programas de ayuda hacia los empleados, que protejan sus derechos laborales.

El Covid-19 es una enfermedad que nos afecta a todos, y nos obliga a tomar conciencia sobre las repercusiones sanitarias y económicas que se pudieran presentar, donde si el gobierno mexicano no decide, hay que cuidarnos nosotros y atender las recomendaciones de la OMS, al tiempo de exigir medidas económicas extraordinarias que garanticen la estabilidad de las y los mexicanos durante esta contingencia.

Senador de la República
@manuelanorve

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