Dime cómo gastas y te diré quién eres. En efecto, las prioridades de gasto público le dan identidad a los gobiernos, dibujan nítidamente sus objetivos y en el transcurso de la historia les permiten tener referentes para evidenciar la trascendencia o el fracaso de su administración.

Para los aficionados de la imagen que un régimen puede construir queda claro que las obras públicas de infraestructura colosal son sin duda una de las apuestas que se realizan en administraciones que valoran la percepción por encima de la efectividad . Sin embargo, las obras colosales pueden traer beneficios a las comunidades en donde se planea implantarlas, siempre y cuando los costos económicos y de afectaciones al medio ambiente no rebasen considerablemente estos beneficios.

En el caso de algunos proyectos identitarios de esta administración las revelaciones de revisión de la Cuenta Pública 2020 de la Auditoría Superior de la Federación mostraron irregularidades millonarias del gobierno de López Obrador . Son justamente esos proyectos de aspiración colosal los que han avanzado aun a pesar de las evidencias científicas, afectaciones a comunidades vulnerables probadas y argumentos técnicos que las rechazan.

Si algo desea el Presidente, es ser recordado por la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el proyecto Sembrando Vida . Sin embargo, todo indica que sus principios anticorrupción no han sido acatados por aquellos a quienes confió su legado. Las anomalías detectadas representan 63 mil 10 millones de pesos. De ese total, solo 2 mil 181.1 millones fueron aclarados por los ejecutores de las obras, pero dejaron sin rendir cuentas sobre 60 mil 229 millones de pesos del erario.

Si algún referente viene a la mente de miles de mexicanos cuando se habla del sexenio de Peña Nieto, es la Estafa Maestra . En un cálculo sobre la equivalencia de los recursos no demostrados de acuerdo con la ASF en los diferentes proyectos emblemáticos de la actual administración, podemos decir que equivalen a 8 veces la Estafa Maestra con la que el gobierno priista de Peña Nieto robó a las y los mexicanos.

¿Pedirá cuentas López Obrador al Ejército? Él confía ciegamente en la Sedena y los ha hecho responsables de la mayoría de sus proyectos. Les ha otorgado por decreto la posibilidad de no rendir cuentas. Según la ASF, en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, asignada a la Sedena, no se reportó el uso de 20 mil millones de pesos del fideicomiso que paga la obra.

En el caso del Tren Maya, son mil 300 millones por sobrecostos, gastos no reportados e indemnizaciones sin justificación. ¿Para López Obrador no es esto una razón de peso para retractarse de su decreto de opacidad y ofrecer transparencia a la ciudadanía a la par que se investiga a dónde fue a dar ese dinero?

En el caso de Dos Bocas, de acuerdo con la ASF, hay un monto de 59.2 millones en pagos indebidos a trabajadores, pagos en exceso por desmontaje de selva y contratos por adjudicación directa.

La atención que esta administración ha dado al Covid-19 será también un referente inevitable. No sólo recordaremos el número de fallecidos y los escándalos locales de repartición de medicamentos no autorizados por la Organización Mundial de la Salud, sino el daño a la Hacienda Pública por tres mil 558 millones que dicen haber utilizado para atender la pandemia, pero que hasta ayer no se había justificado ante la ASF. Además, las irregularidades más graves se encontraron en el Insabi por un daño de dos mil 561 millones de pesos. No acreditó la entrega de un millón 50 mil mascarillas KN95, con un costo de 40.5 millones de pesos, ni entregó documentación que comprobara la recepción y distribución de dos mil 250 ventiladores por los que pagó mil 600 millones de pesos. ¿El uso de la pandemia para beneficio de funcionarios corruptos no será condenado por el señor Presidente?