No es Por Intrigar pero... Penélope Menchaca no tiene la culpa. Son los contenidos descontextualizados y creados por “ejecutores” sin empatía ni sensibilidad idiosincrásica con los mexicanos.

Ellos, los productores, son los responsables finales de lo que llega a la pantalla de Televisión Azteca… A Penélope le ha tocado “bailar las calmadas” y con la “orquesta desafinada”. Ha tenido en “suerte” dar la cara (ante el público), pero no es la “creativa” de cuatro fallidas emisiones que de 2019 a la fecha han tronado consecutivamente, bajo su conducción.

Con cualquier otro comunicador hubiera fracasado igualmente. El problema es el contenido… Menchaca es carismática, divertida y muy querida por el público. Pero no puede nadar contra corriente y menos sola.

Un conductor hace lo que le permiten y como se lo indican. Si las instrucciones traen visiones lejanas al público al que van dirigidas, no se identifican con la audiencia. Y los resultados quedan a la vista.

Cuatro programas cancelados para una sola conductora son una injusticia, la afectan profesionalmente.

Penélope Menchaca llegó a Azteca cargando un costal de triunfos y glorias en la televisión hispana de Estados Unidos. En “Estrella TV” (1999) duró más de cinco años, como la entrevistadora titular de espectáculos.

Contratada por Telemundo de 2004 a 2017 logró consolidarse con “12 corazones”, para luego hacer “Confidencias con Penélope”, “Levántate” y “Yo me llamo”. Todas emisiones de larga duración y ratings de muy buen tono. Invitada por Alberto Ciurana (QEPD), viene a México (2018) como juez de Mexicana Universal. Después fue integrada al matutino “Venga la alegría” en aquel tiempo producido por Adrián Patiño .

Hacía un segmento titulado “Las cosas como son”, con la realización experta de Lila Solana . Era un segmento de 15 minutos en los que acertadamente Penélope fue dirigida a visitar sitios de afluencia popular y convivir con el gran público.

Obviamente fue un éxito, porque una estrella dirigida con la batuta de una trayectoria probada (como la de Solana), tenía que funcionar.

Ojo… Adrián y Solana son mexicanos creando televisión para compatriotas… De ahí en adelante a Penélope le cayó la peste de “las naciones unidas en decadencia” (NUED), buscando un lenguaje “en mexicano” que nunca van a dominar.

Primero “El poder del amor” (AcunMedya-2018), hecho por turcos. Fracaso rotundo… Segundo, “Ponle de noche” (2019), producido por Claudia Flores y Mauro Castillejos (mexicanos, copiando hechuras argentinas) … Tercero, un último intento por rescatar “Enamorándonos” (2020), bajo la producción de Ángel Aponte (venezolano)… Y por si fuera poco, “La pareja ideal” (2021), bajo el “creativo estilo” de Hernán Albarenque (argentino)… Afortunadamente, en “Venga la alegría” (producido por Diógenes Lluberes —dominicano— y Sergio Sepúlveda —compatriota nuestro—), no han soltado a Penélope y sigue al aire. Desaprovechada pero vigente.

Estas puntualizaciones no son asunto de xenofobia. El talento no tiene nacionalidad, pero la idiosincrasia sí… Es evidente que el equipo de cabezas formado por la señora Sandra Smester (vicepresidenta ejecutiva de Azteca Uno —hondureña—) es muy “internacional”, pero no está llevando la programación de Azteca hacia la competitividad requerida…

El lenguaje de la televisión se mide en aciertos y repercusión de audiencia. Es comunicación masiva y los números mandan.

Los telespectadores cautivos en Azteca siguen anclados al único caballito de batalla del Ajusco: “Ventaneando” … Dios quiera, no estén buscando que con Penélope Menchaca aplique el clásico “no hay quinto malo”, porque ella no es la culpable de lo que han hecho en la pantalla de Azteca.

Más bien deberían encender veladoras porque su equipo ejecutivo (“Naciones Unidas en Decadencia” —NUED—) y creativo atine, aunque sea un hit, antes de la próxima pandemia…

Según las profecías les quedan otros 99 años, pues las epidemias mundiales se dan cada 100… Y si no pueden, lo cual ya es evidente, entonces otra opción es despejar la cancha para que el talento nacional tenga trabajo y oportunidades… Renovarse o morir… “Pare de sufrir…”

Escuchar en un programa de radio decir a Gloria Trevi que va a contar “la verdad” de su pasado es tan increíble como asegurar que Luis Miguel iba a relatar sus secretos en su bioserie.

Ninguna serie supervisada por el protagonista de los hechos incriminará a su propio personaje, al relatar la historia.

Cualquiera se cubriría la espalda, lejos de mostrar sus puntos sensibles. La garantía de calidad en la producción de la bioserie de la Trevi está en el estilo impecable de realización de Carla Estrada .

Pero el contenido del libreto es dudoso… Si es la propia Gloria quien supervise libretos, seguramente habrá una memoria histórica muy “selectiva” y “al modo”, pero tal vez el equilibrio esté en la edición literaria de la señora Estrada… Lo que sí es un hecho es que no hay verdad a medias, o se cuenta completa o no es la neta…

Pregunta de la semana pasada:

¿Nombre de la cantante española, quien planea tributo a estrellas de la música mexicana pop de los 80?

Respuesta: Mónica Naranjo.

Pregunta de la semana:

¿Nombre del actor quien muy en secreto está con un pie en España camino a protagonizar cine?

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