Con motivo del Super Bowl, donde existe una feroz competencia entre los diversos equipos de la NFL llegando por eliminación al final los dos que fueron mejores en los Playoffs, se crea una enorme atención para el partido de mayor relieve con lo cual finaliza la temporada.

Pues bien, el tenis tiene una larga competencia con torneos con puntuación compleja, con diversas divisiones desde menor nivel, pasando por los 250, 500, 1000 y destacándose los cuatro torneos de Grand Slam.

Existe un largo y difícil camino para llegar a estar dentro de los primeros 100 tenistas del conocido ranking mundial, y me refiero a mujeres y hombres y para empezar a ganar premios importantes que les otorgue la seguridad económica tendrán que colocarse por lo menos entre los primeros 50 del mundo y allí entonces tratar de mantener un nivel acorde a los torneos de mayor nivel .

Hay una enorme complejidad hoy en día, pues desde hace tiempo los tenistas jóvenes talentosos de entre 17 y 22 años, deciden ingresar al profesionalismo dejando un lado los torneos juveniles ITF, que son indiscutiblemente muy importantes para la formación de un futuro tenista profesional, pero al final irrelevantes a la hora de empezar a competir en los torneos profesionales donde una gran cantidad de jugadores tienen el respaldo económico tanto familiar como de algunos patrocinadores, pero si estos no son aprovechados correctamente y con estrategia los talentosos tenistas se pierden en el anonimato.

Hay varios caminos a seguir, el primero y el más importante es el del talento bien manejado, con un equipo de entrenadores y operadores que puedan preparar al joven tenista para una carrera profesional, pero este camino es una apuesta a veces complicada, con un enorme riesgo en varios sectores, pues de acuerdo con estadísticas solamente un 2 por ciento de todos estos tenistas llegan a estar cerca de colocarse en lugares estelares en el ranking mundial, siendo solamente un muy selecto grupo hoy en día los que logran hacer cosas importantes ganándose la vida en el tenis profesional de competencia.

El camino más apropiado es continuar estudiando una carrera profesional, madurar tenísticamente integrándose en el sistema colegial norteamericano donde la competencia es muy buena y después tratar de jugar los ATPs y los WTAs ya que el circuito profesional es una feroz competencia.

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