“No pretendemos dar cátedra,
pero tampoco estamos dispuestos
a diluirnos sin decir nada.”

Cardenal de Montevideo.

Por iniciativa de la Academia de Líderes Católicos de Latinoamérica —con sede central en Santiago de Chile— un numeroso contingente de católicos con responsabilidades políticas, hemos decidido colectivamente decir nuestra palabra; nos sentimos interpelados por nuestras fe ante las inconmensurables amenazas que se ciernen sobre nuestras sociedades, por los efectos disolventes que la pandemia del Covid-19 tienen sobre las condiciones de vida de miles de familias, la economía y la política en nuestros pueblos.

Mediante un manifiesto, que expresa un compromiso y un llamado a la acción, personas con diversas militancias y sensibilidades partidistas pero de misma convicción religiosa, nos dirigimos a todos los dirigentes políticos y sociales de América Latina.

A la convocatoria ya se han sumado, entre otros, los expresidentes de la República de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón, el exdirector Ejecutivo del FMI Carlos Massad; la lista engrosa con excancilleres, parlamentarios, diplomáticos, gobernadores, consejales y titulares de otros muchos cargos.

El documento está estructurado en cuatro ejes: diagnóstico, mirada, principios de acción y propuestas; desarrollados en 12 secciones. Imposible hacer una síntesis en este espacio. Invito a leerlo y adherirse. (texto, firmantes y nuevas adhesiones en http://www.liderescatolicos.net/manifiesto)

Me concentro en algunos de sus conceptos más relevantes:

—Todos estamos en la misma barca. “Todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios...” , así lo expresó en días recientes el Papa Francisco en su histórica bendición Urbi et orbi, desde una Plaza de San Pedro vacía y a la vez pletórica de incertidumbres y esperanza .

—El texto hace suyo el análisis de Jacques Attali sobre la oportunidad que la crisis global pudiera representar para que se produzca una vuelta a lo esencial. “Nuestro papel —dice el intelectual francoargelino— consiste en hacer posible que esta transición sea lo menos accidentada posible en lugar de un campo de ruinas. Cuanto antes pongamos en marcha esa estrategia podremos salir de esta pandemia y de la terrible crisis económica resultante...”

—Los políticos católicos actuaremos desde la realidad y comprometidos con el bien común al margen de cualquier protagonismo o sesgo ideológico, pues el sentido de la realidad y el compromiso con la verdad son la primera responsabilidad ética del político ante los desafíos de la pandemia.

—La realidad es muy superior a la idea. La polarización ideológica crea miopía, que ya no permite que las cosas se vean como son y todo pasa por el filtro de la ideología adoptada. Toda realidad, entonces, es asumida a partir de prejuicios.

—La ideologización conduce al extremismo...no es hora de fundamentalismos. ¡Es hora de la realidad! Y para ello es necesario reconocer y descubrir la realidad juntos, en diálogo sereno....

—Las propuestas incluyen medidas sanitarias, de comunicación, psicosociales, económicas e Internacionales.

Concluimos: nos encontramos en una situación muy grave, probablemente el mayor desafío como generación. Afrontamos esta realidad como políticos pero sobre todo desde nuestra identidad como cristianos. Entre nosotros existe pluralidad de sensibilidades, pero nos une la certeza que se funda en la virtud de la esperanza.


Exembajador de México ante la
Santa Sede y expresidente nacional
del PAN. @LF_bravomena

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